12/4/10

Gustavo Adolfo Bécquer(1836-1870)


Cuadro de Valeriano Bécquer. Museo Bellas Artes de Sevilla.

Me llegan últimamente innumerables “pogüer” hablando de Primavera y relacionando la poesía con estos días verdes, largos y luminosos. Pero me pongo a pensar y ninguno de los poetas que acuden a mi memoria tiene nada que ver con la Primavera, los pajaritos y las mariposas volando de flor en flor.

Me moriré en París con aguacero…. quiero escribir los versos más tristes esta noche…. ya estamos solos mi corazón y el mar….. donde habite el olvido…. me he quedado sin pulso y sin aliento….que la tarde que miras es la última…. si muero, dejad el balcón abierto…

Vallejo, Neruda, Machado, Cernuda, González, Borges, Lorca... Nada que ver con la alegre Primavera.

Pero si hay un poeta poco primaveral ese es Bécquer, Don Gustavo Adolfo, que aunque nacido en la riente Sevilla, lleva encima tal carga de pesimismo que es más bien un poeta de Otoño o, si me apuran, de crudo Invierno. Lo que no obsta para que sea un gran poeta, del que dijo J.M. Souvirón:

La verdadera grandeza de la poesía de Bécquer está en que se conserva intacta después de haber sido manoseada por casi un siglo de cursilería.

Ni tan desaforado como Byron y sin la ñoñería de Campoamor, su lenguaje sencillo y cercano lo convierten en la puerta a la poesía moderna española.

Rima XXX

Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
Habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aun: "¿Por qué callé aquel día?”
Y ella dirá: “¿Por qué no lloré yo?”


20 comentarios:

  1. Se me viene a la mente Rubén Darío. Ahí tendrías primavera bastante, pero a mí tanta flor y tanto polen en el aire me producen astma y sarpullidos.

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  2. Interesante y oportuna reflexión sobre Bécquer y su obra; una visión certera muy alejada de aquella que nos inculcaron en el bachillerato, cuando junto al poema querido colocábamos una hoja verde, recién cortada,que se secaba entre las páginas del libro para más tarde aproximarnos recuerdos.

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  3. Cuando yo estaba haciendo Filología, recuerdo que de la crítica sobre Bécquer me quedó un concepto, creo que de Salinas: "lo inefable soñado". No se puede sintetizar mejor.
    Y es cierto, ha superado el paso del tiempo, de las mil imitaciones vomitivas, de los millones de noviazgos y del tsunami de sensibletía en torno a su poesía.
    "... el ruido con que ruge la ronca tempestad...."

    Alberto Granados

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  4. Senior citizen12/4/10 11:43

    Fer: Hace unos días he hecho yo la misma observación en un blog. Veo asma y sarpullidos y añado conjuntivitis.

    Pablo Saldaña:....Una hoja verde que nos dejaba el libro hecho una pena con su clorofila. Afortunadamente no tuve esa costumbre y el mío está impoluto.

    Rigoletto: Yo aprecié de verdad a Bécquer cuando leí a Byron. Hasta entonces su lectura había sido un tanto vergonzante, ya que se le consideraba antiguo y sin valor literario. Pero cuando me encontré con los teatrales y exagerados personajes de Byron, me di cuenta de que Bécquer iba a permanecer para siempre.

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  5. Recuerdo de mi recien iniciada juventud la mala fama de las Rimas de Becquer, tachadas de almibaradas y cursis, pero que a mi me gustaban, aunque claro, ni por asomo me atrevía a decirlo; como mucho señalaba algo sobre las leyendas.

    Ah, y nunca puse hojas entre las páginas de ningún libro.

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  6. Por aquella época yo me sabía de memoria varios libros completos: Las Rimas, Platero y yo, El jardinero de Tagore, Piedra y cielo, una antología de García Lorca de Losada...

    Hubiera servido para mujer-libro de Fahrenheit 451.

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  7. A mí también se me ha venido a la mente Rubén Darío con lo de los poemas primaverales, pero opino igual que el resto: mejor mantenerse alejados.
    Bécquer me gustaba en los primeros años de la adolescencia, como a todos, supongo.
    Pero si quieres un poema de primavera, se me ha ocurrido éste, que me hicieron aprender en el cole: http://babel.ls.fi.upm.es/~jjmoreno/alberti.html#PREG�N

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  8. Senior citizen13/4/10 23:20

    Ya sabemos que Alberti era un cachondo....

