20/9/20

Rafael Juárez

 


      Murió hace un año tal día como hoy y me quedé con ganas de mencionarlo aquí, pero no se por qué no pude. Esta noche, ya a punto de irse el día, no quiero que acabe sin recordar a una persona, valiosa para Granada, y que yo conocí, aunque no llegué a tener amistad, quizá por falta de ocasiones. O de tiempo. Entendiendo tiempo como eso que se nos va y que a él se le fue del todo.  

      Su biografía podéis verla aquí y lo que os ofrezco para recordarlo es uno de sus poemas, quizá el que más me ha gustado siempre.


         LO QUE VALE UNA VIDA

           Rafael Juárez

 

          Estoy en esa edad en la que un hombre quiere

          por encima de todo ser feliz cada día. 

          Y al júbilo prefiere la callada alegría,

          y a la pasión que mata, la renuncia que hiere.


          Vivir entre las cosas mientras el tiempo pasa

          -cada vez menos tiempo para las mismas cosas-

          y elegir las que valen una vida: las rosas,

          y los libros de versos, y el viaje, y la casa.


          Hasta ahora he vivido perdido en el mañana

          -seré, seré, decía- o en el pasado, -he sido

          o pude ser, pensaba- y el mundo se me iba.


          Ahora estoy en la edad en la que una ventana

          es cualquier aventura y un regalo el olvido.

          Ya no quiero más luz que tu luz mientras viva. 



16 comentarios:

  1. No hay un más bello homenaje a un poeta que reproducir su obra. Te felicito por este homenaje de recuerdo.
    Un abrazo.

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    1. Se lo debía. Tendría que haber sido el año pasado y varias veces lo he pensado a lo largo del año, así que ahora -por fin- ha tocado, aunque sea tan brevemente.

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  3. No me es del todo desconocido, aunque no sabría precisar si alguna vez leí algo suyo o lo nombraste en tu Macasar y se me quedó algún retal de su existencia. Y sí, el poema, tan exquisito coo sencillo, refleja una vivencia que, conforme se suman años, se instala en uno mismo; ese vivir día a día aventurándose en lo cotidiano, en la familiaridad de lo que se conoce.

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    1. Creo que no lo he nombrado, pues acabo de repasar las dos entradas en las que he hablado de Ayala y, ni en ellas ni en los comentarios, lo menciono. Es más, hay un comentario en el que hablo de los "dirigentes" de la Fundación Francisco Ayala y no digo nada de que él fuera el secretario. Pero no es extraño que te suene su nombre, ya que estuvo muy ligado al de Ayala durante bastantes años.

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  4. Hermoso poema de un autor absolutamente desconocido para mi.

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    1. Probablemente desconocido como poeta fuera de Granada, pero más conocido como gestor cultural.

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  5. Hermosa y profunda poesía. Leí su trayectoria y me pareció una gestión muy interesante y necesaria. Un abrazo

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    1. Una gestión que solo pueden llevarla a cabo personas enamoradas de la cultura, como él.

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  6. Estoy segura de que debí conocerlo en la librería Al-Andalus. Entonces las librerías eran nuestros templos y ahora nos hemos quedado sin sitios donde 'rezar'. Es posible que también lo viera en una de mis visitas solitarias al Alcázar Genil, donde está la sede de la Fundación Ayala. Pero no lo recuerdo. No me suena su nombre
    Me gusta su poema y me apena mi ignorancia. Pero, para ser sincera, tampoco había leído nada de Ayala hasta este verano que leí 'La cabeza del Cordero. Eso si que me da rabia, porque he empezado a leerlo ahora y ¡¡por poco no llego! Me parece un escritor fantástico.

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    1. Es que si estaba sin gorra no era él...

      Yo lo conocí en una de "mis visitas solitarias al Alcázar Genil". Fue a poco de enterrar las cenizas de Ayala y entré en la oficina a preguntar bajo que árbol estaban. No me dirigí a él, sino a un chico más joven que estaba en una mesa, pero cuando este chico me preguntó que para qué quería ese dato y le dije que para escribir algo en mi blog, Juárez prestó atención y me dio una tarjeta de la Fundación, pidiéndome que les enviara el enlace cuando lo publicara, pues pasaría al archivo. Y no veas lo ancha que yo me puse... Tanto, que ya me enganché hablando. Después, la primera vez que nos encontramos, me reconoció y me saludó muy amable.

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    2. Peor me fue con su viuda, que en otra ocasión me vio ante el limonero y debió pensar que estaba rezando, pues me miró y me sonrió. Y digo que me fue peor porque soy más tímida con las mujeres que con los hombres y no me atreví a "pegar la hebra" con ella, a pesar de que luego, cuando estaba sentada en un banco, pasó y volvió a sonreírme.

      https://www.flickr.com/photos/28272464@N07/9603831881/in/album-72157635150441575/

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    3. Esto me encantó, una dulce y entrañable anécdota. Cada sonrisa un gracias.

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    4. Muchas gracias a ti por la visita.

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  7. No había oído hablar de él, pero el poema que nos traes es una joya. Me ha encantado. Necesitamos más gente enamorada de la cultura, que la proteja y divulgue y que no la use como arma arrojadiza.

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    1. Como ya he dicho, lo conocí, pero no lo traté, aunque se que ha dejado muy buen recuerdo en todos los que sí tuvieron la suerte de tratarlo. Sin embargo, sí fui sabiendo de toda su actividad como librero, gestor cultural en distintos sitios y, sobre todo, para mí su mejor obra fue la Fundación Francisco Ayala. A ella dedicó bastantes años y dejó organizado el centro donde radica en el Alcázar Genil.

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