1/3/23

Censurando el pasado

 

Los andaluces queremos

volver a ser lo que fuimos

hombres de luz que a los hombres,

alma de hombres les dimos.


      Ayer, día de Andalucía, mientras colocaba aquí la verdiblanca y oía en el móvil el himno, para hacer un izado de bandera como Dios manda, se me ocurrió pensar que con su autor, Blas Infante, se está haciendo lo mismo que con Roald Dahl, pues a los soberanistas andaluces les ha dado por enmendarle la plana al Padre de la Patria Andaluza, corrigiendo la letra que él le puso que, al parecer, no la consideran políticamente correcta. Según su política, claro. Y así, donde Infante escribió: Sea por Andalucía libre, España y la Humanidad, ellos dicen:...los pueblos y la Humanidad. Los pueblos. Así, con par, señor notario. Sin preguntarle a usted, por supuesto. Le costó la vida el himno y ahora van y se lo cambian, porque eso de mencionar a España no les gusta. Y porque ellos son más andaluces que nadie. Más andaluces que usted, don Blas, y que todos los andalucistas que cayeron en aquellos aciagos días.

 

19 comentarios:

  1. Últimamente pareciera que España, el nombre de nuestra Patria, y todo lo que se derive de él, en España resultara políticamente incorrecto.
    No encuentro otro país en el que ocurra algo parecido.
    Un abrazo!

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    1. Yo comparto andalucismo con los andalucistas y, precisamente por eso, no me gusta ver censurado a Blas Infante. Lo que escribió, incluido el himno, es reflejo de su pensamiento y, si lo tenemos como referente del andalucismo, no podemos "podarlo" y quedarnos solo con lo que nos parece. O todo o nada...

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    2. Tienes razón, Bisílaba. Pero es que llevamos así desde el siglo XIX, cuando se pretendió imponer la historia de Castilla como esencia de España y las "periferias" se rebelaron a favor del pasado de sus propios territorios. Ahí nacieron los nacionalismos, que fueron un pulso contra la preponderancia castellana. A partir de ese momento, unos, otros y los de más allá, se dedicaron a falsear, parchear, inventar e imponer. El mismo término "Reconquista", al que tanto apelan algunos actualmente, es un término nacido en ese siglo XIX y embrión de muchos desencuentros entre quienes afirman que la idea de España se remonta a la época visigoda y los que consideran que la nación española, como tal, no tuvo entidad completa hasta el sigo XVIII.

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  2. Que un presidente como el de Ferrovial (empresa multinacional española que opera en el sector de las infraestructuras a través de cuatro divisiones: Autopistas, Aeropuertos, Construcción y Servicios), después de la cantidad de ayudas que ha recibido del Gobierno español y por supuesto de todos los españoles, que se lleve la sede a los Países Bajos, ya que allí tiene menos fiscalidad, es para que tuviera que devolver todas las ayudas recibidas.
    En Venezuela cuando estuve, nos comentaban los venezolanos, que allí existía la Casa Francesa, la Alemana, la Portuguesa, la Italiana... pero no existía la casa española, ante nuestra extrañeza, nos decían, existe la Casa Gallega, la aragonesa, la catalana, la extremeña... pero no la española. Así que todo lo que nos cuentes no me extraña.
    Como dice bisílaba, no encuentro otro país...

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    1. Lo de Ferrovial es lamentable por la mala imagen que da, pero ya se sabe que las empresas van a lo que les conviene y los impuestos altos "a los ricos" son un arma de dos filos.

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  3. ...con Dahl y, ahora también, con Ian Fleming, el creador de James Bond, del que ya se están reeditando novelas expurgando alusiones racistas y sexistas, que es otra manera de "purificar" un contexto histórico con actitudes que no tienen nada que ver con la realidad habida entonces. Es una necedad. Y peligrosa, porque se componen escenarios pretéritos inexistentes., como si los valores actuales tuvieran efecto retroactivo. Vergonzoso e inaceptable.

    Que se enmiende a Blas Infante no es sino consecuencia de una tergiversación de la realidad que tiene su origen en el siglo XIX, cuando se empezó a mirar la historia de España y sus territorios, no para aprenderla y evitar caer en los mismos errores, sino para refundarla y hacerla acorde con determinados intereses. ¿Resultados? Un cúmulo de falsedades que se vienen arrastrando hasta nuestros días. La historia de España se ha enseñado mal y se ha transmitido peor; se han repetido tanto las paparruchas, que, en la actualidad, desentrañar los hechos ciertos de semejante galimatías es tarea difícil, no porque no haya documentación que desdiga las falsedades sino porque los mismos intereses que fomentaron las mentiras se mantienen vigentes. Un horror.

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    1. Y si a las paparruchas del XlX le añadimos los cuarenta años del franquismo... Porque mis libros de Bachillerato son como para cogerlos con pinzas, empezando por la Literatura de Díaz Plaja, que no menciona a García Lorca ni a Miguel Hernández. Y no hablemos de la asignatura que nos impartían las de la Sección Femenina, que se llamaba precisamente Patria y no paraba de citar a los Reyes Católicos.

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    2. Uf, la historia de España en manos del franquismo es pa mear y no echar gota. Ahí ya el descalabro. Si, además, reconocemos que de esa historia cogida con pinzas todavía hay una mayoría que la tienen como única fuente de conocimiento, se entienden las melonadas que se leen y escuchan. A mí lo que me fastidia es que quizás ya no tenga remedio. Alguna vez, en algún foro, que he intentado rebatir CON DATOS determinadas falsedades comunmente creídas, me han llamado de todo, y mira que ni soy españolista ni aragonesista; solo un apasionado de la historia de este país nuestro.

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    3. Debería buscar mi libro de Historia de España, pues seguramente habrá cosas curiosas...

