Un blog, o en español también una bitácora, es un sitio web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos de uno o varios autores, apareciendo primero el más reciente, donde el autor conserva siempre la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente. El nombre bitácora está basado en los cuadernos de bitácora, cuadernos de viaje que se utilizaban en los barcos para relatar el desarrollo del viaje y que se guardaban en la bitácora. Aunque el nombre se ha popularizado en los últimos años a raíz de su utilización en diferentes ámbitos, el cuaderno de trabajo o bitácora ha sido utilizado desde siempre.
Este término inglés blog o weblog proviene de las palabras web y log ('log' en inglés = diario). El término bitácora, en referencia a los antiguos cuadernos de bitácora de los barcos, se utiliza preferentemente cuando el autor escribe sobre su vida propia como si fuese un diario, pero publicado en la web (en línea).
Hasta aquí parte de lo que nos dice la Wiki sobre lo que es un blog. Pero no nos dice lo que NO es un blog. Y debiera, ya que en estos últimos tiempos, cuando los malos augures pronostican la muerte de la blogosfera, han aparecido muchos blogs que no lo son exactamente, que no cumplen los requisitos para llamarse así.
Y no me estoy refiriendo a los que están llenos de publicidad, que ya sabemos que la vida está achuchá y el curro difícil, ni tampoco a los que le hacen la competencia a Flickr no albergando más que fotos y que se llaman fotoblog. Me quiero referir a los que son un soporte para la publicación de narrativa en forma de relatos. Que no es que esté mal y hay algunos con mucha calidad, pero que desvirtúan la naturaleza de un blog.
Comenzando por su extensión. Un post no debería ser más largo de lo que se ve en la pantalla (y este ya se está pasando). Si tenemos que correr la barra… malo. Tal vez no se siga leyendo. Y siguiendo con su “pasividad”. Si hay algo que caracteriza a los blogs es la interactividad, la comunicación, que se establezca un diálogo, que el visitante pueda decir lo que piensa de lo escrito. ¿Y qué se puede decir de un relato? Sólo que es bueno, si lo es. O callar en el caso de que no nos guste.
Pero, principalmente, un relato no es un blog porque es fabulación. Y el capitán de una nave no inventa cuando transcribe los incidentes de la navegación, los lugares donde recala y los tesoros que encuentra en desiertas islas. Ni cuando piensa, añora o recuerda a las personas que dejó en puertos lejanos y que quizá no vuelva a ver nunca.
Este término inglés blog o weblog proviene de las palabras web y log ('log' en inglés = diario). El término bitácora, en referencia a los antiguos cuadernos de bitácora de los barcos, se utiliza preferentemente cuando el autor escribe sobre su vida propia como si fuese un diario, pero publicado en la web (en línea).
Hasta aquí parte de lo que nos dice la Wiki sobre lo que es un blog. Pero no nos dice lo que NO es un blog. Y debiera, ya que en estos últimos tiempos, cuando los malos augures pronostican la muerte de la blogosfera, han aparecido muchos blogs que no lo son exactamente, que no cumplen los requisitos para llamarse así.
Y no me estoy refiriendo a los que están llenos de publicidad, que ya sabemos que la vida está achuchá y el curro difícil, ni tampoco a los que le hacen la competencia a Flickr no albergando más que fotos y que se llaman fotoblog. Me quiero referir a los que son un soporte para la publicación de narrativa en forma de relatos. Que no es que esté mal y hay algunos con mucha calidad, pero que desvirtúan la naturaleza de un blog.
Comenzando por su extensión. Un post no debería ser más largo de lo que se ve en la pantalla (y este ya se está pasando). Si tenemos que correr la barra… malo. Tal vez no se siga leyendo. Y siguiendo con su “pasividad”. Si hay algo que caracteriza a los blogs es la interactividad, la comunicación, que se establezca un diálogo, que el visitante pueda decir lo que piensa de lo escrito. ¿Y qué se puede decir de un relato? Sólo que es bueno, si lo es. O callar en el caso de que no nos guste.
Pero, principalmente, un relato no es un blog porque es fabulación. Y el capitán de una nave no inventa cuando transcribe los incidentes de la navegación, los lugares donde recala y los tesoros que encuentra en desiertas islas. Ni cuando piensa, añora o recuerda a las personas que dejó en puertos lejanos y que quizá no vuelva a ver nunca.
Me he perdido. No veo ni el fin ni el uso de limitar la palabra "blog" o "bitácora". Me parece raro encorsetar en una definición lo que cad cuál haga con su espacio en Internet.
