Foto de EFE en El Español
Por mi edad, es evidente que viví la dictadura franquista desde el principio hasta el fin. De niña, con mi inocencia, de muy joven tampoco muy consciente, pero con la madurez se puede decir que llegó la “conversión”, abrí los ojos a lo que estábamos viviendo y tomé partido. Viví entonces la falta de libertad, el dolor de las detenciones, de los apaleos de los grises, incluso de los muertos cercanos en las manifestaciones. Viví la injusticia, la rabia, el miedo… Pero nunca dejé que anidara en mí el odio, sabiendo que es un sentimiento destructivo que no nos lleva a ninguna parte. Gracias a ello, cuando murió el dictador no brindé ni lancé cohetes, pero el día del entierro me senté ante el televisor para comprobar con mis propios ojos como le daban sepultura. Y lo vi. Vi como arrastraban una enorme losa de tonelada y media, la vi correr poco a poco sobre el agujero por el que había desaparecido el ataúd, hasta que lo cubrió del todo sin dejar un resquicio, sepultando 40 años nefastos. La sensación que experimenté entonces fue indescriptible y ni aún ahora, tantos años después, puedo describirla. Pero lo que sí se es que no me gustaría nada ver levantar esa losa. Me da miedo, lo confieso. Vayamos a historias…
El periodo transcurrido desde entonces es mayor que el de la propia dictadura. Lo digo por ponernos en situación, porque me da la impresión de que si seguimos existiendo en el 3023 seguiremos hablando del dictador. Si se levanta la losa es porque hay alguien que se beneficia, no porque realmente se quiera hacer justicia con las víctimas, pero cada uno que crea lo que quiera.
ResponderEliminarVisto desde Suiza, me da pena que España siga estancada en la división de siempre. No soy partidario de borrar el pasado, pero sí de dejar de mirar hacia atrás constantemente cuando lo que conviene es crear un país entre todos, afrontando un futuro ya de por sí complicado.
Por otro lado, puestos a mirar atrás, no entiendo ese empeño en detenerse en 1936. Parece que no interesa contar lo que sucedió antes de esa fecha ¿verdad? ¡Cuánta manipulación! ¡Cuánto adoctrinamiento!
Este es un asunto serio, al que he querido dar un toque de humor, quizá para quitarle hierro, acordándome de aquella película y novela de los años 80 Y al tercer año resucitó, porque la realidad es que no tengo claro si habría que sacarlo de ahí o no.
EliminarYo lo dejaba como está, pero entiendo que a algunos pueda resultarles molesto, y por ellos, estoy dispuesto a apoyar el traslado. En cambio, por los hipócritas que solo buscan venganza... por ellos no movería ni un dedo, y de éstos hay demasiados.
EliminarResultará molesto esté donde esté, pero el pasado no podemos borrarlo cambiando de sitio los muertos. Este y todos los demás.
EliminarVayamos a historias...
ResponderEliminarEstá la describió perfecta, aunque escribió "indescriptible"
Un abrazxo
La historia la conozco, la he vivido, pero lo que no se es como debería terminar. Muchas gracias por tus palabras y la visita.
EliminarEsperemos a ver como termina la historia, ya que los Franco se niegan a que sea exhumado, pero si lo es, no quieren hacerse cargo de los restos, así que en justa correspondencia, el hizo que muchos cuerpos terminaran mal enterrados en alguna cuneta...
ResponderEliminarComo digo más arriba, no tengo claro lo que es mejor hacer con esos restos, pero si me apuran, me inclino por dejarlos ahí, que se vayan los frailes y dejar abandonado el monumento para que siga desmoronándose poco a poco.
EliminarEspaña es más de echar tierra sobre los muertos que de poner losas...
ResponderEliminarCon sudor de tu frente comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella te sacaron; pues eres polvo y al polvo volverás. Gn. 3, 19
EliminarLo peor es que el hombre quedó bajo la fosa pero sus partenaires y aduladores continuaron figurando en los títulos de crédito merced a la Ley de Borrón y Cuenta Nueva.
ResponderEliminarYo sería más dura al mencionar a sus seguidores y, más que partenaires y aduladores, los llamaría cómplices necesarios.
EliminarLamentablemente los pueblos que miran tanto hacia atrás no pueden planear un futuro digno, pues siguen los odios y nubarrones cerrando el entendimiento. Aquí pasa mucho de lo mismo y cada vez es más difícil la reconstrucción del país. Es una etapa dolorosa, para mí fueron varias porque siempre veo resbalar en el mismo barro a todos. Abrazo.
ResponderEliminarPero también se dice que el país que olvida su Historia está condenado a repetirla.
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