8/3/20

Escuela Pública/Escuela Privada



Escuelas de Poveda en el Barrio de las Cuevas (Guadix)
1903

      
      Hace más de 40 años, un profesor de la Facultad de Teología, hablando de la Ley de Enseñanza, que estaba entonces en discusión, nos dijo a los alumnos: Jesús envió a sus discípulos a evangelizar, no a enseñar Geografía o Matemáticas”. Y sentada esta premisa, vamos a hablar del tema, ahora en candelero en Andalucía.

      Pero antes, hay que hacer un poco de historia. 

     Todos sabemos que, en la antigüedad, el saber, la cultura, estaba en los monasterios y en la nobleza. Solo ellos sabían leer y escribir, solo ellos tenían acceso a los pocos manuscritos creados en esos monasterios. Con la invención de la imprenta, la cultura se extiende algo más, pero el pueblo llano sigue siendo en su mayoría analfabeto.  Pasa el tiempo y se va avanzando, pero siempre dependiendo del nivel económico, pues los ricos tienen para pagarle profesores a sus hijos, pero los pobres no. Y es cuando empiezan a surgir órdenes y congregaciones religiosas dedicadas a la enseñanza, algunas al servicio de los padres pudientes, pero otras no. Otras entienden que enseñar a leer y escribir, abrir las puertas de la cultura a los pobres, es un servicio a la sociedad y entra dentro de su vocación cristiana. El poder, las instituciones, no llegaban a todos y estos miembros de la Iglesia ejercen un papel supletorio. Y, como muestra, dos casos que conozco bien porque están en mi ciudad.

      En 1880, llega a Granada Don Andrés Manjón para dar clases de Derecho Canónico en la Universidad. Se aloja en la Abadía del Sacromonte y baja a sus clases a lomos de una burra. Pero ocurre que, en sus subidas y bajadas, pasa por el barrio del Sacromonte, que ahora es un sitio turístico, pero entonces era un barrio de cuevas ocupadas casi en su totalidad por familias de etnia gitana y gran pobreza. Pasa D. Andrés y se fija que los niños están todo el día en la calle, que no van a la escuela… por la sencilla razón de que no la hay. Nadie se ha preocupado de que esos niños tengan escuela, pero Manjón lo hace. Funda las Escuelas del Ave María, que no solo acogen a esos niños para enseñarles, sino que les dan a medio día “el potajico”, un plato caliente, que también necesitan. Y llegan las colectas, el recurrir a los vecinos de Granada para sostener aquello. Pero es que, además, Don Andrés aplica un sistema de enseñanza adaptado a unos niños, que ni ellos, ni sus padres, ni sus abuelos han tenido el menor contacto con un libro de texto. Yo recuerdo haber visitado de niña aquella escuela y sentir envidia del mapa de España construido en el suelo del patio, con sus montañas en relieve, sus ríos con agua… En mi colegio del centro había un mapa enrollado, que se colgaba de la pizarra y se llevaba de clase en clase según hiciera falta. Seguro que aquellos niños del Sacromonte y el Albayzín aprendieron Geografía con más facilidad que yo.

      Otro ejemplo. 

      En 1894, llega a Guadix (Granada) Pedro Poveda Castroverde, procedente del seminario de Jaén, atraído por la obra del Padre Manjón y sabiendo que en Guadix hay un problema similar: un barrio de cuevas habitadas por familias de extrema pobreza, que tampoco tienen escuela. En Guadix se ordena sacerdote y funda para ese barrio las Escuelas del Sagrado Corazón, aplicando en ellas los métodos de la Escuela Nueva, igual que las del Ave María. Pero, al parecer, resultaba demasiado avanzado para la burguesía y parte del clero, y tuvo que salir de la Diócesis. Sin embargo, su labor quedó y permanece aun.

      ¿Qué quiero decir con estos dos ejemplos? Pues que ha habido épocas y situaciones en las que la Iglesia -o sus miembros- han tenido que suplir las carencias de la sociedad y, si la educación no llegaba a todos, acercarla a los más desfavorecidos. ¿Qué ahora ya no hace falta? ¿Qué ahora el país está en condiciones de escolarizar a todos los niños? Pues la Iglesia y sus miembros… a otra cosa. Hay muchos países donde aun es necesario y también muchas necesidades de otro tipo que todavía no están cubiertas en el nuestro.