ResponderEliminarPor supuesto que cada cual puede hacer con su blog lo que quiera y le apetezca. Esto lo he escrito más desde el punto de vista de comentarista que de bloguera, pues me vengo encontrando en muchos blogs con que no sé lo que decir y ni siquiera sé si el autor/a me está pidiendo que diga algo. La narrativa es una lectura solitaria, no cabe la reflexión en común y se pierde, por tanto, lo que ha sido y es la mayor cualidad del mundo virtual:la comunicación.
ResponderEliminarDesde tu punto de vista, tu argumentación es correcta y casi irrefutable...yo veo en los Blogs una HERRAMIENTA maravillosa que nos independiza a todos de grandes corporaciones y editoriales. Cada quien es libre de sentirse un rato escritor, o periodista o crítico de cine o difusor de música, arte, tecnología, sin deambular mendigando por un espacio para ser tenido en cuenta...y cada quien puede a su vez buscar lo que necesita en media hora de su tiempo, y disfrutar de una foto, una canción o un cuento. No creo necesario opinar...solo si uno tiene algo para decir...entro a 30 blogs por día, y comento en pocos porque algunos de verdad no me gustan y no vuelvo a entrar, eso es parte de la graaann oferta...el comentario, para mí, es una cortesía que uno tiene para con quien le ha hecho disfrutar unos minutos (o pensar, o le ha sido útil) o para aportar otro angulo en un debate...tal vez la clave está en lo que cada uno pretenda con su Blog. Saludos!.
ResponderEliminarYo sí creo necesario comentar. No en los blog de los que se pasa de largo porque no interesan, pero sí en aquellos que se visitan asiduamente.
ResponderEliminarCuando llegamos a una casa en la que está la puerta abierta, lo normal es que saludemos y nos presentemos antes de servirnos de las cosas que han dispuesto para nosotros.
Y algo que también está ocurriendo últimamente es que se comenta en un blog y ya no se vuelve a él hasta el post siguiente, con lo que se quedan en el aire muchas respuestas o comentarios al comentario. Y creo que esto es parte del problema de estar considerando el blog como algo pasivo, en donde yo escribo por la necesidad de escribir, pero mi texto está cerrado, terminado, estático.
Tienes razón, Senior Citizen: los blogs son herramientas de comunicación y, sin comentarios, no son nada, de hecho los debates que surgen (o que surgieron en la época de esplendor) son lo mejor de la blogosfera. No obstante, los que podemos utilizar los blogs de una manera más literaria, también esperamos una comunicación, una respuesta a algo que también decimos con un lenguaje "más especial", pero la función sigue siendo, al menos en mi caso, la misma.
ResponderEliminarEspero que sigamos por no dejar morir la blogosfera o lo que quiera que sea esto ahora.
Un abrazo.
Ups, me he comido una palabra. Quería decir: "Espero que sigamos luchando..."
ResponderEliminarEn realidad, todos los que escribimos en algún medio utilizamos como soporte para lo que pretendemos decir una expresión literaria, de mayor o menor calidad según nos visiten las musas. Pero siempre dentro de una realidad, no de la creación de unos personajes y una trama, que es lo que, a mi entender, desvirtúa la esencia de un blog y elimina lo que, como bien dice Gala, es lo mejor de la blogosfera.
ResponderEliminarCuando me refería a "no considero necesario comentar", me refiero a que cuando entrás a un Blog, no sabés con qué te vas a encontrar, y si no te interesa lo que ahí hay o no te gusta...qué comentás?...yo tengo un Blog de relatos, por eso comento mi visión (que sé que no comparten y no es mi intención convencer, sino exponer el otro lado), y en mi caso, me he encontrado en la blogósfera con escritores maravillosos de los cuales no tenía idea de su existencia, simplemente porque no tienen una editorial que los publique, y me hubiera perdido de unas prosas hermosas que a mí me entretienen y de las que disfruto. Por otro lado, hay un escritor que sigo con quien uno puede "interactuar" a través del comentario...y eso me parece valioso, para ambos, para el que lee y para el que escribe...no veo por qué hay que poner reglas a esto cuando el universo de la Blogósfera es tan amplio, creo que cuando a uno no le interesa algo, lo pasa de largo, tal cual a las revistas de un kiosco o a los diarios. A mí me gusta que haya de todo. Es una herramienta y creo en la libertad de cada quien la use como mejor le sirva. Por otro lado nunca entendí bien la comparación del Blog a una casa, como metáfora vale, pero tomárselo como literal...yo no le encuentro el paralelo. Saludos.
ResponderEliminarNadie pretende poner reglas ni, mucho menos, obligar a nadie a cumplirlas. Solo intento decir que echo de menos los tiempos en que los blogs eran blogs y no revistas literarias, suplementos dominicales o cualquier otro medio de publicación de narrativa.
