13/7/19

Cosa de hombres



San José. Círculo de Mantínez Montañés
Niño Jesús atribuido a Torcuato Ruiz del Peral
Iglesia Parroquial de Dílar (Granada)

      Todos sabéis que muchas veces me quejo de como son los jóvenes ahora, muy distintos de como éramos antes y, en algunos aspectos, peores. Sin embargo, hay algunas cosas en las que se ha mejorado y una de las que más me gustan es ver por la calle a un hombre joven con un niño en brazos o en un cochecito, incluso un bebé de meses, que no se tiene derecho, acunado en brazos. Es algo que siempre me quedo mirando con agrado. Diréis que es muy normal, que son sus hijos y es natural que los lleven en brazos. Y lo es, lo más natural del mundo… pero no siempre ha sido así. 

      Cuando yo era niña, era raro que un hombre llevara a sus hijos en brazos. Como mucho, podía llevarlos en los hombros, pero de ahí no pasaba, pues se consideraba que no era “propio de hombres”. Por lo que me contaron, mi padre sí me llevó, pero es que mi padre fue siempre distinto y hasta criticaba a un primo suyo que, siendo padre de varios hijos, jamás los cogía ni los besaba. Para él, eso era cosa de la madre que los había parido. Lo suyo era mantenerlos, pero no tener con ellos el menor gesto de cariño o ternura, pues eso podían interpretarlo como debilidad y perdería autoridad sobre ellos.

      Estoy hablando de hace muchos años, pero algo más reciente, entre 30 y 40, es la anécdota que le oí a una conocida. Me hablaba de que cuando se iban al apartamento de la costa, el marido se bajaba a la playa por la mañana con el hijo mayor, pero ella se quedaba haciendo la comida y, encima, con el pequeño, de poco más de un año, incordiando y pidiendo calle. Yo, extrañada, le dije:

-¿Y por qué no se lleva también al pequeño?

-Pues porque hay que llevarlo en brazos y a mi marido eso le da vergüenza, dice que no es cosa de hombres. El otro se lo lleva, a regañadientes, porque ya tiene cinco años y va andando, pero ni siquiera lo coge de la mano y un día me lo va a atropellar un coche al cruzar la carretera. 

      Literal y sin comentarios.
      

12 comentarios:

  1. ¿Cosa de hombres?
    Yo publiqué hace mucho tiempo una entrada que titulé "Solo para hombres" y no veas la cantidad de mujeres que vinieron a comentar.

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    1. Como se nota que el post tiene ya años, pues en este momento sería políticamente incorrecto considerar que el pico y la pala son solo para hombres.

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  2. El mundo a veces nos sorprende y cambia para bien. De hecho conozco a alguna pareja joven en la que quien más interés tiene en tener niños es él.

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    1. Buuueno... Eso no del todo indicativo, pues hay quien tiene mucha gana de hijos porque la que los pare y los cuida es ella.

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    2. Ahí, ahí... Que llevar un embarazo y parir son dos circunstancias exclusivamente femeninas por las que se pasa siempre de puntillas, incluídas las propias mujeres.

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    3. Por eso, me parece un buen avance que ahora esté presente el padre en el parto. Lo malo es que hay algunos que se caen redondos al suelo nada más empezar...

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    4. En estos casos, los que conozco, el hombre se implica mucho. Las mujeres trabajan y los jóvenes de ahora son muy diferentes.

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    5. Afortunadamente, porque los hijos son de los dos... mientras no se demuestre lo contrario.

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  3. Es cierto que tienes cierta prevención hacia las actitudes de la gente joven. Hace tiempo que me percaté; será que conoces poca o aquella con la que te topas acumula todo lo negativo que pueda tener una persona. Como en cualquier grupo, la hay de todo pelaje. Es cierto que, en la actualidad, las viejas normas de actitud encorsetada en función del sexo han ido diluyéndose y cada cual puede mostrar su sensibilidad y su carácter libremente. Eso que se ha ido gamando.

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    1. A ver. Yo no digo que la juventud de ahora acumule “todo lo negativo que puede tener una persona”, sino que tiene cosas, comportamientos, que en este momento son normales, pero a mí me parecen equivocados. Es mi criterio, lo que yo pienso, no siento cátedra sobre ello. Me limito a dar mi opinión en este blog, a pesar de saber que, en su mayor parte, los pocos fieles que seguís visitándome sois jóvenes. En algo se tiene que notar la edad que tengo… Sin embargo, muchas veces que he mencionado esas cosas que no me gustan, algunos me habéis dado la razón.

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  4. Hemos cambiado en algunas cosas para bien, sí. Y los que no... pues ellos se lo pierden.

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    1. Afortunadamente, lo que los italianos llaman tenerezza, ya no es exclusivo de la mujer y los hombres pueden también "ejercerla". Pueden acunar a un niño, cambiarle los pañales, pueden llorar cuando les apetece...

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