      Y que conste que hablo “desde dentro”, desde mi creencia y mi pertenencia a la Iglesia Católica.    

25 comentarios:

  1. Ratifico tus palabras. Los dos casos expuestos son emblemáticos, pero ese ha sido siempre el nacimiento de esa escuela que hoy muchos detestan. Creo que la formación debe ser un derecho ciudadano que debe cumplir el Estado con una buena enseñanza pública, pero si hoy desapareciera todo lo que no es público, necesitaríamos a esos constructores chinos que levantan un hospital en una semana, para que levantaran cientos de escuelas y las dotasen de maestros.
    Un abrazo.

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    1. Por eso me parece absurda esta especie de competición que se ha establecido entre la enseñanza pública y la privada, que parece que se están disputando los alumnos… Pero insisto en que, en este momento, no creo que sea misión de la Iglesia la enseñanza, pues hay otros sectores de la sociedad mucho más desprotegidos. Por otra parte, y siguiendo con la mirada “desde dentro”, está más que demostrado que el hecho de educarse en colegio religioso influye poco en la creencia adulta.

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    2. ...pero es que no hay ninguna competición entre la Pública y la Privada, Senior. Nunca la ha habido. El problema viene por la creación de los Colegios Concertados, sibilina manera de financiar lo que no es sino un negocio privado.

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    3. Cuando se estableció el sistema de los colegios concertados, se estuvieron barajando otras opciones, entre ellas la del cheque escolar, que no se si hubiera sido mejor. Aunque lo mejor del todo hubiera sido que el Estado se hubiera puesto a construir escuelas y formar maestros, para que no fueran necesarias esas plazas de los colegios privados. Pero no, no lo ha hecho, entre otras cosas porque le sale más barata una plaza en el colegio concertado que en la escuela pública...

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  2. Lo cierto es que, en España, la preocupación gubernamental por la instrucción pública de las clases desfavorecidas no fue muy allá hasta la Ley Moyano de 1857, cuando se crearon escuelas gratuitas, que no evitaron que una parte importante de la población infantil hiciera poco uso, o ninguno, de estos establecimientos, por una razón perentoria: tenían que aportar peculio a la deprimente economía familiar; la tasa de analfabetismo era atroz y como esa ley se mantuvo, con escasos cambios, hasta la II República, puede decirse que la clase trabajadora de escasos recursos y la población marginada, a la que los gobiernos habían dejado de lado, se mantuvieron en ese nivel de no instrucción sin que los políticos de turno se preocuparan demasiado. Así que ese buen hombre, el padre Manjón, rindió un servicio impagable que, independientemente de las ideas políticas que se tengan, ha de observarse con respeto y admiración, porque demostró una preocupación que no tuvieron quienes entonces tenían el poder y los medios.
    Obviamente, eso no es exportable a la actualidad, donde la enseñanza es obligatoria y se controla el absentismo.

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    1. Quizá no es exportable a la enseñanza, pero sí a otros sectores, como la inmigración, los ancianos, la drogadicción, los sin techo, etc. Por eso es por lo que creo que la Iglesia debería de cambiar su objetivo. Lo que no se es si puede ocurrir lo que dice Francisco Espada.

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    2. Yo no voy a establecer a qué puede o no dedicarse un estamento religioso, pero sí conozco la absoluta dejadez de la administración (la política, se entiende) en un tema tan importante y actual omo es la atención a las personas mayores. En Huesca hay una maravillosa residencia pública para mayores. Es un lugar amplio, muy bien diseñado, moderno y con un personal dependiente del Estado muy bien preparado. Pues bien, en esa residencia hay CERRADAS dos alas completas desde hace tiempo; alas que podrían acoger a varias personas pero que, por mero economicismo, se hallan en el limbo de la inutilidad. Y, mientras tanto, las personas que podrían vivir allí, se ven abocadas a residir en establecimientos privados donde trabaja personal no cualificado. Luego se escucha lo que se escucha...

