Sobre su larga muerte y esperanza
desnudo el cuerpo entero
-la palabra, la sangre, la memoria-
definitivamente
será mi cruz
América Latina
Dios, pobre y masacrado.
grita al Dios de la vida
desde esta colectiva cruz
alzada
contra el sol de Imperio y sus tinieblas,
ante el velo del Templo estremecido.
Mañana será Pascua
-porque Él ya es mañana para siempre-
(Revestida de llagas y sorpresas,
vendrá por el jardín
la Libertad
hermanos.
Y hay que poner ternura en las quenas despiertas
y quebrar los aromas solidarios
y conminar el miedo del sepulcro
desarmando a los guardas)
Pero hoy todavía es Viernes Santo.
Todos somos testigos,
entre dados y lanzas,
mientras la madre llora sobre el hijo caído.
Yo no quiero negarme ese misterio.
¡Yo no quiero negarTe!
América Latina
será mi cruz
definitivamente.
Dolorosa
ResponderEliminarUn camarín tenebroso.
¡Dos ramitos de azahar
–tela y talco– te acompañan,
Virgen de la Soledad!
Una luz de mariposa
pone un horrible fulgor
en las cejas y la boca
de la imagen del dolor.
Una imagen con un manto
de velludo funeral,
¡ay! una imagen que llora
gotas de limpio cristal,
y tiene oblicuas las cejas,
estirada la nariz,
desencajada la boca,
y contrahecho el perfil,
y siete enormes puñales
perforando el corazón,
hincados por aquel mismo
pueblo de la compasión.
De José Moreno Villa (Málaga, 16 de febrero de 1887 - Ciudad de México, 25 de abril de 1955) fue un archivero, bibliotecario, poeta, articulista, crítico, historiador de arte, documentalista, dibujante y pintor español. Fue una figura importante de la Generación del 27.
Menuda diferencia entre estos dos poemas, dos formas distintas de ver lo mismo.
EliminarEstoy convencido de que Jesús habría escrito el poema de Pedro Casaldáliga, aunque sin la limitación geográfica de América Latina, sino para todos los confines de la tierra.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ten en cuenta que Pedro Casaldáliga tenía el encargo de Jesús de “pastorear” América Latina.
EliminarFeliz Pascua ya en las puertas.
Pedro Casaldáliga, Ignacio Ellacuría, Jon Sobrino, Elsa Támez, Helder Cámara, Domingo Laín, Arnulfo Romero y tantos como ellos que han dado testimonio cotidiano de su apasionada creencia en el ser humano, de su ferviente compromiso social, son el extraordinario ejemplo de un cristianismo alejado de los oropeles, los cirios y el folklore turístico.
ResponderEliminarEllos y otros muchos anónimos repartidos por el mundo son la auténtica Iglesia, los auténticos cristianos. Los demás, solo intentamos serlo… sin conseguirlo.
EliminarAmérica Latina aún está en su Viernes Santo. Ya veremos si es capaz de resucitar al tercer día, porque aún le queda mucho camino.
ResponderEliminarMejor diríamos si la dejan…
EliminarTawaki dice que América latina aún está en su Viernes Santo y yo diría que no sólo América Latina, todo el mundo lo está y cada vez mas.
ResponderEliminarPero mira lo que dice Casaldáliga:
EliminarY hay que poner ternura en las quenas despiertas
y quebrar los aromas solidarios
y conminar el miedo del sepulcro
desarmando a los guardas.
El mundo somos nosotros, los que estamos aquí para algo.
Si, el mundo somos nosotros, pero lo que ya no está muy claro es eso de que estamos aquí "para algo" porque de momento ese "algo" no está saliendo muy bien.
EliminarNo seas pesimista, mujer... Mira a las personas que sí lo han hecho bien, como Pedro Casaldáliga.
EliminarNo sé si estamos para algo o no, pero ante la duda... Discrepo en que el mundo esté tan mal. De hecho, está mejor que nunca y los datos así lo demuestran salvo por una cosa: el medio ambiente. Es evidente que la Humanidad es una lacra desde ese punto de vista, pero como seres humanos nunca estuvimos mejor. Insisto, con datos en la mano, no solo con lo que sale en los telediarios.
EliminarComo le he dicho a Calandra, tendemos a fijarnos solo en lo malo y a los telediarios les ocurre igual. Vemos las guerras, los exterminios, la inmigración... pero no los avances en la medicina, que curan a muchas más personas que se curaban antes. Un tío mío murió con 6 años de sarampión y otro con 23 de apendicitis, pero ahora no muere nadie de eso, al menos en el primer mundo. Nos queda la asignatura pendiente de tantos países en los que se sigue muriendo por menos causa aun, por eso digo que estamos aquí para algo.
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