En todos los años que llevo con el blog, siempre he presumido de que no tengo spam, que Blogger me ha instalado un vigilante que mantiene a raya a los invasores. Sin embargo, desde hace un par de meses, se ve que el “segurata” de Blogger anda distraído y me están entrando unos comentarios, que enlazan casi siempre a salas de juego. Yo los elimino o los mando a la carpeta de spam, pero como Blogger no me avisa de su publicación, muchas veces están bastantes horas y parece ser que eso les basta, por lo que repiten y, aunque los borre, aparecen entre los últimos comentarios.
Por esto, voy a tener que establecer la moderación por una temporada, a ver si así se cansan. Y lo siento, porque nunca me ha gustado moderar los comentarios. Es algo que he rechazado siempre, pues me parece que es limitar la libertad del que visita el blog, pero no me queda otra si quiero librarme de estos visitantes tan incómodos.
Ustedes, vosotros, amigos, visitantes y posibles visitantes, me perdonarán y espero que pronto pueda abrir de nuevo mi puerta de par en par.
Ese mal lo padecemos muchos y siempre me he resistido a moderar los comentarios, salvo cuando "alguien" usaba mi blog para difamar a una tercera persona. Como se ve, no todos hacemos buen uso de los medios con los que contamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo no los he moderado ni siquiera cuando he tenido algún trol dando la lata, pero ahora no veo otra forma de resolver esto. Abrazos.
EliminarEl spam en Blogger anda revolucionado; lo he visto en otros blogs de la plataforma y me ha llamado la atención. En Wordpress el spam va, de momento, al vertedero correspondiente, sin interferir en los comentarios públicos. Un par de veces a la semana hago una borrada general para refrescar la carpeta de spam.
ResponderEliminarAsí ha sido aquí desde que tengo el blog y en todos esos años habrán entrado en la carpeta de spam dos o tres comentarios, que los he dejado por si Blogger los veía y tomaba medidas, pero ahora parece que se le están escapando.
EliminarNo sé si es tu caso, pero el spam que recibo siempre va dirigido al mismo post; se ve que han tomado nota de él y ahí lanzan su propaganda, lo cual me facilita encontrar los comentarios que Wordpress manda a spam aunque no lo sean; porque, eso sí, el vigilante wordpressiano es tiquismiquis y, como alguien añada un par de enlaces al comentario, lo envia directamente al purgatorio.
EliminarPues en mi caso no es así, ya que se reparte en entradas muy antiguas y pocas veces repite la misma.
Eliminar¿Cómo va la coseta de la invasión?
ResponderEliminarEntró uno, lo envié a spam y no ha vuelto a entrar ninguno, así que parece que funciona, pero no me atrevo todavía a levantar la moderación.
EliminarQue curioso, ya has visto que yo tengo mi blog desde hace muchísimos años y hasta ahora no había tenido el problema que dices. Ayer envié a hacer puñetas un comentario en un post antiguo con publicidad en chino sobre un casino. ¿Como llegan hasta aquí esas cosas?
ResponderEliminarYo tampoco lo he tenido hasta ahora. Sí veía en las estadísticas del blog que algunas veces había como un chaparrón de visitas de golpe, pero eso parecía que lo paraba Blogger, porque no se reflejaba en los comentarios. Sin embargo, ahora han empezado a darme la lata y he tenido que poner la moderación, que no me gusta nada. Entre esto y las pocas visitas que tengo, me están dando ganas de echar el telón...
EliminarMujer, echar el telón es una medida excesivamente drástica. Ya vendrán tiempos mejores. No me cierres la oportunidad de leerte e intercambiar puntos de vista.
EliminarEs un halago lo que dices y te lo agradezco, pero llevo pensándolo desde hace tiempo y no porque el blog me pese, sino porque la falta de visitas me hace suponer que ya no interesa lo que escribo. En realidad, sí hay visitas y las estadísticas del blog me las señalan, pero siempre he dicho que paso de los visitantes que llegan a mi casa, miran los cuadros y se van sin saludar siquiera, porque son enviados de Google, no visitas reales.
EliminarLo que más se nota en las bitácoras que llevan un tiempo en red es la ausencia de las personas que comentaban habitualmente y que, por diferentes motivos, ya no siguen en línea. Eran el contrapunto, la opinión ajena que podía converger o no y que enriquecía los debates haciendo fluir diversas ideas que complementaban lo expuesto en el artículo principal.
EliminarLas visitas, bueno... Las hay reales, aunque no comenten; yo llevo igual quince años visitando una bitácora y, pese a que hasta hace poco estaban abiertos los comentarios, jamás escribí ni un escueto "hola", con leer me era suficiente.
Yo echo de menos también, desde hace años, el debate entre los visitantes, ya lo he dicho otras veces. Los blogs nacieron de los foros y, al principio, heredaron de ellos el debate, pero luego ha derivado a que el que comenta se dirige a quien administra el blog, ignorando y, algunas veces, ni leyendo lo que han comentado otros visitantes.
EliminarTambién tuve algunas visitas de esas, ahora menguaron porque siempre elimino definitivamente. Respecto a las entradas y los amigos pienso que la pandemia nos ha golpeado un poco y hubo un desgano general. Estuve a punto de cerrar, pero en mi caso, aunque sean pocas visitas,sigo apreciando las mismas. Te mando un gran abrazo
ResponderEliminarYo aprecio cualquier visita que me hacen, pero echo de menos cuando eran más numerosas y me siento responsable de no ofreceros suficiente interés en lo que escribo.
EliminarNada de eso, tu blog es tan sabroso que aún para los momentos vacíos viene bien para releer aunque no se comente. Como te dije también me pasa algo así. Abrazo muy apretadito
ResponderEliminarLa realidad es que los blogs están de capa caída. He estado dando una vuelta por ciertos blogs que antes tenían mucho éxito y están detenidos desde el año pasado o el otro y con las últimas entradas sin comentarios.
EliminarNo hay que dejarse abatir por eso. aunque sea a los tropezones pero funcionar nosotras al paso que podamos. Besos
ResponderEliminarTampoco podemos ir a contracorriente. Las cosas tienen su época, comienzan y terminan; los blogs tuvieron su principio y puede ser que les haya llegado el final.
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