No pudiendo resistirme al clamor unánime de la blogosfera, que pedía -exigía- un blog para Senior citizen, lanzo esto con la esperanza de que sea lo más parecido posible. Al tiempo que cumple una función aún más importante: limpiar mi expediente ante la posteridad. Me explico. Dicen que todos debemos llegar al final de nuestra vida con tres objetivos cumplidos. A saber: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Yo no he tenido hijos, planté un árbol y lo cortaron, escribí un libro -o dos, o tres- y no quise publicarlos. Si incluimos en el lote tener un blog, salvo la cara por un pelo.
Nace gracias a la ayuda de NaaN, que está tutelando estos primeros pasos. Todo mi agradecimiento, por tanto, a este ángel de la guarda musical y catalán. Y va dedicado a Nat, Veva y Zifra, que, junto con NaaN y el Profe Portillo, fueron mis primeros amigos virtuales.
Después llegaron Allan, Alena (sí, tú también, hija mía) Anónima, Carlos Luna, Fer, JJ, Mafalda, Maiko, Nfer, Pablo Saldaña, Sofocador... Y Yedra, de la mano del amigo que se fue, ocupando parte del hueco que dejó.
A todos os ofrezco mi casa y os pido que me acompañéis en esta andadura.
Continuará.....
* * * *
.....Continuación.
Y he querido que este blog vea la luz hoy, 19 de Octubre, cuando hace un año que el Profe Portillo no está con nosotros. A modo de recuerdo, de pequeño homenaje a un gran hombre, Carlos Portillo, y un gran blog, Nómadas.
Espacios virtuales trajeron tu palabra,
la esperaba el silencio de una casa vacía,
la soledad expectante de una vida en naufragio
y otra palabra abierta, acorde con la tuya.
Desbrozamos caminos y levantamos puentes,
ni el tiempo ni la ausencia fueron nunca fracaso,
cuando un día, de pronto, te cercó la penumbra
y se ensañó violenta la fiera que acechaba.
Ahora te pienso amigo virtual y distante,
mi palabra se hiela sin encontrar un eco,
y el silencio es de nuevo el dueño de mi espacio.
Cuando buscaste el mar yo estaba lejos.
Va por ti, Profe.