No hace mucho, viendo en el televisor las imágenes sin sonido de El señor de los anillos,
me acordé de ella, de lo que le hubiera gustado esta película y otras
de ese estilo que se han proyectado cuando ella ya no está.
Era
una mujer inteligente, que conservó su lucidez hasta el último momento
de su vida. Era fuerte, tomaba decisiones rápidas y acertadas. Era
entregada y nunca escatimó trabajo ni esfuerzo para atender a los que
quería. Su pasión era las novelas policiacas, que llamaba de misterio, y de las que llegó a tener una gran colección, pero sobre todo le gustaba Agatha Christie y tenía todos sus títulos, que leía y releía a pesar de conocer ya quien era el asesino.
En el cine sus gustos iban en el mismo sentido y su director favorito fue –como no- el gran Alfred Hitchcock,
cuyas películas llegamos a sabernos de memoria. Pero también disfrutaba
mucho con toda película en la que estuviera presente la fantasía y ahí
asomaba la niña que llevaba dentro. Su último deseo, iniciada ya la
recta final, fue ver Parque jurásico, cosa que no pude conseguirle por no estar aun la película en las tiendas o en los videoclubs.
Supo
que iba a morir y dejó sus cosas preparadas y dispuestas. Era una mujer
de cuerpo entero pero también era una niña. Y era madre, mi madre. Y hoy hace 18 años que no está conmigo.
Me la imagino leyendo y releyendo esas novelas de la foto en cuyas hojas todavía quedará la presencia de su mano y que supongo tu guardarás con todo el cariño pues es como seguir sintiéndola cerca.
ResponderEliminarAl igual que tu madre yo también soy una seguidora de las novelas de Agatha Christie, creo que me las leí todas. Ella las llamaba de misterio y yo policiacas, pero esto es lo de menos porque al final eran las mismas novelas.
No importa el tiempo que pase, ella seguirá estando presente en cada cosa que formó parte de su vida.
Un abrazo
Yo creo que las personas no se van del todo mientras las recordamos y que, en cierta forma, están en las cosas que fueron suyas. Estas novelas también las leí yo la mayoría, pues por aquella época leía todo lo que caía en mis manos e, incluso, algunas las leí demasiado pequeña y luego me daba miedo cuando me quedaba sola.
EliminarCasi me haces llorar a mí también, y eso sin conocerla...
ResponderEliminarLa has conocido a través de mí, pues ya hemos "hablado" algunas veces de las cosas que pertenecieron a las personas que quisimos y se han ido.
EliminarBonito y sentido homenaje. Felicidades por esa madre; felicidades a tu madre por esa hija.
ResponderEliminarBesos
Y bonito comentario el tuyo, Francisco. Muchas gracias.
EliminarUna hermosa manera de compartir tu recuerdo y homenajear su memoria. Sabes que el género policial y el suspenso son de mis preferidos, tanto en libros como en cine.
ResponderEliminarY si bien es bueno tener cosas que fueron de aquellos que ya no están, se que no necesitas de ellas para recordarla.
De vez en cuando me gusta compartir estas cosas con vosotros, no guardármelas para mí sola, pues los recuerdos compartidos están como más vivos, más reales.
EliminarUn abrazo especial en este recuerdo que haces de tu madre. Gustándole A. Christie y Hitchcock tuvo que ser por fuerza alguien que supo disfrutar de la vida.
ResponderEliminarMantuvo su afición hasta el mismo final, pues la recuerdo releyendo una de sus novelas pocos días antes de su muerte.
Eliminar¡Dios la tenga en el infierno con los artistas!
ResponderEliminar¿de que plato te acuerdas más?, La mia hacía un arró con leche quepaqué
Se que Dios la tiene en la gloria de las buenas personas.
EliminarLos recuerdos compartidos.
