El profesor López Calera al que hemos recordado hace poco, decía en una conferencia sobre la corrupción en la política, que los políticos no son marcianos que vienen de otro planeta, sino que salen de la sociedad y si esta es corrupta, el político lo será en mayor medida puesto que tiene más ocasiones al alcance de su mano. Y, a modo de anécdota, añadía que él no había tenido como profesor más tentación que llevarse unos bolis para sus niñas, pero que un político tenía otras muchas. Con lo cual no justificaba la corrupción, por supuesto.
La sociedad es corrupta casi sin darnos cuenta, pues a todos nos parece normal evadir impuestos, pagar sin IVA, aceptar que no nos den factura los profesionales liberales (o ser profesional liberal y no darla) y tantas otras cosas que todos conocemos. Se miente al pedir una subvención, una beca, el bonobús de pensionista o se falsea el domicilio al escolarizar a los hijos. Son pequeñas corruptelas que justificamos diciendo que más roban los políticos o que a saber donde van nuestros impuestos. Pero, ¿realmente son tan pequeñas?
Hace ya bastantes años, en una ocasión que entré de presidenta de mi comunidad de propietarios, al hurgar en los papeles descubrí que el anterior vicepresidente había cometido un hecho que muy bien se podría calificar como robo, ya que aunque él no se había metido dinero en el bolsillo, sí había utilizado fondos de la comunidad en algo que le beneficiaba. Mi reacción fue sacarlo a la luz y que los vecinos lo conocieran y opinaran sobre las medidas a tomar, pero el que estaba conmigo de vicepresidente se negó diciendo que iba a ser un escándalo, que era un vecino y que descubrir aquello crearía problemas y enemistades en la comunidad. Yo insistí en que no podíamos permitir que se ocultara el hecho, pues se trataba de un robo a todos nosotros, pero él me presionó diciendo que, en el caso de que yo lo descubriera, él dimitiría y me pidió tiempo después de hacerlo para que no se le relacionara con la denuncia. Ante esta situación y en contra de mis convicciones, cedí, me callé… y todavía me estoy arrepintiendo de ello y sintiéndome cómplice. Fue una pequeña corrupción, era poca la cantidad defraudada, pero pienso que somos demasiado blandos con los corruptos y así nos va.
En este momento, todos podemos apreciar como en la calle circula más dinero del que se podría suponer dado el estado del país, pues vemos llenos los bares y no han cerrado ninguno de los restaurantes de lujo ni las tiendas más caras. Es más, continuamente se están abriendo nuevas franquicias, grandes tiendas en las calles más céntricas que siempre están llenas de público. Por otra parte, tampoco parece que se están resintiendo los espectáculos y hay largas colas para adquirir localidades de alto precio ¿De donde sale todo ese dinero?
Pues yo creo que, en parte, es dinero ilícito, dinero procedente no solo del trabajo sumergido, sino de ganancias no lícitas y no declaradas, de todas esas corruptelas que de vez en cuando se descubren por aquí y por allá y de las muchas que no se descubrirán jamás, pero que han metido –y meten- dinero en el bolsillo de mucha gente, que es el que ahora circula. No son fraudes de millones con grandes titulares en la prensa, sino pequeñas corrupciones que son toleradas y hasta envidiadas por quien no puede realizarlas y que definen a una sociedad corrupta que no debería escandalizarse si luego sus políticos lo son también a un mayor nivel.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, pero ya sabes que tanto en esto como en otras muchas cosas, somos muy dados a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro.
ResponderEliminarEs lo que me da miedo, que la corrupción se haya instalado entre nosotros y ya no distingamos lo que está bien de lo que está mal.
EliminarLo siento, no estoy totalmente de acuerdo contigo, en Zaragoza no hay nada más que darse una vuelta por las proximidades de mi barrio, para ver muchos, pero muchos, establecimientos familiares cerrados, fruterías, peluquerías, reparación de pequeños electrodomésticos, bares sustituidos por chinos, que tienen las luces casi apagadas y sin calefacción para reducir el consumo, el barman con anorak o chaqueta, establecimientos tan emblemáticos como podía ser el complejo Sella dedicado a la hostelería, donde todos los maños hemos estado en infinidad de ocasiones cierra sus puertas.
ResponderEliminarHace pocos días leía un artículo sobre Madrid, (Gran Vía, Bravo Murillo, barrio de Salamanca) en la que comentaban que la crisis estaba expulsando al pequeño comercio. En otro muy similar a este añadía que en las actualidad las grandes ciudades se parecen todas unas a otras y sin distinción entre ellas ya que aparecen establecimientos franquiciados de las grandes empresas exactamente igual en todas las ciudades.
Ello a mi juicio equivale a decir, que posiblemente haya el mismo dinero que antes, aunque lo dudo mucho, pero peor repartido y si no que se los digan a la ingente cantidad de personas relativamente bien vestidas que con un carrito de la compra van hurgando en los contenedores de basura, para poder llevar algo a su casa. Esto visto en muchas ocasiones por mi, pero sin atreverme a hacerles una foto.