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  4. Estoy hasta el moño de tanta censura y tanta tontería. Perdón, no son tonterías, sino tiros para los que antes se ha apuntado bien, que de lo que se trata es de manipular y desinformar para hacernos cada vez más tontos y manejables. Vivimos la mayor censura de todos los tiempos, y el futuro no es nada halagüeño, me temo.

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    1. Si aprendiéramos a pensar por nuestra propia cuenta y no dejarnos llevar por el primero que dice algo que nos resulta bonito...

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  5. Hablando de censura te voy a contar lo que me ha pasado hace diez minutos...
    No sé si te has percatado que, de vez en cuando, viene a mi blog una persona que comenta en francés, idioma que yo mismo utilizo para comentar en su blog, en el que ella escribe desde Rusia y que tiene los comentarios moderados. Pues bien, hoy leía un post suyo sobre la visita del presidente chino a Rusia y le comento: "Me parece tan importante como necesario que la diplomacia china pueda servir, además, como puente en el conflicto entre Rusia y Ukrania. Buen domingo". Lógicamente, al estar moderado, el comentario ha tardado un rato en salir publicado y, cual no sería mi asombro, cuando, bajo mi nick de Una mirada... leo que mi comentario se había transformado en "La diplomacia china es excelente. Chapeau! Buen domingo". Me he quedado... Me pinchan y no sangro. Imagino que la propia bloguera se ha visto obligada a hacer el cambio para evitarse problemas, lo que implica que en Rusia hay un seguimiento brutal de lo que su ciudadanía hace y dice o la propia ciudadanía se tema que lo haya.




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  6. Yo también me quedo estupefacta y por dos motivos. Por esa censura y también porque no sabía que el administrador de un blog puede cambiar un comentario. En Blogger puedes borrarlo, pero no cambiarlo y eso es normal considerando las cosas que te pueden decir o el mismo spam, pero me parece una aberración poner en boca de otro lo que tú quieras. Es algo que no debería estar permitido.

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  7. En WordPress se dan ambas posibilidades, borrar y editar, tanto los comentarios propios como los ajenos; en cambio, así como en Blogger los intervinientes podemos eliminar nuestros comentarios, en WordPress, no. Solo en una ocasión utilicé la edición de un comentario ajeno para corregir unos errores ortográficos, a petición de la propia autora, pero jamás se me ocurriría alterar ningún mensaje como se ha hecho con el mío.

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    1. Después de este comentario, he recordado que hace tiempo ya supe por Unjubilado este problema de WordPress y que me quedé tan pasmada como me he quedado ahora. Es inconcebible que ese alojamiento mantenga una función que raya en el delito (o cae en él) pues puede haber blogueros/as que, al tenerla a su disposición, piensen que es lícito utilizarla. Y no lo es, nunca podemos rectificar algo que está escrito y firmado por otra persona, sea en los comentarios de nuestro blog o sea cuando citamos algo de otro blog o de cualquier otra página. Por eso, más que a la que te ha cambiado el comentario, yo culpabilizo a WordPress, que tiene también otra función que se presta a situaciones de estas. Se trata de exigir una dirección de correo al comentar, dirección que puede utilizar el administrador del blog para dirigirse a quien comenta, cosa que no debe hacerse nunca, pues es atentar contra la protección de datos y roza también la ilegalidad, pero que ocurre y a mí me ha ocurrido.

      Por estas dos cosas y aun reconociendo que WordPress funciona mejor que Blogger y tiene más recursos, creo que no estaré nunca ahí, a no ser que Google nos ponga en la calle o nos empuje a irnos a fuerza de fallos.

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    2. Para no repetirme ni hacer copypaste, añadir, a lo que te he respondido en mi bitácora, que espero que Google mantenga en activo su plataforma de blogs mucho tiempo, sobre todo, porque los cambios implican nuevos aprendizajes. Pero si, por causas de fuerza mayor, tuvieras que hacer mudanza a WordPress, verías cómo te adaptarías al poco tiempo y olvidarías esas opciones que no te gustan (entre, otras cosas, porque no harías uso de ellas).

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    3. Yo sí que he hecho copypaste... Pero era eso o repetir lo mismo con otras palabras. Menos mal que solo tenemos un par de personas que nos visitan a los dos y, de ellas, una no es fácil que vea estos comentarios.

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  8. Cuando te conté lo ocurrido, no había pensado siquiera hacerlo público en un post; posteriormente, pensándolo mejor, me dije que esa mala experiencia personal podría servir colectivamente para ser conscientes de los intríngulis que pueden darse en las interacciones blogueras. En los dieciocho años que llevo blogueando (primero en Blogia y luego en WordPress) me han suprimido comentarios e incluso bloqueado en un par de blogs de derechas pero nunca modificado los comentarios, y así como en los borrados y bloqueos entendí que los administradores estaban en su derecho, en este último caso me pareció una acción tan grave, tan atentatoria contra la libertad de expresión, tan peligrosa por las posibilidades que tiene, que entendí que no debía guardármela.

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  9. Has hecho bien en hablar de ello, pues, como ya dije, habrá personas que no sepan si eso se puede hacer o no. Yo llevo en los blogs más o menos el mismo tiempo que tú, ya que antes de tener el blog estuve varios años comentando en otros y, en tanto tiempo, me ha ocurrido de todo. Lo de esa bloguera tuya, no, pero cosas parecidas, incluido que me eliminen un comentario ya publicado o que escriban una entrada solo dedicada a ponerme de vuelta y media. Son gajes del oficio, que no deben hacernos olvidar que estamos en esto porque nos gusta y que, como no tenemos ningún rendimiento económico ni de ningún tipo, somos libres de actuar según nuestro criterio, sin que nada ni nadie nos condicione.

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