12/11/23

Otra despedida

 


      De nuevo tengo que escribir aquí una despedida, en esta ocasión a un gran teólogo y un gran hombre: José María Castillo. Nos conocimos hace más de 50 años, cuando él regresó a Granada después de una larga etapa de formación, de haber participado en el Concilio como perito del cardenal Tarancón y haberse destapado como teólogo en la Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes de 1971, aquella Asamblea en la que se formuló un esperanzador cambio en la Iglesia, que luego frustraron entre unos y otros.

      Curiosamente, nuestra amistad partió de un desencuentro (más bien un encontronazo) con el que pude apreciar su grandeza cuando reconoció que, en el asunto por el que chocamos, dos mujeres, una amiga y yo, teníamos razón y él estaba equivocado. Con la aureola que venía, con el sobrenombre de “El profeta” que pronto se le adjudicó, un comportamiento así tiene su mérito.

      Seguimos en contacto y pasaron los años, lo menos diez después, la Facultad de Teología se abrió a los seglares, me matriculé y asistí a sus clases. ¡Lo que discutíamos al salir del aula!... Su visión de como debía ser la Iglesia era ideal, pero chocaba de frente con lo que en realidad era y yo intentaba que comprendiera que se necesitaba tiempo para conseguir ese cambio. Desgraciadamente, ni de prisa ni despacio se consiguió. Es más, fuimos para atrás y la jerarquía le retiró la venia docendi, lo apartó de su cátedra, a lo que siguieron una serie de añadidos que rozaban las torturas de la Inquisición. Pero él siguió investigando, hablando y escribiendo un libro tras otro. Y enseñando, pues de nuestra Facultad pasó a enseñar en la UCA, la Universidad de San Salvador, sustituyendo a los profesores que habían asesinado.

      Pero no quiero alargarme más, pues Religión Digital, la revista-refugio del sector progresista de la Iglesia española, ha publicado un especial dedicado a él, en el que varios redactores y colaboradores completan la semblanza de quien ha sido uno de los mayores teólogos y un hombre singular.

      Yo solo puedo añadir que he pasado el día recordando su mirada, aquellos ojos azules suyos, serenos e inocentes como los de un niño.

      Descansa en paz, amigo Pepe, y que el Padre de todos te acoja amorosamente.

9 comentarios:

  1. No tenía noticia de él, pero ya sólo con la frase que acompaña al dibujo de su imagen puedo imaginar su altura de espíritu.
    Un abrazo!

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    1. Pues si pones su nombre en Google, verás todo lo que te sale.

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  2. Me sonaba mucho y lo he buscado en la WIkipedia donde lo ponen por las nubes, que es donde debe de estar ahora. Pero luego me he enterado de que mi hermano mayor, Rafael, lo conocía, lo apreciaba y lo respetaba mucho. Una vida muy intensa.

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    1. Yo había leído lo de Religión Digital y, sin embargo, no se me había ocurrido mirar en la Wiki hasta que la has mencionado y ahora he podido comprobar que no me ha fallado la memoria y que todo fue como yo lo recordaba. Que tu hermano lo conociera no me extraña, pues han sido muchos años en Granada y muchos sitios por los que se ha movido.

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  3. He hecho como Pilar Flores, buscar su nombre en la Red y me han aparecido infinidad de enlaces hacia el.
    José María Castillo, vetado por el Papa Juan Pablo II durante 30 años y perdonado telefónicamente por una llamada del Papa Francisco.

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    1. Luego fue al Vaticano, el Papa lo recibió y hay muchas anécdotas de aquella entrevista, que tuvo que ser muy relajada. En sus buenos tiempos, Pepe Castillo era muy divertido, yo recuerdo que algunas clases suyas eran una continua carcajada.

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  4. Como no es uno de esos famosos que salen en televisión sin haber hecho nada notable, ni un jugador de fútbol de los que atraen a las masas, su despedida pasará inadvertida para la gran mayoría. Por eso está bien que nos lo traigas.

    Modernizar la Iglesia es siempre motivo de polémicas. Por un lado, el tiempo pasa y parece que debamos adaptarnos, por otro, la Iglesia es como es, con sus reglas, y el que quiere participa y el que no, se queda fuera. Afortunadamente, no tengo que tomar partido en esta difícil cuestión.

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    1. Pues las personas que navegan mucho por la Red es fácil que se encuentren la noticia, ya que se ha publicado en toda la prensa, no solo la de Granada, pero, claro, quizá no reparen en ella porque el nombre no les diga nada o porque la "profesión" de teólogo ni les va ni les viene. Sin embargo, era una persona que ha publicado más de 50 libros agotando ediciones y traducidos a muchas lenguas, y alguien así es parte de la cultura, seas creyente o no lo seas.

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    2. En el fondo, no se trata de modernizar la Iglesia, sino más bien de todo lo contrario: de retroceder a lo que fue el mensaje del Evangelio, que se ha ido deformando con el paso de los siglos. Se podría decir que hay que "desnudarlo" de muchos añadidos, de esas reglas de las que tú hablas, entre otras muchas cosas.

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