Es cierto todo eso que dices, pero también es cierto que en Granada no ha cerrado ningún bar y que, por ejemplo, el otro día la policía tuvo que desalojar una macrofiesta en la que se habían vendido casi 6.000 entradas a 30€. O sea, ese día había 6.000 jóvenes con 30€ para gastarlos en una fiesta, pero eso no se notó porque el resto de discotecas, pubs, locales de música en vivo, etc. también estaban llenos como lo están siempre. ¿De donde sacan el dinero esos jóvenes? De sus padres, por supuesto, pues el desempleo de jóvenes es aun mayor, pero ¿de donde lo sacan sus padres?
EliminarEstoy absolutamente de acuerdo con el planteamiento: tan corrupto es el que se lleva unos bolígrafos o un paquete de folios como el de los sobre-sueldos, el trabajo en negro, el que pide o acepta la factura sin iva, etc. Tenemos que sacar a los corruptos de los lugares de poder, pero tenemos que ser honestos en cada una de las facetas de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
El problema es que la sociedad está montada de tal forma que todos terminamos cayendo -o transigiendo- con la corrupción, como cuento más arriba.
EliminarEstá claro que la persona corrompida lo es independientemente de su estatus. El poder no corrompe, es el corrupto quien, cuando toca poder, se afana por engrandecerse en lo mejor que sabe hacer: aprovecharse de su puesto y malversar. No olvidemos, por otra parte, que la picaresca y el estraperlismo están profundamente enraizadas en España. Las prebendas, enchufes, "mordidas" y "untamientos" son -tristes- clásicos. No es que Europa la de las viejas democracias- se libre de tan indignos especímenes, pero ha sabido crear mecanismos suficientes para alejar a los corruptos de las esferas de poder y ha conseguido sociedades donde quien se jacta de un delito no es apluadido y/o admirado.
ResponderEliminarEl problema es siempre el mismo; la ausencia de civismo, la nula educación ética, la infravaloración de las actitudes positivas. Así y todo, pienso que hay una mayoría de personas coherentes, honradas, dignas y con conciencia social a quienes repugnan las actuaciones de estos hampones sociales y que jamás se involucrarían en semejantes fechorías, aunque fueran a pequeña escala.
No estaría yo tan segura del último párrafo, pues conozco personas que están saliendo a manifestarse en contra de la corrupción de los políticos o escriben cartas incendiarias en los periódicos, cuando yo se que en su vida privada hay cosas que también son corrupciones, de las que hablan con toda naturalidad como si no lo fueran. El problema es lo que apuntas más arriba, que tenemos una tradición de picaresca que nos ha conducido a esto.
EliminarSí, pero mira, cada cual es responsable de sus acciones y omisiones; quien se alza y protesta contra la desvergüenza cuando navega en ella se desacredita a sí mismo, no a quienes se levantan sin necesidad de esconder nada porque su único bagaje es la lucha. La dignidad y la bonhomia existen; son invisibles pero existen, aunque sólo se contemplen las corruptelas. Y es que, como buen no católico, jamás he creído en el pecado original heredado.
EliminarYo, como cristiana de intento, tampoco creo en el pecado original heredado, pero sí en una picaresca ancestral, que a veces impide darse cuenta de la incoherencia de censurar lo mismo se comete.
Eliminar...pero ni siquiera esa picaresca ancestral quita razones a quienes, con las manos bien lavadas, se siguen desgañitando. La coherencia en las ideas y las denuncias sigue siendo un valor añadido. E, insisto, no se puede agrupar a toda la gente como "corrupta a pequeña escala"; ésa es, precisamente, la idea que, desde la Alta Golfería, se pretende instalar: "Quien no roba es porque no puede". Y esa conclusión no se ajusta a la realidad.
EliminarPor eso y como ya dije, mi ejercicio favorito es recordar políticos conocidos que ahora viven una vida normal de jubilados de su profesión, sin que su paso por la política los enriqueciera lo más mínimo.
EliminarEste es un país turístico, que los bares y restaurantes estén llenos no es malo, todo lo contrario,
ResponderEliminarLa procedencia del dinero, en maletones??, ahora mismo de paises de este, predominando Rusia, y China. Tambien, India, y Corea.
Luegooooooo, están quienes se lo llevaron, quedaron annistiados pagando el 10%, pero no lo retornan, y que se lo gastan poco a poco dejándose ver, pero de corruptos nada, todo legal...
(que usted los ve, y se le revuelven las tripas, es evidente)
El dinero de las macrofiestas, los conciertos multitudinarios, las casetas de ferias, los bares o los restaurantes más caros no es dinero de maletones ni de turistas. Ni tampoco el de las boutiques de marca,los institutos de belleza o las joyerías. Por cierto, no he visto cerrar en estos años ninguna joyería de mi ciudad. ¿Quien compra joyas "con la que está cayendo"?
EliminarPor increíble -y aberrante- que resulte, las estadísticas advierten que se ha incrementado la demanda de artículos de lujo. La crisis ni ha rozado a las empresas que trabajan con clientela de alto standing.
EliminarA eso es a lo que me refiero, a que ese alto standing es más amplio de lo que pensábamos, pues con cuatro Koplowitz no se sostienen esos negocios.
Eliminar(El anterior soy yo,Una mirada..., que no puedo entrar con mi perfil).
ResponderEliminarYa me había dado cuenta.
EliminarLa falta de honradez en pequeñas cosas deriva en una mayor. Estoy de acuerdo, Lo pequeño no se justifica porque haya mayores robos.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues suele hacerse, sobre todo cuando el robo es a las instituciones, amparándose en el dicho de: "Quien roba a un ladrón"....
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