      Si la pirámide poblacional ni fuera la que es, incluso podría entender -aunque no compartir- esa laxitud con una residencia de mayores pública, pero resulta que estamos en un país cuya demografía está por los suelos y las políticas de atención a la ancianidad son ridículas. Además de en su casa y con su familia, ¿dónde podría estar mejor atendida una persona mayor que en una residencia pública, con personal dedicado a su atención, en turnos de ocho horas que cubren un día completo...?

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    3. Por esos desajustes de las administraciones, es por lo que, a veces, tiene que llegar la Iglesia a cubrir el hueco. Y lo hace más barato, porque siempre dispone de un cupo de voluntariado que trabaja gratis. La mejor residencia de ancianos que hay en Granada, la que mejor funciona, tiene unos 40 voluntarios que llevan a cabo varias tareas y, gracias a eso, puede permitirse no cobrar más que una parte de la pensión del anciano. Pero es que, además, rechaza cualquier subvención, porque “eso le quitaría libertad”. No hay color, por tanto, con los 2.500 euros que cobra una residencia privada (y que no todos pueden pagar) o con las pocas públicas donde no hay manera de entrar. La única opción son las plazas concertadas, pero también son pocas y tienen una larga lista de espera. Y, hablando de lista de espera, ¿se sabe algo de la Ley de la Dependencia?

      Pero es que dejamos el tema ancianos y cogemos inmigrantes, hacinados y encarcelados en los CAIs, y el tema de los sin techo, que el Ayuntamiento tiene que recurrir a hostales cuando se llenan los albergues sostenidos por Cáritas. Y los comedores sociales, que todos los que hay aquí son de miembros de la Iglesia. Por cierto, uno de ellos es de unas monjas de colegio concertado…

      Coincido contigo en que todas estas necesidades deberían estar cubiertas por las administraciones, pero si no lo están… alguien tiene que hacerlo. Lo dicho al principio: pura suplencia. Ojalá llegue un día en que la Iglesia y sus miembros no sean necesarios en las tareas asistenciales, lo mismo que ya no lo son las monjas que antiguamente había en los hospitales.

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  3. Dices "está más que demostrado que el hecho de educarse en colegio religioso influye poco en la creencia adulta" y tienes mucha razón, a mi me educaron mis padres además de los dominicos donde estuve estudiando desde 1º de EGB hasta 6º, con una beca que me concedieron, yo era muy buen alumno, incluso había un cura dominico que quería a toda costa que fuera al seminario para hacerme sacerdote católico, me veía con muy buenas maneras para ello.
    Solamente un detalle, en la actualidad en la Declaración de Hacienda, que desgraciada, o afortunadamente siempre me sale a pagar, hace ya muchos años no marco para la Iglesia Católica, dejando solamente marcada la casilla correspondiente a "actividades de interés general consideradas de interés social"
    De esto mucha culpa tuvieron los dominicos u Orden de Predicadores.
    Ello no quiere decir que no admire a Andrés Manjón, y a Pedro Poveda Castroverde, a este lo conozco menos, y en la actualidad al cura más mediático y polémico de España, el padre Ángel, que da de comer a 4.000 personas todos los días.

    P.D. Me ha salido un cuadro para verificar que no soy un robot y me hacen marcar todos los coches que hay en la imágenes ¿tendrá la culpa el clero?

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    1. Tu caso es el de muchos otros, lo que demuestra que la formación religiosa no funcionaba en tu colegio, quizá porque los dominicos son todo Filosofía y tú no ibas de filósofo... De todas formas, ahora es voluntaria esa formación, con lo que se da la paradoja de que los padres elijan un colegio católico y sus hijos no den Religión ni participen en los actos religiosos del colegio. ¿Por qué lo han elegido entonces? No tiene sentido.

