25/8/23

Paola Hermosín


      Llevamos lo que va de agosto con el blog que parece “un entierro de tercera”, con tanta tragedia y tanto difunto, así que vamos a tener que cambiar de nota y, para ello, nada mejor que un vídeo de Paola Hermosín.

      Por si no la conocéis, Paola Hermosín es una chica sevillana, con todos los estudios de música habidos y por haber, que compone, hace arreglos, canta y da clases de guitarra. Como guinda, es joven, guapa, simpática y toca la guitarra como la profesional que es. En su canal de YouTube encontraréis un montón de vídeos que dan para estar distraídos unas cuantas horas, además de oír buena música, por supuesto. Yo he elegido este que me resultó muy divertido, aunque hay otros muchos que igualmente se podrían poner y que espero que vayáis descubriendo y pasando tan buenos ratos como los he pasado yo.

12/8/23

El amor desolado

 

      En la entrada anterior, vimos como la canción El amor desolado nació a partir de una tragedia. Pero es que la tragedia siguió unida a esta canción, pues unos años después de grabarla Alberto Cortez, la grabó también un cantante de tangos argentino, que empezaba a tener gran éxito y que le incorporó el dos por cuatro con el que ha seguido interpretándose en Argentina. Este cantante, de nombre artístico Jorge Falcón, murió de un tumor cerebral a los 38 años de edad, solo dos después de grabarla.

 

1/8/23

Waldo de los Ríos

 

      El 28 de marzo de 1977, Waldo de los Ríos se disparó un tiro en la frente en su casa de Madrid y en su cama, sembrada de fotografías. Era argentino, pero vivía en España desde hacía muchos años y, desde aquí, desarrolló en toda  Europa su carrera de compositor, director de orquesta y pianista. Fue muy criticado por sus "arreglos" de música sinfónica, pero se enriqueció con ellos y era lo que más se le solicitaba.

      Yo lo recuerdo en sus actuaciones en Televisión Española, pero no le presté mucha atención porque lo mío entonces eran los cantautores. Cuando murió ya no estaba Franco, pero su sombra todavía revoloteaba por las instituciones y, en la mayoría de la prensa, no se habló de suicidio, sino de que había muerto en su casa repentinamente. Algún tiempo después, dos amigos suyos, Alberto Cortez y José Fernando Dicenta, se unieron para hacerle un homenaje en forma de canción y oímos El amor desolado en la voz de Alberto Cortez, que puso música a una letra de Dicenta. Seguramente no supimos entonces que, tras esa canción tan romántica, había una historia menos romántica, pero igualmente triste, pues que se quite la vida una persona de 43 años siempre es triste. Eso hay que dejarlo para los mayores de 70 que, según las estadísticas, nos llevamos la palma a la hora de “doblar la servilleta” voluntariamente.