Hace ya algún tiempo y en el trascurso de una conversación, una persona amiga me formuló con resentimiento esta pregunta: ¿Qué me ha dado a mí España? Y a mí, a bote pronto, lo que me vino a la memoria fue la célebre frase de Kennedy: No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país.
Sin embargo, desde entonces le he dado muchas vueltas al asunto y he pensado que esta persona si, por ejemplo, hubiera nacido en Noruega, no tendría la piel tostada por el sol porque lo vería escasamente, pensaría en otro idioma y lo hablaría con otro acento, no tendría sus raíces hundidas en una cultura andalusí ni consideraría a Boabdil su último rey. O sea, que sería alguien totalmente distinto. ¿Puede decir, entonces, que no ha recibido nada del país donde nació?
Lo que nos lleva a dos cosas muy dispares, a lo del hombre y su circunstancia de Ortega y a aquella canción de Chenoa Soy lo que me das. Yo he pensado siempre que algo traemos “de fábrica”, pero que en gran parte somos lo que nos hacen los demás, lo que nos va aportando a lo largo de nuestra vida el país y el lugar donde nacemos, la familia en la que crecemos, las personas que nos rodean y que nos dan su amor... o su odio. Somos todo eso y, sin eso, no seríamos lo que somos.
Las personas resentidas suelen hacerse ese tipo de preguntas porque sólo piensan en lo que se le da o no se les da y normalmente no están satisfechas porque esperan a veces lo imposible y eso sí, sin molestarse ni un ápice ni trabajar por conseguirlo, solo esperan sentadas a que se les concedan sus deseos. Tu país te puede dar mucho, pero hay que saber apreciarlo y valorarlo.
ResponderEliminarYo pienso lo que digo más arriba de que el país donde hemos nacido nos da cosas que no apreciamos porque nos parece que son propias, que las trajimos “de serie”, pero no es así.
EliminarEstoy muy de acuerdo con lo que planteas: somos consecuencia de loa padres que nos han dado la vida, pero también de las circunstancias en las que hemos vivido, y aquí interviene no sólo la familia sino la sociedad, el clima y las costumbres en las que nos hemos desarrollado.
ResponderEliminarAbrazos.
Y la cultura milenaria que subyace en esas costumbres, en el acento con el que hablamos una lengua que es común con muchos países. Precisamente hoy estamos oyendo el himno de Blas Infante:
Eliminar¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!
Estoy totalmente de acuerdo contigo, no es lo mismo que yo haya nacido en España o haberlo hecho en Senegal. Y tampoco es lo mismo que durante muchos años los tres meses de vacaciones estudiantiles fuera a "veranear" a un pueblecito del Pirineo que a VERANEAR a un pueblo famoso de playa, las diferencias entre uno y otro han caracterizado mi forma de ser y pensar, independientemente de lo que hayan podido influenciarme mis padres.
ResponderEliminarPero esas circunstancias, ¿fueron para ti positivas o negativas? ¿Te dieron algo o te lo quitaron? Esa era la pregunta inicial que ha dado lugar a mi reflexión.
EliminarSe es de donde se pace, no de donde se nace... Cualquier territorio es propicio si una persona es capaz de asimilar y sentir el entorno en el que se mueve, haciendo suya el habla e integrando en su bagaje costumbres nuevas.
ResponderEliminarPero a donde se pace, se lleva unas señas de identidad de donde se nace, unas raíces, una cultura, que lo ideal es que se mezcle con la cultura del país que recibe y de lugar a un mestizaje cultural, cosa que no siempre ocurre. Hoy leo en una entrevista a García Montero, con motivo de haber recibido el título de Hijo Predilecto de Andalucía:
EliminarA mí me gusta elegir una Granada que tenga que ver con García Lorca, con Manuel de Falla y con la poesía arábigo-andaluza. La edición de poesía más bonita son los muros de la Alhambra, que están cubiertos de versos. Se que hay otras “granadas”, pero a mí me interesa la que habla de diálogo, de civilización, y que tiene memoria de mestizaje
Llego con retraso a felicitarte el Día de Andalucía. Me lo perdonarás... entre otras cosas porque ya sabes que yo soy de los que consideran que merece más ser el Día de Andalucía el 4 de Diciembre que el 28 de Febrero. Y... además soy de los que canta el himno con la estrofa original que lo compuso Blas Infante:
ResponderEliminar¡Sea por Andalucía libre,
los Pueblos y la Humanidad!