ResponderEliminarEl olor a la flor del aromito es más fuerte que cualquier imagen o recuerdo material que me ha dejado mi padre (era albañil y pintor y fontanero y un poco de todo). El ruido de las tijeras cortando sobre la mesa las telas, evoca más a mi madrina - costurera - que su foto; el olor de la flor del paraíso hizo llorar a un amigo de la infancia cuando por primera vez estuvo en los jardines del Palacio de Madrid. Los demás creyeron que era llanto generado por la belleza que tenía a su alrededor; él les confesó que le recordaba a sus padres tomando argentinos mates en la vereda mientras las niñas hacíamos collares y los varones trepaban a los paraísos para robar nidos....
Hemos olvidado el poder de evocación de los demás sentidos, no sólo la vista nos ayuda a recordar.
Mientras tengamos memoria, aunque hayan desaparecido todas las pruebas físicas de la existencia de quienes amamos,estemos donde estemos y sea cuando sea.
No solo la vista nos ayuda a recordar, pero sí lo que tenemos "detrás de los ojos", las imágenes que se nos quedaron grabadas y que acuden a la memoria traídas por un objeto, un olor o un sabor. A ti el olor de los aromitos te evoca un camino lleno de ellos cuando lo acompañabas; a mí estos libros me hacen verla con ellos en la mano, colocando una señal de papel en donde había dejado la lectura.
EliminarDe tus palabras, Senior, se deducen muchas cosas sobre tu madre y sobre ti, pero, sobre todo, flota en ellas algo precioso: la estupenda relación que teníais las dos. Leer las novelas que le gustaban, compartir sus gustos, intentar cumplir la fantasía de la niña que llevaba dentro...
ResponderEliminarSencillo, sincero, honesto y bello homenaje a quien te dio la vida y con su hacer hizo de ti la persona que eres.
La memoria es prodigiosa, no solo los objetos nos acercan a los que estuvieron, también los olores, los sabores, los lugares, los dichos, la forma de afrontar las cosas y hasta el sonido de la música que les gustaba.
Deseo que el día no te haya resultado demasiado melancólico, seguro que su aroma aún te envuelve y tu amor aún le llega.
Un abrazo grande.
Estos aniversarios siempre son tristes, pues inevitablemente repasas la "película" de lo que ocurrió entonces. Por eso este año he querido remontarme más atrás, a la mujer que había sido, no la que era este día de hace 18 años.
EliminarEn ocasiones viendo algo que han utilizado nuestros padres nos llegan vivencias y recuerdos de ellos, en mi caso de mi padre, cuando utilizo alguna herramienta que el tenía, cuando recuerdo la primera radio que yo escuché con auriculares, una radio galena fabricada por mi padre que luego la fui mejorando. Por supuesto esa radio ya no existe, pero me queda el recuerdo de mi padre que regaló varias de ellas hechas con sus manos.
ResponderEliminarMi padre tsmbién tuvo una radio de galena hecha por él, pero yo no llegué a conocerla aunque le oí contar que con ella se enteraba durante la guerra de noticias que no eran "oficiales".
EliminarTu madre tenía razón. De las novelas policíacas o de detectives interesa más el cómo que el quién, y al releerlas siempre se capta un detalle que resulta nuevo. Y la respuesta que das a Leodegundia podría haberla escrito yo perfectamente.
ResponderEliminarYo creo que a mi madre incluso le gustaba conocer el desenlace, pues muchas veces miraba el final para recordarlo.
EliminarQue pena que mi madre nunca disfrutó ni del cine, ni de las novelas. Yo creo que estaba siempre tan atareada con tantos como eramos en casa que apenas tenía tiempo libre; y ya cuando la casa se fue vaciando, lo que a ella le gustaba de verdad era salir a la calle, con la escusa de cualquier compra o simplemente para ver el sol. Era y sigue siendo muy poco 'casera'.
ResponderEliminarQue buenos recuerdos nos cuentas de tu madre.
Este verano hará 28 años que se fue y podría escribir ahora lo mismo...
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