En la calle y subiendo unas escaleras pavimentadas con empedrado granadino, me cruzo con una chica que, con sus altos tacones, baja por ellas agarrada a la barandilla y con tanta dificultad que hasta su acompañante tiene que ayudarle porque amenaza con caer rodando. Vamos, que yo a su lado, con mis años y mis achaques, soy una grácil bailarina.
Y me pregunto como es posible que alguien renuncie a su agilidad de joven por llevar unos tacones, que ni siquiera le sentaban bien porque se le veía más tacón que pierna.
La hay que por destacar, hacer cualquier cosa.
ResponderEliminarMientras reconoce su error le cantamos un fragmente de "Piensa en mi" de Tacones Lejanos.
Si tienes un hondo penar, piensa en mí
Si tienes ganas de llorar, piensa en mí
Ya ves que venero tu imagen divina,
tu párvula boca que, siendo tan niña, me enseñó a pecar.
Piensa en mí, cuando sufras, cuando llores, también, piensa en mí
Cuando quieras quitarme la vida,
No la quiero, para nada, para nada, me sirve sin ti.
Antes de Luz Casal en "Tacones lejanos", muchos cantantes interpretaron esa canción de Agustín Lara, pero la versión que más recuerdo es la de Los Panchos.
Eliminarse me perdió el comentario, (sniff)
ResponderEliminarLe decía que seguramente usted haría lo mismo con los convencionalismos actuales
Que he visto a una sobrina "anti-convencionalismos" disfrazarse y subirse ahí en la graduación, y tal y tal....
Kisss y Kisss
Pues no te creas, yo no soy alta y, sin embargo, nunca he llevado esos tacones, precisamente por lo que le ocurría a esta chica, que se veía más tacón que pierna. Un poco de tacón sí, pero creo que no pasé de los cinco centímetros.
EliminarDe joven se hacen muchas cosas que luego nos llaman la atención o nos parecen simplemente una locura. Adoro las mujeres con tacones, pero aquí quien falla es el acompañante. Unos zapatos así son para lucirlos, no para caminar con ellos. Le faltó llevarla en coche.
ResponderEliminarEn coche por el sitio que iban... lo veo difícil. Como digo, yo no he llevado grandes tacones porque los considero, incluso, poco estéticos y que no muchas mujeres los saben llevar, caminan bien con ellos. Pero es que, además, creo que tienen sus momentos, que no es lo mismo una fiesta, algún acto en interior, cuando no hay que caminar mucho, que un paseo por el casco antiguo de la ciudad en un día cualquiera.
EliminarYo nunca entendí lo de llevar esos taconazos, la verdad. Y la cantidad de problemas de pies y espalda que conlleva su excesivo uso y su tamaño, pues de algunos que he visto, si se caen de esa altura se parten la crisma como decimos en mi tierra. Yo ni de joven, ni nunca, creo que el par más alto que he llevado no pasaba de los cuatro centímetros y de tacón grueso, no de pirulí invertido.
ResponderEliminarPues menos entiendo yo ahora ver señoras de mi edad con tacones. Gruesos y de pocos centímetros, pero más inestables que un zapato plano y de suela de goma, que sería lo propio para ir por la calle. Y el caso es que las ves con bastón y hasta con andador... y tacones. Como si los lleváramos en los genes.
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