21/2/24

Calor de hogar



      Algunas veces digo que me gustaría tener mi casa más limpia y ordenada...pero no mucho. Me explico. Las casas muy perfectas en las que todo está reluciente y no hay nada fuera de su sitio, me parecen como con poca vida, me dan una sensación de frialdad semejante a la de una tienda de muebles o una exposición. No hay vida en ellas, es como si las personas que las habitan estuvieran de paso y no dejaran huella. Yo necesito una casa con periódicos, el móvil y las gafas encima de la mesa, con un libro, una fotografía, una nota escrita en papel sobre un mueble o el folleto del supermercado en la encimera de la cocina. 

      Y necesito también que, cuando alguien me visita, se note luego. Ver que hay algo fuera de su sitio, que el sillón donde se sentó está ligeramente cambiado de postura o la puerta del baño cerrada cuando yo siempre la dejo abierta. Necesito ver la huella de su paso en mi soledad. 

 

20 comentarios:

  1. Seguro que entonces te gustaría mi casa, aunque solo en una cosa no participo contigo, es en cerrar las puertas, me gustan que estén cerradas, pero tampoco soy un taliban de ello.
    Saludos

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    1. A mí me cuesta cerrarlas, pero en verano lo tengo que hacer por el aire acondicionado y termino el verano con clastrofobia.

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    2. Yo, lo de cerrar las puertas lo llevo de serie... 😆🤷

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    3. No sé si estas cosas vienen de serie o son adquiridas, pero lo que sería curioso averiguar es si están vinculadas con facetas de nuestro carácter.

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  2. Las casas son, o deberían ser, para vivir, para hacer de ellas el cuartel general; las de exposición, las perfectas no son sino para `posar la vista por el mobiliario y al decoración. Dan hasta cierta grima. Pero, claro, cada cual en su vivienda actúa según sus propios principios. También te diré que una casa acogedora no está reñida con el orden y la limpieza escrupulosa.

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    1. Por supuesto que con la limpieza no está reñida, que eso nunca sobra, pero, para mí, sí lo está con un excesivo orden. Cómo ya digo, una casa sin la huella de las personas que viven en ella, me resulta fría y hasta un poco inhóspita. Mi padre, al que he mencionado hace poco, era ordenadísimo en sus papeles y su trabajo, su tablero de dibujo y sus cajones eran un prodigio de orden, pero sin embargo, en otros ambientes de la casa, se notaba su huella, estaban sus gafas siempre a mano, el periódico en la mesa, su billetera en el dormitorio esperando la salida... No era ese orden de todo guardado, todo quitado de en medio, como si no viviera allí. No, no hay vida en ese orden.

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    2. Repasando ahora mi respuesta, veo que no es del todo exacta, que no refleja del todo mi pensamiento. En realidad, yo creo que la limpieza también puede ser excesiva. Y estoy acordándome de una vecina que, hace años, siempre estaba presumiendo de tener unos suelos tan brillantes que, al andar sobre ellos, veía sus bragas reflejadas. Y, sinceramente, me parece algo terrible que el mayor orgullo de una mujer sea alcanzar ese culmen de limpieza.

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  3. En mi casa a veces hay orden, en otras, los objetos se mueven solos y aparecen en los sitios más inverosímiles. En cuanto a las puertas, no es lo mismo verano que invierno, en esta época del año casi todas las puertas están abiertas de día, pero por la noche me preocupo para que se queden cerradas, el motivo es que por ningún motivo haya circulación de aire de unas a otras, el cierzo penetra hasta por las paredes, de día todas abiertas y por lo menos más de media hora también todas las ventanas. En verano, puertas abiertas día y noche y las ventanas por la noche también.

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    1. Como he dicho más arriba, yo soy de puertas abiertas, hasta duermo con ella de par en par. Solo en verano tengo que cerrarlas y me fastidia un montón.

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  4. Qué bien has definido esa sensación de frialdad en algunos hogares. Me ocurre lo mismo que a ti. Limpieza toda y orden relativo.
    Un abrazo de finde!

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    1. Para mí el orden es saber donde encontrar las cosas, no el sitio donde estén.

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    2. ... Y las prefiero lo más a mano posible.

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  5. Que bien explicas lo que se siente cuando nadie mueve una coma de tu casa. Sales por la mañana y si dejas un plato encima de la mesa de la cocina allí está cuando vuelvas. No ha pasado nadie a mover nada, no hay nadie mas que uno/una misma.
    Ahora que vuelvo a leer mi comentario me doy cuenta de que no hablas de la soledad, sino de las casas frías. Bueno, pues yo te he cambiado el tema. La próxima vez me fijaré más. Un abrazo.

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    1. En realidad, tú estás contestando al segundo párrafo de mi entrada, que hasta ahora no se había mencionado en los comentarios. Sí, hablamos de soledad y de eso se yo un rato largo...

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    1. Es que donde se ponga un cenicero encima de la lavadora...

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  7. He tenido que buscar la palabr orden en el diccionario. Me temo que no aplica a los espacios que habito. Yo lo intento, pero alguien debe regarlo todo mientras duermo...

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    1. Pues seguro que tu casa es más acogedora que una ordenada. A no ser que no haya donde sentarse...

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    2. Soy más de ocupar mesas que sillas

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