Con la Navidad apenas terminada y antes de sumergirnos de nuevo en los múltiples temas que agitan esta convulsa época que nos ha tocado vivir, quiero recordar un hecho que significó un hito en la historia de la música moderna.
Se trata de la grabación del single We Are The World por 45 artistas casi todos estadounidenses, encabezados por Harry Belafonte, Lionel Richie, Bruce Springsteens, Michael Jackson y Stevie Wonder, que se unieron en la Fundación USA for África para intentar remediar el hambre que azotaba –y azota- ese continente. Quincy Jones produjo la canción escrita por Michael Jackson y Lionel Richie, que se grabó el 28 de enero de 1985, saliendo a la venta el 7 de marzo del mismo año.
Los resultados benéficos fueron muy dudosos como siempre ocurre en este tipo de campañas, pero desde el punto de vista artístico fue notable poder reunir en una grabación tal cantidad y calidad de artistas, que ya es extraordinario que coincidieran en la misma época. Cualquiera puede comprender lo difícil que resultaría convocar en un estudio a cantantes en la cumbre de su carrera con contratos ajustados con años de anticipación, lo complicado de conseguir que su participación no correspondiera en minutos o segundos con su categoría y que grabaran juntas personas quizá enemistadas por rivalidades artísticas. Pero se consiguió y se lograron pequeños dúos irrepetibles como los de Paul Simon y Kenny Rogers, Michael Jackson y Diana Ross, y Bruce Springsteens con Stevie Wonder.
Ahora, casi 28 años más tarde, algunos de los participantes han muerto y otros han desaparecido de los escenarios, pero hay quien, como Bruce Springsteens, todavía sigue en ellos con su voz ronca y sus iniciativas altruistas.