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  4. Me pregunto por qué han de ser excluyentes. Yo abogo porque haya una coexistencia y porque se pueda elegir libremente, sin adoctrinamientos ni presiones. La podemita Carmena enviaba a la policía en Madrid a vigilar la doble fila en los colegios concertados, cosa que no hacía en otras calles, en un intento de fastidiar al personal. Yo creo que para educar ya están los padres y los abuelos, en la escuela se aprende matemáticas y geografía, más que nada porque los profesores y temarios andan cada vez más politizados. Que cada uno dé a sus hijos la mejor educación que pueda y que los niños elijan cuando tengan uso de razón.

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    1. A ver. Si por adoctrinamiento entendemos que, en el colegio de una congregación religiosa, haya una formación y una práctica correspondiente a la fe que profesan esas religiosas/os, me parece indicado ese “adoctrinamiento”, pues entra dentro del mandato de evangelizar de Jesús. Pero siempre que los padres hayan elegido ese colegio por esas características y no porque tiene mejor jardín o sus hijos van a tener compañeros más selectos. El problema se plantea cuando las administraciones costean esa enseñanza. ¿Están obligadas a hacerlo? Yo creo que, en un Estado aconfesional, claramente no. Por tanto, esos colegios religiosos sobran tal como están concebidos, o sea, con concierto. Los entendería como totalmente privados, pero claro, entonces el problema está en que solo tiene acceso a esa formación religiosa quien puede pagarla. Y eso es todavía peor que lo anterior.

      ¿La mejor solución, entonces? Un enseñanza aconfesional gratuita y los curas y las monjas de los colegios evangelizando en las parroquias y atendiendo esos sectores de la población en los que hay tantas carencias.

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    2. Estamos de acuerdo, aunque yo por adoctrinamiento me refiero más al gubernamental, quizás porque el religioso ya lo doy por hecho. Necesitamos una escuela pública al alcance de todos donde se enseñen matemáticas, lengua, física, historia, etc. El que quiera enseñanza religiosa que acuda a la parroquia y a la mezquita, pero el que quiera feminazismo, sexualidad y comportamiento cívico que vaya otro sitio que no sea el colegio o que se lo enseñen sus padres en casa. Lo que no vale es decir que la enseñanza de la religión es mala pero enseñar mis ideas políticas sectarias es bueno. O todo o nada. Y que los padres elijan.

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    3. Creo que es inevitable que un profesor transmita a sus alumnos su ideología, en mayor o menor medida según la asignatura que imparta, y por algo se ha hablado siempre de la libertad de cátedra. Otra cosa es que en el plan de estudios se incluyan contenidos que no corresponden. O que los padres protesten de contenidos que sí corresponden, que también se da, pues yo he visto a unos padres cursar una queja en el centro de sus hijos porque les estaban enseñando que “el hombre viene del mono” y ellos consideraban que eso niega la Creación de Dios.

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  5. Yo pienso que para la Iglesia esos colegios no sólo son un semilleroro para el adoctrinamiento. Hoy por hoy pienso que su principal función es la puramente mercantil. Es un negocio boyante.
    Sí que harían bien en dedicar medios y energía a labores más cercanas a sus planteamientos originales.

    Saludos

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    1. No conozco las cuentas de los colegios concertados, pero hay algo que no me cuadra. Muchas veces hemos leído, de fuentes no eclesiales, que a la Administración le sale más barata una plaza en un colegio concertado que en un centro público. ¿Negocio, entonces, para ambas partes? Que alguien me lo explique, porque no lo entiendo. Y sigo insistiendo en que no comulgo con esos colegios.

