Los que conocéis mis fotos en Flickr habéis visto ya en más de una ocasión este edificio de ahí arriba. Se trata de la sede de CajaGranada, un edificio del arquitecto Campo Baeza que forma conjunto con el Museo de la Memoria de Andalucía también del mismo autor.
En Granada le llamamos El Cubo y lo normal es que esté ocupado por el personal y directivos de la Caja, pero desde hace unos días habitan en él cuatro inquilinos un poco especiales. Se trata de cuatro pollos de halcón peregrino que han nacido en cautividad y desde la parte más alta de este edificio van a experimentar la gran aventura de crecer en libertad, de ensayar sus primeros vuelos y aprender a cazar.
Nos cuenta Inés Gallastegui en IDEAL que su presencia en unos de esos huecos de la fachada principal responde a un proyecto para reintroducir el halcón peregrino en la capital, de la que esta especie desapareció en 2001. El año pasado, el veterinario y naturalista Francisco Montoro, con la colaboración de Medio Ambiente de la Junta y del criador de rapaces Rafael Martín, ya soltó dos pollos, Darro y Genil, desde una caja-nido en la azotea de la Delegación. Ahora, con la colaboración logística y económica de la Fundación CajaGranada y su trabajo altruista, aborda la segunda parte del programa de crianza urbana.
Los machos Zaidín, Albaicín y Realejo y la hembra Granada nacieron en cautividad y se criaron con sus padres. Ahora tienen poco más de un mes de vida y se han adecuado perfectamente a su nuevo hogar. Montoro ha instalado en su cubículo de la séptima planta una alfombra de cantos rodados, posaderos a diversas alturas, una tabla que sobresale a modo de “pista de aterrizaje” y un comedero que les permite alimentarse sin ver ni oír a su cuidador. Esto es importante para evitar la “impronta”: perder miedo a los humanos es peligroso para su supervivencia.
De momento, los pollos dormitan, aletean para hacer sus “prácticas de vuelo”, se arrancan el plumón con el pico y aprenden a comer codornices y palomas cada vez menos “preparadas”. Montoro espera que la semana que viene, con apenas 40 días de vida, se lancen a volar y aprendan a cazar. Y esto es algo que el Falco peregrinus brookei lleva en su ADN.
Podemos ver la evolución de estos jóvenes halcones a través de una cámara instalada en su cubículo y será emocionante comprobar si el experimento funciona y si las aves consiguen poblar nuestros cielos como en otras épocas.
En Granada le llamamos El Cubo y lo normal es que esté ocupado por el personal y directivos de la Caja, pero desde hace unos días habitan en él cuatro inquilinos un poco especiales. Se trata de cuatro pollos de halcón peregrino que han nacido en cautividad y desde la parte más alta de este edificio van a experimentar la gran aventura de crecer en libertad, de ensayar sus primeros vuelos y aprender a cazar.
Nos cuenta Inés Gallastegui en IDEAL que su presencia en unos de esos huecos de la fachada principal responde a un proyecto para reintroducir el halcón peregrino en la capital, de la que esta especie desapareció en 2001. El año pasado, el veterinario y naturalista Francisco Montoro, con la colaboración de Medio Ambiente de la Junta y del criador de rapaces Rafael Martín, ya soltó dos pollos, Darro y Genil, desde una caja-nido en la azotea de la Delegación. Ahora, con la colaboración logística y económica de la Fundación CajaGranada y su trabajo altruista, aborda la segunda parte del programa de crianza urbana.
Los machos Zaidín, Albaicín y Realejo y la hembra Granada nacieron en cautividad y se criaron con sus padres. Ahora tienen poco más de un mes de vida y se han adecuado perfectamente a su nuevo hogar. Montoro ha instalado en su cubículo de la séptima planta una alfombra de cantos rodados, posaderos a diversas alturas, una tabla que sobresale a modo de “pista de aterrizaje” y un comedero que les permite alimentarse sin ver ni oír a su cuidador. Esto es importante para evitar la “impronta”: perder miedo a los humanos es peligroso para su supervivencia.
De momento, los pollos dormitan, aletean para hacer sus “prácticas de vuelo”, se arrancan el plumón con el pico y aprenden a comer codornices y palomas cada vez menos “preparadas”. Montoro espera que la semana que viene, con apenas 40 días de vida, se lancen a volar y aprendan a cazar. Y esto es algo que el Falco peregrinus brookei lleva en su ADN.
Podemos ver la evolución de estos jóvenes halcones a través de una cámara instalada en su cubículo y será emocionante comprobar si el experimento funciona y si las aves consiguen poblar nuestros cielos como en otras épocas.