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  9. Mis estaciones preferidas; la primavera y el otoño (confieso no padecer ningún tipo de alergia).
    Y si de confesiones se trata también a mi me gustaban las Rimas en la juventud.

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  10. Senior citizen13/4/10 23:51

    Yo me quedo con Otoño e Invierno. La Primavera no me gusta por lo que tiene de preludio del Verano, que lo odio. Pero como no nos dan a elegir, hay que pasar por todo.

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  11. Y si...

    "...Ya da la noche a la cancel
    su piel de ojera...
    Ya moja el aire su pincel
    y hace con él... la primavera."

    No es de Becquer, es de nuestro Homero Expósito... pero esas rimas perfectas siempre me han sorprendido.

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  12. Senior citizen14/4/10 02:14

    Como que es rima consonante, de la que ahora se escribe poca.

    (Inciso: En Granada tenemos una feminización de cancel en cancela)

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  13. Pues a mí me encanta la primavera, sobre todo si el ambiente es cálido. Y creo que es hermosa en cualquier lugar, le presten atención o no los poetas de turno.
    Por cierto, me moría de la risa con el enlace que puso Gala.
    Y creo que tienes razón en lo que dices sobre Bécquer, Senior; un punto de vista que comparto pero sin habérmelo planteado antes.
    Voy a leerme el programa del macroevento musical granadino, porque como nos has invitado, si hay algún concierto que me coincida con las vacaciones, me acerco a que me des hospedaje, como a los peregrinos de Santiago, pero a la inversa, jajaja.
    ¡cuántas cosas, madre!
    Ya te diré en qué fecha puedo ir...

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  14. Senior citizen14/4/10 21:47

    Lo malo es que tengas que venir andando como los peregrinos....

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  15. ¡Ah!, se siente...
    Tú has hecho la invitación y el medio de locomoción me lo busco yo. Ya he estado mirando conciertos y a principios de Julio me vendría de perlas; tengo muchas ganas de conocer esa ciudad un poco. La visité sólo para ir a la Alhambra y poco más; es una lástima no conocerla con más tiempo, ¿no crees?.
    Hasta pronto, pues.

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  16. yo digo aún ¿porqué no lloré yo? ...
    El habló, y calló, y habló sin palabras.

    De eso, ya pasaron años...y sigue emocionándome al leer a Bécquer.

    Para bien o para mal, poco sé de escribir.
    Para bien porque no puedo juzgar por reglas establecidas, y para mal, porque sólo puedo decir "me gusta, o no me gusta".

    Bécquer lo ubico en su tiempo "necrofílico" y desde ahí es de donde intento leerlo, sin pretender mucho más que llorar hasta quedar hipando o cerrar el libro.

    Sofocador ¡cuánta poesía!
    Como sobre gustos no hay nada escrito (o hay mucho) dejo estos versos que me estremecen y sospecho están en las antípodas de lo tratado en el post y los comentarios:

    Ils célèbrent une grande fête chez les ennemis.
    Il y a des cerfs dans une ville assiégée
    Et une ménagerie au milieu des lys


    La traducción...es traicionera. Sabrán disculpar.

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  17. Senior citizen17/4/10 22:45

    Será traicionera, pero los que no tenemos un apellido francés la agradeceríamos.

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  18. Hago el intento:

    Ellos están celebrando una gran fiesta en los en casa de los enemigos.
    Hay ciervos en una ciudad sitiada
    Y una casa de fieras en medio de los lirios.


    Inciso: la portación de apellido no garantiza portación de talento de índole alguna, lo cual es una gran tragedia, snif...

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  19. Se puede decir que las obras de Bécquer fueron mi primer contacto con la poesía, por eso le guardo un cariño especial.

    Me gusta el poema que elegiste y yo te dejo otro en el comentario:

    Si de nuestros agravios en un libro
    se escribiese la historia,
    y se borrase en nuestras almas cuanto
    se borrase en sus hojas;
    te quiero tanto aún, dejó en mi pecho
    tu amor huellas tan hondas,
    que sólo con que tu borrases una,
    ¡las borraba yo todas!

    Y además de sus poesías me gustan sus leyendas.

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    Respuestas
    1. Yo empecé a leer poesía muy pronto, cuando se me agotaron las lecturas de niños y mi padre no me dejaba leer las de mayores, pero creo recordar que al mismo tiempo que Bécquer también lei a Juan Ramón Jiménez y a Tagore, que estaba entonces muy de moda.

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