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    2. No, no es cierto. La Concertada no es más barata; simplemente, recibe menos financiación que la Pública porque en esta última no se pagan las cuotas que sí aportan las familias a la Concertada y que, en muchos casos, son elevadas. Por otra parte, las prestaciones de la Pública (profesorado, servicios de atención, compensatoria…) son mayores que en la Concertada y, sobre todo, no olvidemos que la Escuela Pública, por el hecho de serlo, ha de ser financiada completamente por la Administración, cuyo único beneficio es contar con una ciudadanía preparada en los mayores campos posibles. La Enseñanza Pública NO es un negocio sino una prestación social derivada de la obligatoriedad de la escolarización. La Educación Pública está presente en todas las localidades, abundando en su concepto de servicio público, obligatorio. En mi pueblo hay una escuela con tres aulas -una de Infantil, otra de 1º, 2º y 3º y otra de 4º, 5º y 6º- que forman parte de una red zonal en forma de Colegio Rural Agrupado (C.R.A.): Un solo colegio dividido en diferentes aulas en las distintas localidades, con profesorado compartido de Música, Educación Física, Inglés, Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica que itineran de un pueblo a otro para atender al alumnado, que se halla en cada aula con su tutor o tutora. Dicha organización solo es posible porque el Estado la financia; a ver qué Concertada se anima a instalarse en una localidad de menos de 300 habitantes para hacer el mismo servicio… La respuesta es NINGUNA, porque no les sería rentable, con lo cual ya está dicho todo.

      Y de Escuela Rural sé lo suficiente; he sido alumno de una de ellas y soy miembro del Consejo Escolar del C.R.A. al pertenece la escuela de mi pueblo.

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    3. Totalmente de acuerdo con Una Mirada. No se puede comparar la enseñanza pública como la privada. Insisto, una es una actividad mercantil y la otra un servicio público. Es como comparar la sanidad pública con la privada: una gasta lo necesario para que se curen sus usuarios, la otra gasta lo imprescindible para poder tener una buena cuenta de resultados, que es lo que se busca.

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    4. Si yo no desmiento nada de lo que decís, pues estoy segura de que los dos conocéis el tema mejor que yo, pero sigo preguntándome por qué, entonces, se mantiene la enseñanza concertada. Han pasado muchos años desde que eso se estableció y no se ha tocado en absoluto. Alguna razón habrá, digo yo. Pues ya habéis visto que, dentro de la Iglesia, no todos estamos a favor de que eso siga.

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  6. La gente de las localidades grandes ignora la lucha de los pueblos pequeños por mantener abiertas sus escuelas y cómo los Ayuntamientos facilitan vivienda y trabajo a familias venidas de fuera con una única condición: que tengan hijas e hijos en edad escolar. Porque la escuela es vida y futuro para un pueblo pequeño, de ahí el orgullo y la esperanza que supone que esa escuela siga adelante. Y es la Escuela Pública la que presta el servicio. La Escuela de todos y todas.

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    1. No lo he vivido, pero sí lo leo continuamente en la prensa, sobre todo ahora, que la Junta parece que quiere suprimir unidades en los pueblos pequeños.

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  7. Cambiando de tema... ¿Cómo estás, Senior? ¿Tienes a alguien a quien poder recurrir para hacer la compra, ir a la farmacia...?

    Cuidate.

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    1. Estoy bien y, por el momento, no necesito nada, pero cuando me haga falta podré recurrir a alguien o acercarme a un super que está a un paso. Mi barrio tiene todos los inconvenientes de la aglomeración humana, el exceso de ladrillo y la contaminación, pero también todas las cadenas de supermercados del país y multitud de tiendas pequeñas. En cuanto a la farmacia, la visité la semana pasada y espero no tener que ir por ahora.

      ¡Muchas gracias!

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  8. Tema gordo y según cada uno, un enfoque distinto. La escuela aquí cumple bien. Como docente aunque retirada veo el esfuerzo diario de cada maestro y profesor. Reciben chicos tan diferentes, algunos tan mal educados por sus padres separados en su mayoría, sus abuelos o de la calle simplemente que apena. Diversos estatus. Del estado o particulares la diferencia casi es la misma: la mala educación, la falta de aplicación de normas, la diversidad cultural y social. Son épocas en que no vale la comparación con lo antiguo. Es toda una revolución mundial a la que ahora se agrega esta pandemia que segregará o unirá. Eso está por verse. Soy partidaria de la escuela laica sea del Estado o particular. Deseo que estés bien, que te cuides y te mando un gran abrazo bien desinfectado. Besos

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    1. Tienes razón en que no sabemos como va a ser el mundo después de esta pandemia, pero lo que sí sabemos es que será distinto.

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