25/1/20

N.S.




      De nuevo otro adiós en las vísperas de Navidad, cuando lo que tocaba era desearnos Felices Pascuas y Próspero Año Nuevo. Y esta vez te ha tocado irte a ti, amiga desde hace 68 años, amiga lejana en el espacio, amiga cercana en el contacto y el cariño. Amiga.

      Otro teléfono que borrar de la agenda, otra dirección que tachar, otras fotos que mirar con nostalgia…

     Queda toda una vida atrás, queda el recuerdo de la última vez que nos vimos hace un par de años, cuando ni nos reconocíamos en nuestra ancianidad. Y queda ahora aquel malísimo poema, escrito en una libreta escolar de hojas cuadriculadas, que me ha costado encontrar. 


             Hoy, Nieves, amiga mía,
              -callada, siempre callada-
              me has pedido que te haga
              una poesía. 
              Yo no se lo que daría
              por poder hacerla buena,
              me da pena
              que haya tanto que decir
              y que no se diga nada.
              Porque tú siempre callada,
              porque yo charla que charla
              sin decir nada en concreto
              y, en secreto, 
              luchando por no decirlo.
              ¡Tantas cosas! ¿Quién recuerda?
              Ya ni cuenta te darías…
              Tantas cosas… Nuestra vida
              resbalando por los días.
              ¿Quién recuerda? No lo intentes,
              que recordar es morir
              poco a poco cada vez
              y ser
              esclava de ese recuerdo.

              Pero bien, me estoy saliendo
              del fin que me proponía,
              que era, sin más y sin menos,
              escribirte una poesía.


      Callada, siempre callada. Para siempre.

22/1/20

Influencers





      Uno de los fenómenos que más me viene sorprendiendo últimamente, es el de las llamadas influencers. Y digo “las” porque creo que la mayoría son mujeres, chicas muy jóvenes, con muchos seguidores en alguna red social, que han conseguido con eso sacarse unos dineritos, ignoro si exentos de impuestos. Hasta ahí nada que objetar, pues son un derivado del llamado marketing de la influencia y a nuevos tiempos, nuevos sistemas. 

      Sin embargo, pienso que estas chicas deberían pasar algún control que evalúe su cociente intelectual, para que podamos distinguir si lo suyo es de nacimiento o se lo han ido currando. Y como ejemplo de esto, le podéis dar un vistazo a este enlace… y no os cortéis si os dan ganas de llorar.

***

Con mi agradecimiento al amigo Landahlauts, que me ha dado a conocer a estas chicas tan ejemplares.

15/1/20

La mariposa





      Desde hace más de un mes, convivo en mi casa con una mariposa. No es una mariposa de esas bonitas, delicadas y de colores, ni tampoco de las pequeñas y blancas que antes anunciaban carta. No. Mi mariposa es fea, de cuerpo gordo y alas parduzcas, que producen un amenazador zumbido cuando revolotea por encima de mi cabeza. Y es grande, mucho, tanto que, en uno de esos revoloteos alocados, temo que choque contra algún objeto frágil y me lo estrelle en el suelo. Por ello, cada vez que la veo, corro a cerrar la puerta de las habitaciones con objetos de ese tipo. 

      La primera vez que la vi, abrí todos los balcones para ver si se iba, desapareció y me olvidé del asunto. Pero unos días después, de nuevo la mariposa, que parecía haberse mudado aquí. Y así seguimos. Desaparece durante bastantes días, pienso que se ha ido, aprovechando que ventilo las habitaciones, o que ha terminado sus días detrás de un mueble, pero un buen día reaparece y volvemos a empezar. La otra noche, ya a las cinco de la mañana, encendí la luz para beber agua… y allí estaba. Tan tranquila, en un rincón, posada en el suelo. Pensé entonces que era el momento preciso, la ocasión puesta en bandeja para echarle un trapo por encima, cogerla delicadamente y echarla al aire por el balcón, como hice un verano con un murciélago. Pero ocurre que estaba pasando una mala noche y lo que menos me apetecía era ponerme a esa hora a trajinar con la mariposa. Además, lo más probable era que, si estaba allí tan quieta, fuera porque había dado el último suspiro o estuviera a punto de darlo.

      Equivocada estaba, porque al día siguiente había desaparecido del rincón y lo que hizo fue metérseme en el cuarto de baño, consiguiendo que me saliera de él para apagar la luz. Abrí los balcones, cerré las habitaciones delicadas y, desde entonces, no he vuelto a verla.  ¿Pensáis que la he perdido de vista definitivamente? Yo no estaría tan segura…
...
      
      Nota al margen: ¿Qué por qué no le he pegado un buen viaje aprovechando sus vuelos? Pues porque soy incapaz de matar una mariposa, por fea y amenazante que sea. Una tiene sus limitaciones...

7/1/20

Almanaque de taco






      No se si todos habéis conocido estos calendarios y, si os digo la verdad, yo creí que ya no existían. Pero sí, resulta que incluso el más tradicional, el del Corazón de Jesús, se sigue vendiendo todos los años.

      En mi casa nunca lo hubo, pero sí en casa de mi abuelo materno y, cuando iba a verlo, le pedía que me dejara arrancar la hoja, aunque fuera la del día siguiente, pues aquello era un cúmulo de información y lectura en letra diminuta sobre papel oscuro. El santoral del día, la hora de salida del sol, frases de personas célebres, algún poema corto, una anécdota, una reflexión profundísima, refranes…

      Pues bien, con el inicio del año, he colgado en la pared del blog un calendario de taco virtual, al que arrancaré diariamente las hojas y, cuando encuentre algo interesante, lo compartiré aquí con vosotros, para que todos nos aprovechemos de la inmensa sabiduría que cabe en tan poco espacio.

      Por ejemplo, en la hoja de hoy, me dice que es el día de san Raimundo de Peñafort, san Luciano y san Canuto, que el sol sale a las 08:29 y se pone a las 18:13.  Me dice muchas cosas más, pero me quedo con esta frase de Jon Sobrino:


      La esperanza grita: Otro mundo es posible, pero antes la compasión grita:  Otro mundo es necesario.

1/1/20

Año Nuevo






      Un año más, en la loseta de siempre y frente a la fachada del Ayuntamiento, os deseo a todos que, si el año que termina ha sido malo, el que empieza sea mejor. Y si ha sido bueno, lo sea aun más. 

      Con todo mi afecto y la ESPERANZA de que a lo largo de 2020 nos sigamos encontrando aquí.