14/10/13

Abanicos made in Spain




Tengo un precioso abanico de mi abuela que tiene más de un siglo y que está en un cajón, envuelto en papel de seda, porque nunca he encontrado un abaniquero que me gustara, ya que todos son demasiado bastos, aparatosos y llamativos para un abanico pequeño y muy delicado.
Bueno, pues hace unos meses veo en el periódico que hay una exposición de abanicos en un hotel de superlujo y “con encanto”. Me digo que esta es la mía de ver como están enmarcados, me visto con mis mejores trapitos porque si voy en zapatillas y vaqueros me echan, y me presento toda segura de mí misma en la recepción preguntando por los abanicos. Inmediatamente acude un chico vestido de entierro, o sea, de luto riguroso, que me guía hasta la exposición y me ofrece sutilmente el catálogo de los precios. Le doy una vuelta a los abanicos, que no son nada del otro mundo, por cierto, fijándome más bien en los marcos (que tampoco son nada del otro mundo), miro los precios con cara de interés y, como el chico de negro sigue revoloteando por allí, me dirijo a él y le pregunto que si sabe donde están enmarcados los abanicos. No me entiende y me vuelve a ofrecer el catálogo, yo le repito la pregunta esta vez señalando el marco, pero ni por esas y solo a la tercera o cuarta vez de ayudarme con la mímica, se le enciende la bombilla, me dice que no lo sabe y me señala en el catálogo la dirección de las empresas que venden los abanicos.
Y es que resulta que el chico es extranjero, que estará allí por aquello de los idiomas, pero me pregunto si no hay jóvenes españoles que también dominen idiomas y que, además, entiendan el nuestro. Sabéis que soy partidaria de la inmigración, de que las personas de otros países tengan ocasión de trabajar aquí, pero pienso que debe ser en igualdad de condiciones y que, por otra parte, un español tiene derecho a que, si entra en un hotel al lado de su casa, se encuentre con alguien que hable español como es debido ¿O es que en crisis no hay un compatriota que se aloje en ese hotel ni para una noche?     

14 comentarios:

  1. vaser lo segundo...que no hay pasta y que el dueño solo maneja turistas
    no sabía de su abanicofilia, si bajo al pueblo y encuentro uno majo por los armarios igual se lo hago saber, para chincharla ¡vamos!, que yo también tuve abuela.
    Un abrazo

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    1. De abanicofilia más bien poco, pues no tengo más que este, que amenaza con seguir guardado el resto de mi vida. De todas formas, se agradece la intención.

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  2. Mi vida laboral se ha desempeñado siempre en hoteles y eso que cuentas me parece una anomalía. Desde siempre ha habido personas extranjeras que han trabajado en el medio turístico, pero manejando con soltura nuestro idioma. Al menos espero que hayas sacado una buena idea de cómo enmarcar esa joya que guardas de tu abuela.
    Un beso.

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    1. Pues ya ves que no, que lo que había no era digno del "marco". (Y esta vez me refiero a la categoría del hotel)

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  3. Ahora que viene el frío vienes tu con un abanico? No hay derecho, he estado a 2º bajo cero y el aire acondicionado manual se presenta al comienzo del verano.
    Yo te haría una pregunta, ¿Realmente quieres una abaniquera tradicional tipo caja con moldura de arco de medio punto? O quizás si solamente deseas exponerlo y no utilizarlo, no sería preferible que te fabricaran algo de este estilo?
    No hace falta que vayas a una tienda que enmarque abanicos, que las hay, ya que simplemente es acercarte a una tienda de enmarcación de cuadros y llevarles en un cartón el tamaño del abanico, además de medir en casa el grosor que tiene y según tus gustos te darán precio y si estás de acuerdo, tendrás que llevar el original.

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    1. Eso ya lo intenté hace años y tampoco me gustaron los marcos que me ofrecieron con suficiente grosor. Recuerdo que un anticuario me ofreció añadir un suplemento a una moldura que ya me había colocado en un dibujo de mi abuelo y tapar luego la unión con el pan de oro, pero entre lo que me costaba y que no estaba muy segura de que quedara bien, no me decidí.

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  4. A veces las exposiciones defraudan un poco si esperamos encontrar algo concreto.
    Podrías habernos puesto una foto del abanico aunque fuera sin enmarcar, a mi me gustan los abanicos y eso que por estos lares no se utilizan mucho.

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    1. Como está tan guardado, me resultaba más fácil hacer esa foto al pasar por un escaparate. Yo no uso abanico a pesar del calor que hace aquí. (O precisamente por eso, pues nada más que el ejercicio de mover la mano para abanicarme ya me da calor también)

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  5. Total que después de esta reflexión certera, porque mira que vender abanicos un extranjero y olé, me encantaría saber si al final vas a conseguir ese marco para el abanico de tu abuela.
    Espero que si y nos lo muestras , porque debe ser una joya.
    Un abrazo y buena semana

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    1. No es ninguna joya, sino simplemente un abanico antiguo y con recuerdos familiares.

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  6. Pues es una lástima que un joyón familar como ese abanico de tu abuela permanezca oculto y no en una vitrina para deleite de la vista. Lo que resulta absurdo es montar una exposición como la que relatas y poner al frente a una persona con una comprensión limitada del castellano; vaya desliz, salvo que los responsables del hotel crean que los visitantes se van a conformar con el catálogo y no van a entablar conversación con el guía en cuestión; que también podría tratarse de eso.

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    1. El de luto no estaba solo para la exposición, sino que atendía también a los clientes del hotel que, al parecer, debían ser todos extranjeros, dada la poca disposición que tenía con los indígenas.

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  7. Lo que ocurre es que los chicos españoles no están interesados en ese tipo de trabajo que seguramente estará mal pagado. O bien se buscan la vida en otros trabajos y/o países porque se lo pueden permitir y porque están bien formados o prefieren vivir del paro porque cobran lo mismo sin tener que moverse de sus casas.

    Pienso que harían mejor en ir al hotel, en trabajar a costa de ser explotados (por un tiempo, claro) en conocer gente y aprovechar las oportunidades (ya que estás allí a lo mejor hay un hueco en recepción, en contabilidad...) Pero claro, esa es mi forma de pensar, una manera muy anticuada.

    Resultado: Los españoles emigrando o en sus casas, y los güiris aprovechando sus oportunidades.

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    1. Eso es lo que llamaba un amigo mío "meter la cabeza" y lo aconsejaba a sus hijos. Es decir, que entras en un sitio con un trabajo malo y mal pagado, pero ya estás ahí para lo que se pueda presentar. Pero, como tú dices, eso está anticuado aquí.

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