Felicidades, en cualquier caso.
Yo canté este himno cuando tú llevabas chupete y nunca tuvo esa letra, aunque sí recuerdo que cantábamos “a sembrar paz y esperanza” en vez de “a decir paz y esperanza”. En cuanto a la fecha, esto me recuerda que ya tengo que quitar la banderita y, mira, quizá la ponga de nuevo el 4 de diciembre y así todos contentos.
EliminarDebemos entender que si esa persona amiga considera a Boabdil su último rey... es andaluza. Y probablemente, es una posibilidad, crea que sí ha recibido mucho del país donde nació, y le esté agradecido. No por cuestiones tangibles, sino más bien por cuestiones inmateriales: la luz, el sol, la historia, el patrimonio, la cultura, la forma de entender la vida, de su acento, del rey Boabdil... que han acabado marcando su propia personalidad, como bien dices.
ResponderEliminarEl problema es que habláis de países distintos: esa persona habla de Andalucía y tú hablas de España. Seguro que detrás de esa desafección por España hay más que un simple "trueque", más que un motivo económico.
Al igual que Calandra, me he permitido hablar de esa persona sin conocer más que lo que cuentas de ella, aunque en mi caso no haya usado adjetivos ni certezas absolutas, entre otras cosas, porque nos dices que es tu amiga...
He hablado de Andalucía, pero como parte de España. Es mi tierra, mis raíces, pero no me encierro en ella, sino que me abro más allá. A España, a Europa, al mundo…. a la Humanidad.
EliminarLos andaluces queremos
volver a ser lo que fuimos
hombres de luz, que a los hombres,
alma de hombres les dimos.
A los hombres. A todos. No solo a los andaluces.
Dó andaluce discutiendo po vé quié ma andalú !!
Eliminarole, ole y ole!
Ojú, Niña, estás hablando en lo que mi padre llamaba “andaluz de teatro”, o sea, el andaluz que hablan en el teatro (en el cine o en la tele) los actores que no son andaluces.
EliminarAñado ahora algo que considero importante aclararle a Landahlauts. Para mí, el 28F es la culminación del 4D, pero, claro, volvemos a lo del chupete, tú estás hablando de Historia y yo hablo de hechos vividos, de cómo lo vivimos los de entonces, que puede ser que no seamos los mismos, pero aun tenemos memoria. Y mi memoria me dice que, efectivamente, el 4 de diciembre de 1977 iniciamos un proceso, un camino de lucha y reivindicación, pero que este proceso culminó cuando el 28 de febrero de 1980 metimos una papeleta en una urna.
EliminarPara mi, para los que piensan como yo, el 4 de Diciembre los andaluces en la calle consiguieron ser lo que son hoy, aunque sólo sea en los papeles, ser reconocidos como una nacionalidad histórica, y no como una región con autonomía.
EliminarHoy en día las instituciones andaluzas usan la festividad del 28 de febrero como una celebración light que les sirve para reunirse en el Parlamento y ponerse tibios de gamba roja de Garrucha, langostinos de Sanlúcar y jamón de Jabugo (no mentaremos los caldos, que no faltan tampoco). Eso, y un programa insufrible en Canalsú....
Para mí, que cuando lo conseguimos fue el 28 de febrero, Y eso, a pesar de que Almería nos lo puso difícil. Pero mira, ahora les está vendiendo sus gambas a los parlamentarios...
EliminarAy, la postverdad....
Eliminarhttp://www.noticiasdealmeria.com/noticia/127382/opinion/almeria-en-la-postverdad-del-28f.html
Eso sí que es postverdad y reinventar el pasado. Aquel día en Almería no ganó el SÍ... y punto. Nos pegaron a los demás un tortazo en plena cara... y punto. Así lo vivimos, que menudo berrinche al día siguiente.
EliminarY otra cosa que no tiene nada que ver. ¿Es que nadie me va a decir nada de la fotico de arriba? Haced clic en ella y me diréis si no es preciosa mi ciudad vista desde "to lo alto". A pesar de la contaminación...