ResponderEliminarAhora sí entiendo qué querés decir...y no puedo aportar nada a eso, porque descubrí los Blogs apenas a fin del año pasado...ya los conocí como son hoy día (revistas, diarios y libros virtuales) y con las "reglas" de hoy día. Como sea, la comunicación fluye sin que podamos detenerla, aun cuando toma matices que no nos agraden del todo o no entiéndamos o simplemente no compartamos...y hay muchos y muy buenos de los que aún mantienen ese espíritu que vos decís, de hecho creo que coincidimos como comentaristas en un par de ellos. Lo único que puede hacerse es reforzar con comentarios y presencia los Blogs que sean de su agrado, para que se mantenga vivo ese espíritu que extrañan, esas son las reglas de esta comunidad bloguera después de todo...y además con este post seguro que también despertás a los que compartan tu opinión para que mantengan vivo ese estilo. Saludos y Suerte!
ResponderEliminarCon este diálogo he recordado a una antigua amiga que ha sabido distinguir entre dos modos de actividad virtual, usando ambos y sin mezclarlos.
ResponderEliminarSe trata de Alena, que tiene un blog y, aparte, una revista literaria y artística, en la que colaboran distintas personas.
Bien por tu amiga! Me ha parecido genial...y hasta bueno tal vez para el futuro...a mí me ha recordado a mi humilde madre que con la misma cuchilla de cocina, primero cortaba la carne, luego envolvía la hoja filosa con un trapo, la cojía por ahí y daba con el mango contra la carne para tiernizarla (a falta de martillo...). El ingenio en la carencia la hacía saber usar la misma herramienta para varias actividades.
ResponderEliminarCreo que no estaremos nunca de acuerdo en este tema (ni tenemos por qué)...por eso me gustan las diferencias!. Los colores variados siempre me han gustado más que lo monocromático...y con partes diferentes es que se puede construir algo. Reitero mis saludos y mis deseos de buena suerte!!
Mientras llega ese futuro podrías ofrecerte a Alena para publicar en su revista. Frecuéntala, mira su estilo y los temas que publica, y piensa si algo así podrías escribirlo tú. No puedo recomendarte porque, lamentablemente, Alena y yo perdimos el contacto hace tiempo.
ResponderEliminar¡Ah! Y buena comparación lo de la herramienta de tu madre....
Frecuentaré a Alena, pues ya me la agendé en el roll. Es muy buena con lo que hace. Gracias por los datos y por este interesante y probechoso diálogo. Saludos!
ResponderEliminarPues con todos mis respetos a lo que es y lo que no es un blog según sus respetabilísimos definidores, un servidor utiliza el formato blog (se le pueda llamar luego así o no), para colgar de forma particularmente accesible a terceros informaciones concretas
ResponderEliminarExactamente de lo que estamos hablando, celebrador.
ResponderEliminarY, por cierto, que esas informaciones concretas habrá que verlas más despacio pues prometen en vista rápida.
Muy buen post.
ResponderEliminarNo olvidemos que esto de la interacción es una cualidad propia de la web.2 y que todo puede mejorarse todavía.
Muy distintas hubieran sido las crónicas de Antonio Pigafetta o del Capitán Ahab si alguien las hubira ido comentando on-line
Puede mejorarse, pero no parece que la tendencia vaya por ahí.
ResponderEliminarEste debate tiene al menos tantos años como los propios blogs. Tratar de alicatar y aquilatar lo que debe llamarse blog y lo que no conduce a discusiones interminables, y ninguna conclusión clara.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que comentas, un blog de relatos puede ser interactivo: se pueden comentar los relatos, editar, o sugerir finales alternativos. Los comentarios, los enlaces, enriquecen al relato y acaban formando un todo con él, por lo que serían tan blog (o tan otra cosa) como uno que hable de viajes o de cocina.
Si tú lo dices, que eres casi el padre de los blogs (si no el padre un pariente cercano), será así, pero yo creo que esa respuesta a los relatos raramente se produce y termina siendo tan autista como un libro de papel.
ResponderEliminarEstoy casi totalmente de acuerdo contigo. Artículos cortitos, que el blog se cargue rápido, que no tenga música que suene sola, y especialmente que se tenga comentarios y se contesten cosa que el mio ha perdido últimamente.
ResponderEliminarEn cierta ocasión me atreví a poner una entrada en mi bitácora con este título "¿Qué es un blog?".
Ahora en muchas ocasiones copio y pego y eso ha dejado de ser un blog.