Una forma de ennoblecer los asuntos que se manejan en el interior del edificio. Sea por la recuperación de la especie. Saludos.
ResponderEliminarLo de ser halcones podría prestarse a ciertas bromas...
EliminarY yo tan contento con unas golondrinas...
ResponderEliminarQue envidia me dan.
Hombre, cada cual en su categoría. Yo me conformo con ver cruzar los vencejos por delante de mi terraza.
EliminarVolemos pues. Eso de reintroducir el halcón peregrino en la capital, es muy poético y me lo creo, pero en Zaragoza somos/son más prosaicos y dicen lo siguiente : El proyecto Halcón peregrino se inició en el año 2009... ...considerando la importancia de consolidar a esta bella rapaz como un buen bioindicador de la salud de la ciudad y como predador de especies como la paloma y estorninos que causan grandes molestias de salubridad en la ciudad.
ResponderEliminar...En el caso de los entornos urbanos, el halcón peregrino tiene como alimento principal las palomas, las tórtolas y los estorninos, o especies invasoras como las cotorras, que en algunas ciudades se han llegado a considerar como verdaderas plagas...
Información en la web del ayuntamiento.
Como verás en el caso de Zaragoza nos dicen exactamente el porqué de su reintroducción.
Por cierto tengo un nido a 200 metros de mi casa, en el pirulí de telefónica, que puedo ver desde la terraza, pero no he llegado visualizar nunca un halcón que se moviera por las proximidades, se instaló en 2010.
La falta de palomas en la Plaza del Pilar es como consecuencia de esta reintroducción.
Es posible que también lleven esa intención y no estaría de más, pues los estorninos son una plaga en algunas plazas. No acabarían con ellos, pero quizá se fueran con la música a otra parte.
EliminarA mí se me ocurre que hay otra clase de estorninos a los que sí deberían dar caza..., claro que estos a los que me refiero, no vuelan. Creo que tenemos un exceso de plagas, empezar por eliminar alguna, no está mal.
ResponderEliminarMe temo que estos pobres pajaritos ni cuando sean grandes podrán eliminar esas otras plagas....
EliminarParece que eso de reintroducir los halcones en las ciudades se está poniendo de moda, estos días de atrás salió en la tele un caso parecido en Madrid de unos pollos de halcón peregrino que nacieron en la torre del Museo de América.
ResponderEliminarUnjubilado ya había hablado del tema hace tiempo indicando que en Zaragoza los habían instalado para combatir a las palomas y aquí en Oviedo creo que tienen las mismas intenciones para cargarse no sólo a las palomas, si no también a las gaviotas que nos visitan cada vez con más frecuencia.
Está claro que lo que es bueno para unos animales, es malo para otros.
A mí me parece muy bien que si los halcones estuvieron en las ciudades siempre, traten de recobrarlos para así recobrar también el equilibrio ecológico natural de las distintas especies. Lo que no se es si lo van a conseguir, pues si los halcones se marcharon porque ya no le gustaban las ciudades con sus ruidos y su contaminación, volverán a hacer lo mismo.
EliminarPor cierto, ¿habéis visto que ayer ya voló "Realejo"? Estuvo todo el día fuera y volvió a su "casa" muerto de hambre. Al parecer, ya ha aprendido a volar pero todavía no a cazar.
No me había enterado del vuelo de Realejo, pero si ya aprendió a volar no tardará en aprender a cazar. ¿No se dijo nada de los otros?
ResponderEliminarNo he podido después entrar por el enlace ni tampoco directamente desde la web de la Fundación, pues parece que está caída, así que no se que habrá pasado hoy con los pajaritos.
EliminarLes deseo mucha suerte. Con lo que me gustan las rapaces...
ResponderEliminarHe intentado abrir el enlace de la cámara, pero me sale un mensaje de error. ¡Lástima!
Deben tener algún problema con la página, pues desde hace unos días no puedo ni siquiera entrar en la web del Museo de la Memoria de Andalucía donde está alojado el Proyecto Halcón. Y no es por el enlace, pues tampoco puedo buscándola en Google. Pensaba que la culpa la tenía el cortafuegos de mi router, pero al parecer a otros os ocurre igual.
EliminarSinceramente, no soy partidario de introducir especies fuera de su hábitat, aunque indudablemente, es una gozada poder asistir en directo a la evolución de las crías.
ResponderEliminarMuchas gracias, Senior citizen, por acercarte a mi habitáculo.
Es que en Granada ciudad existían y volaban por su cielo, pero los tiempos han cambiado y ahora hay más peligros para ellos y yo creo que volverán a irse los que sobrevivan como hicieron entonces.
EliminarBienvenido a esta casa.