ResponderEliminarPreciosa, sí. Y más preciosa sería aún sin ese tonillo amarillento que le confieren las partículas en suspensión y el dióxido de nitrógeno...
Eliminar;)
Y sin la lluvia de barro que nos ha puesto todo "colorao". Menos mal que ahora está lloviendo como Dios manda.
EliminarGranada no necesita que le digan lo extremadamente hermosa que es. Cuatro gotas de aguas pa las legañas y resplandece.
ResponderEliminarPero las actrices envidiosas y con mal acento como yo, lo necesitamos todos los dias varias veces, snifff
¡Que la disfruten muchos años con salud!
Ojalá le cayeran más de esas cuatro gotas de agua para quitarle la “boina” de contaminación que la tiene ahogada y a los granaínos respirando porquería y polvo sahariano.
EliminarGracias por la parte que me toca en el piropo y el deseo.
Creo que en ocasiones confundimos peligrosamente entre el ser personal relacionado con el caracter, el gusto, las apetencias, y la pertenencia a un colectivo al que podemos llamar patria, nación, etc... Seguramente lo único que tienen en común una y otra cosa es que, de partida, parece que nos vienen impuestos: los primeros elementos de entrada que configuran nuestro carácter tienen que ver con un entorno que nos viene dado, del mismo modo que pertenecemos a un colectivo por el simple hecho de haber nacido en el espacio geográfico que ocupa. Este último no me interesa lo más mínimo, no siento el menor interés por los sentimientos de ese estilo.
ResponderEliminarEn cuanto al primero, creo efectivamente, que como usted bien dice no nos queda otra que echar mano del señor Ortega y resignarnos a admitir que son esas circunstancias las que van a llevar de la mano a nuestro yo por el camino que es la vida.
Salud!
Al señor Ortega y a la señora Chenoa, que si sacamos la estrofa de ahí más abajo del contexto amoroso de una canción ligera, veremos que lo que nos está diciendo es que somos lo que recibimos. Si recibimos amor, amamos; si recibimos odio, odiamos. Todos sabemos que un niño que crece sin amor tendrá problemas para desarrollarse y sabemos también el ambiente de odio en que viven los suicidas que matan sin sentido.
EliminarSi me das ternura te regalo mi ilusión. La palabra regalo seguramente está ahí por cuestiones de ritmo, pero también podríamos leer en ella la gratuidad de la que estamos tan necesitados en un mundo en el que todo se vende y se compra, y que esa gratuidad se expande solo con un poco de ternura.
Mira lo que soy,
soy lo que me das,
si me das amor
yo te daré mi corazón.
Soy lo que me das,
si me das cariño
yo me puedo enamorar.
Soy lo que me das,
si me das ternura
te regalo mi ilusión.
Mira lo que soy,
soy lo que me das, amor.
Vivo fuera de España, como sabes, y soy además muy crítico con mi país de nacimiento porque me gustaría que mejorase en muchas cosas, pero al final todo tiene sus ventajas e inconvenientes. España es un país con una buena calidad de vida, que ofrece cosas igualmente buenas y sin embargo, ni es el único sitio donde vivir ni es el mejor.
ResponderEliminarHas puesto el ejemplo de Noruega, porque tendemos a mirar lo que consideramos mejor, pero yo le recomendaría a tu amiga que hiciese una lista de los casi 200 países reconocidos por la ONU y los ordenase según sus preferencias para nacer. Que compare luego lo que Mozambique, Malí, o Siria, o EAU, por poner solo unos ejemplos puedan ofrecerle y que piense antes de hablar.
Yo creo que a veces nos fijamos más en lo que nos falta que en lo que tenemos y que tomamos al pie de la letra eso de que las comparaciones son odiosas, cuando en muchas ocasiones sería bueno comparar.
EliminarCada país tiene lo suyo, bueno y malo. En definitiva el país lo compone su gente, buena y mala. Sus costumbres, buenas y malas. Su clima, bueno y malo. En fin, que siempre parece más verde el prado del vecino y hoy por hoy no hay ningún lugar que haga la diferencia, salvo por los desastres naturales o por guerras inventadas. Saludos
ResponderEliminarA mí me resulta difícil imaginarme viviendo en otro país, aunque reconozca que es mejor que el mío en muchos aspectos. Creo que los países son como las personas, que las queremos a pesar de su defectos.
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