Saludos
Tú tienes mucha "clientela", por lo que es difícil contestar siempre, sobre todo cuando dicen cosas muy parecidas, pero el caso es intentarlo, tratar de que haya diálogo, aunque algo que también está ocurriendo ahora es que el comentarista se dirige sólo al autor del post y pocas veces a los otros comentaristas, con lo que el diálogo es casi imposible. Esos debates que se daban antes son ya casi inexistentes.
ResponderEliminarTengo varios artículos en los que he tenido muchos comentarios.
ResponderEliminarEn este, yo era un principiante con las bitácoras y no seguí ninguna de las normas habituales, busqué mucha información en internet y dejé pocos enlaces, hasta tal punto que alguien pensó que yo había escrito un libro.
Pude contestar a muy pocas personas.
En otra ocasión y "sin comerlo ni beberlo recibo 37.072 visitas en un día, con 110 comentarios"
Se puede ver aquí.
Y es que en ocasiones me siento completamente desbordado.
Perdón por todos los enlaces que te pongo.
Saludos
Totalmente de acuerdo con tu exposición, yo también creo que se está desvirtuando el sentido de los blogs, últimamente utilizados mo ya como páginas de creación literaria sino como órganos para difudir mensajes de tipo político, ideológico o de meros voceadores de cotilleos y demás.
ResponderEliminarImagino que esto se debe a que se han dado cuenta del impacto y la inmediatez que proporcionan los blogs, pero se deja de lado el que yo creo es el vedadero sentido con que aparecieron, el conseguir avrir canales de intercambio de opiniones, estableciendo cauces directos para comentar y debatir todo tipo de asuntos.
Al menos eso es lo que yo personalmente onsidero imortante en nuestros blogs, la posibilidad de comunicarnos entre todos.
unjubilado: Yo no he querido nunca instalar un contador de visitas para que no me condicionara, pues si había pocas me iba a deprimir, y si muchas, a dormirme en los laureles. Algunas veces me entran ganas de tenerlo por pura curiosidad, pero no termino de hacerlo.
ResponderEliminarErnesto: Cuando abrí El macasar era novata como bloguera, pero llevaba cuatro años comentando en muchos blogs, por lo que este mundo no me era desconocido. Sabía, por tanto, los blogs que me gustaban y los que no, e intenté que el mío se pareciera a los que me habían gustado. Que podían ser de otros temas u otros estilos, pero siempre eran blogs participados, comunicados, interactivos.
ResponderEliminarSi tardé tanto tiempo en decidirme a saltar al otro lado fue por el temor a no tener audiencia, de que mi blog se quedara solo, sin visitas ni comentarios, cosa que sabía no iba a poder resistir sin tirar la toalla. Es más, al mes de abrirlo estuve a punto de cerrar, por no estar recibiendo las visitas de aquellos a los que yo había visitado durante años. Pero superé aquello y aquí estoy, con otros visitantes tan de apreciar como los antiguos amigos.
La verdad es que no sabía que existieran unas reglas para los blogs. Yo empecé por empeño de una de mis sobrinas y después de un comienzo un tanto torpe, lo retomé y ahora, después de cinco años y otros dos blogs más, puedo decir que me lo paso estupendamente tanto con los míos como con los que visito y además me encontré con gente estupenda en su mayoría y con algún que otro cretino que a punto estuvo de hacerme desistir y cerrar el blog para siempre, pero luego pensé que quien tiene que apartarse de este mundo sólo es el que incordia, los que no nos metemos con nadie, ni insultamos, ni faltamos al repeto a los demás tenemos derecho a seguir publicando lo que creamos oportuno y leyendo lo que publican otros, pues además de divertido, es una buena manera de aprender un montón de cosas.
ResponderEliminar:-) Visité de nuevo el blog de Unjubilado y ya vi que fui tema de conversación.
Y otra cosa, jaja, ya se que no soy perfecta, no tengo últimos comentarios en mi blog porque mi blog es de lo mas sencillo y en cuanto al aviso de los comentarios en artículos antiguos, si las recibo ahora en el correo, te lo explico en la respuesta a tu comentario en mi blog.
Bueno, para ser la primera vez que visito tu casa, menudo rollo que te endilgué.
Espero que tengas un buen fin de semana.
Estos comentarios son tan interesantes que superan por lejos un post "encuesta: "¿qué es un blog?"
ResponderEliminarAsí como la palabra "blog" tiene una definición discutible, también lo son los libros. ¿Qué es un libro? podemos debatir sin ponernos de acuerdo.
Lo que importa es diferenciar un blog de una página web. Suena tonto, pero una web de la fábrica de cerámicos Mongorito Flores a lo sumo dejará entrar al perfil de los fabricantes y un e-mail para consultas.
