Tal día como hoy, hace 37 años, se inició en Portugal la que fue llamada la última revolución romántica de Europa. Convocados por una canción en una emisora, los soldados pusieron claveles en sus fusiles y la gente cantó por las calles el himno acuñado por los Quilapayún para el régimen de Allende. Los españoles empezamos a peregrinar a Portugal para conocer como sabía la libertad, pero no fuimos capaces de traerla a nuestro país, al que solo llegó tras la muerte del dictador.
Feliz Navidad
Hace 1 día
Una conmemoración que coincide con los actuales intentos de libertad en países cercanos en los que los soldados no ponen precisamente claveles en sus fusiles.
ResponderEliminarEsperemos que algún día la libertad exista en todas partes.
Muy acertado tu comentario, Leodegundia. Ahora y siempre ha habido países luchando por su libertad y dejándose muchas vidas en ello. ¿Podemos soñar con que algún día todos lo consigan?
ResponderEliminarEl mundo está necesitado de plantar claveles en el ánima de todos los cañones, no importa el calibre.
ResponderEliminarY si en algún país no hay claveles, vale cualquier otra flor...
ResponderEliminarPortugal, en el corazón y en el recuerdo de aquel 25 de abril de 1974.
ResponderEliminarMuchos podemos acordarnos de la ilusión y la envidia con que lo vivimos.
ResponderEliminarYo me pregunto por qué aquí tuvimos que esperar hasta que el dictador muriera de viejo para ser libres.
ResponderEliminarEnhorabuena Portugal. Enhorabuena todos los países en los que, en este momento, miles de civiles intentan conseguir la libertad.
Porque los que luchamos contra la dictadura no hicimos bastante y porque el resto de la población no nos ayudó en absoluto al estar demasiado ocupados pagando el "seillas" y las letras del apartamento. El desarrollismo de los años 60 tuvo en parte la culpa.
ResponderEliminarLibertad, realidad perseguida y que no deja que la conozcamos del todo. Portugal sembró una ilusión que no se olvidará nunca. Ahora una crisis económica no puede ser conmemorada con claveles...
ResponderEliminarMuchos portugueses echarán de menos ahora la ilusión de aquellos días.
ResponderEliminarFue la llamada "Revolución de los claveles".
ResponderEliminarY ante el panorama actual que todos comentáis, búsqueda de libertades, guerras, crisis económica..., etc., se me viene a la memoria el dicho popular que, haciendo referencia también a las flores, dice: "es como echar margaritas a los cerdos". Pues eso, que las flores sean lanzadas como preludio de libertades y que nunca sean alimento para los cerdos.
Se me había olvidado este día, gracias, Senior, por recordármelo.
Quizá se te ha olvidado porque no lo viviste.
ResponderEliminarFeliz Pascua, Mafalda.
¡¡¡Libertad!!!
ResponderEliminarMe ha recordado una obra de teatro de Lope de Vega, «¿Quién mató al Comendador?
Fuenteovejuna, Señor
¿Quién es Fuenteovejuna?
Todo el pueblo, Señor».
Llegan los reyes y restablecen el orden al reconocer la justicia del proceder del pueblo de Fuente Ovejuna.
Desgraciadamente con claveles o sin ellos existen muchos países que están reclamando su libertad, y posiblemente no lleguen los reyes a restablecer el orden ni reconocer la justicia que está reclamando el pueblo.
Perdón por no poder comentar con la dirección de mi blog, pero en este caso blogger, me obliga a darme de alta en google para poder escribir, (ya me ha ocurrido en todos los blog de blogger, y se están pasando) si ya me caía mal imagina ahora que pese a escribir mis datos, me dicen que si no tengo cuenta que me de de alta en google.
Afortunadamente, ahora ya no son los reyes los que dan la libertad a los pueblos, sino que se la conquistan ellos mismos.
ResponderEliminarSi utilizas la opción Nombre/URL podrás comentar con tu blog, igual que lo han hecho Pablo Saldaña o NaaN que no son de Blogger.
Soy unjubilado.info, voy a probar como anónimo, ya que he utilizado todas las acciones posibles, y si salgo de mi cuenta en google me dice que me dé de alta pese a dejar mi nombre y dirección en nombre/ULR.
ResponderEliminarHe apagado el ordenador en dos ocasiones por ver si tenía algo mal, pero observo que me sigue lo mismo, posiblemente sea culpa mía, pero no soy capaz de solucionar lo que me está pasando.
Como anónimo tampoco me deja comentar y me lleva a la opción de darme de alta en google.
Perdona por las pruebas que estoy haciendo en tu blog.
Saludos
No te preocupes y sigue probando. El comentario como anónimo no ha salido ni tampoco está en spam.
ResponderEliminarEsa imagen de un chica colocando un clavel en un fusil me pareció de una sublime delicadeza. Nuestros hermanos de al lado dieron un ejemplo. Gracias por tu palabras y, menos mal, que no cerraste.
ResponderEliminarAbrazos.
A revoluciones así creo que se apuntarían ahora muchos países que están matando y muriendo.
ResponderEliminarEn cuanto a cerrar, como he dicho en La tierra de los árboles, eso es siempre algo que todos contemplamos cada cierto tiempo.
Esa canción es uno de los himnos del pueblo, maravilloso video.
ResponderEliminarSaludos.
Sill
Y además de un himno es una bonita canción.
ResponderEliminarGracias por la visita Sill Scaroni.
Un gran ejemplo el que dio Portugal a todo el mundo:
ResponderEliminarAsaltar la Bastilla con claveles y sin la violencia de por medio.
Obviamente, y por lo que a España se refiere, las únicas opciones consistían en esperar la muerte del dictador o salir a la calle y enfrentarse a los ramos de tanques y fusiles que arropaban el régimen. Afortunadamente, en poco más de año y medio todo se aclaró, y fue para bien.
Hoy día, algunas democracias tienden a convertirse en poderes autárticos, absolutos. Despreciando al pueblo entre elección y elección. Utilizándolo y manipulándolo a su conveniencia.
¿ Realmente existe la soberanía popular o es una simple entelequia ?
Mi parecer es que, la revolución -pacífica y democrática-, debiera ser una constante en la sociedad. Es o sería la única forma (de momento) para evitar los abusos de los gobernantes (y esos poderosos que los arropan) y así conseguir algo de prosperidad, porvenir y libertad. Difícil, muy difícil.
Se ha descrito la democracia como el sistema menos malo, no el mejor, ya que el mejor es una utopía. Pero una utopía que no hay que perder de vista, ya que las utopías se alcanzan cuando hay personas que creen en ellas.
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