Un blog es algo cambiante, y tanto el que lo escribe como el que lo lee duda muchas veces de lo que resultará luego de editar el blog o comentar.
Quien quiera hacer un relato de hechos, no espera respuesta ¿la bitácora de viaje de los marinos o en caso de nosotras, las que cuando niñas teníamos nuestro "diario" al que le confiábamos por escrito nuestras penas o alegrías o lo que sea, quedaban ahí hasta que alguien los rescataba, en el primer caso, como base de datos de lo sucedido en esas travesías, en el segundo, casi como un espía, llegando a ser libros de gran difusión (Anna Frank).
El teléfono nos permitió la comunicación y la internet la permite más, siendo ambas cosas herramientas que son usadas como cada uno quiera...y los resultados son inclasificables (¿hay una clasificación de algo que todavía no está definido?).
Inciso para tratar de ser breve (créanme, lo intento): no entendí a Sofocador.
El pensar qué hubiera sido si las crónicas de Antonio Pigafetta o del Capitán Ahab hubieran sido comentadas on line, quizá hubieran desviado el rumbo de Magallanes por los bienintencionados consejos de sus comentaristas...¿qué hubiera sido de Colón si hubiera tenido un GPS?
Andaba yo buscando por ahí un enlace para Leodegundia cuando ha llegado -por fin- Nfer, que ha sido tardía pero cierta. Nos distingue entre blog y web y nos empuja a pensar en un Colón con GPS pasando de largo por las costas de América. (Una islita de nada en medio del Océano... diría el GPS)
ResponderEliminarPero como traigo el enlace en el portapapeles, dejemos a Colón y sigamos con los blogs.
Que no tienen reglas, Leodegundia. ¿Reglas en la 2.0? No creo que pueda haberlas. Lo más parecido a una regla que conozco es la Netiquette, y no es del todo aplicable a los blogs, pues procede de la época de los foros y el chat.
Lo que hay es una intención, un deseo, un espíritu, que ha impulsado a los blogs desde el principio y que ahora parece se va diluyendo.
"recalculando...recalculando..."
ResponderEliminarTerminé de copiar y pegar mi comentario luego de que subió el de leogundia y quise saber quién entraba en la parroquia.
Leyendo en diagonal diría uno por acá, encuentro "EL SUPREMO REBAJA LA PENA A DOS VIOLADORES POR NO LESIONAR A LA VÍCTIMA MÁS DE LO "NATURAL"
Me detuve ahí ¿ustedes no lo hubieran hecho? pensando qué haría yo si fuera la "naturalmente lesionada" .
Lo primero que me viene a la memoria es "la libertad de medios" y la duda si el redactor del artículo era fiel al dictamen.
Lo segundo, que hay una similitud entre el tema de ese post y el de éste.
¿En dónde está la similitud? en el modo de usar el idioma: escribimos como creemos que nos entenderán, o como entendemos que dice lo escrito por otros.
Hay un abismo entre un comentario sobre la diversidad genética de las margaritas y otro comentario de tal o cual crimen, pero al menos podría ser entendido mejor si diéramos a las palabras el mismo valor y sentido.
Ya lo dijo Luigi Pirandello en "Sei personaggi in cerca d'autore":
¿cómo vamos a entendernos, señores, si yo doy a las palabras el valor y el sentido que creo que tienen, y ustedes le dan el valor y sentido que creen que tienen?
Lo malo es que ese término "natural" no lo aporta el periodista, sino que está tomado de la sentencia del Tribunal Supremo. Sus jueces fueron los que consideraron que las lesiones de una violación son naturales y lógicas y, por tanto, no condenables.
ResponderEliminarEn este caso me dirijo a nfer.
ResponderEliminarUna simple palabra mal interpretada o traducida, puede dar lugar a que la guerra continúe.
Segunda Guerra Mundial. Enfrentado a la prensa el 28 de julio, el ministro Suzuki declaró que el gabinete se mantenía en actitud de mokusatsu. Esta palabra no sólo no tiene equivalente exacto en los idiomas europeos sino que aún en japonés resulta ambigua. Su significado puede ser “desconocer” o “abstenerse de todo comentario”. Desgraciadamente los traductores de la agencia de noticias Domei no podían saber cuál de los dos significados tenía Suzuki en mientes y, al traducir precipitadamente al inglés la declaración del ministro, escogieron el que no era. Las torres de Radio Tokio esparcieron por el mundo aliado la noticia de que el gabinete de Suzuki había resuelto “desconocer” el ultimátum de Potsdam.
Fuente "Error fatal de traducción"