Muy cerca de mi casa y casi de improviso, ha abierto una nueva tienda, una minúscula panadería regentada por una pareja muy joven. Ella, dicharachera y dispuesta, nos llama a todos “vecinos” (lo seamos o no) y él, más tímido y comedido, coopera con una sonrisa de oreja a oreja. El local está decorado con lo mínimo y también mínima es la cantidad de género, que se les acaba a media mañana de unas cosas y les sobra por la noche de otras. Pero lo que enternece, lo que me llega al alma cada vez que entro a comprar algo, es la ilusión que están poniendo en su negocio, la cantidad de horas que le echan y como se esfuerzan por agradar a la clientela.
Tienen enfrente un supermercado conocido por su pan barato y, alrededor, otras panaderías más grandes y bien puestas. No lo tienen fácil, la verdad, pero merecen salir adelante y yo voy a hacer lo que esté en mi mano para que lo consigan. Aunque engorde a fuerza de bollos y magdalenas.
Esos pequeños emprendedores merecen la pena. Hace unos días, dos señoras jóvenes y con una pinta impecable acudieron a Cáritas a por auxilio para comer: se les había hundido el negocio, tenían deudas y 400 pares de zapatos que no son comestibles y andan pidiendo permiso para venderlos en un mercadillo para hacerlos pan. Que tengan suerte tus vecinos.
ResponderEliminarUna de las mayores ayudas que se pueden dar en este momento es asesorar a aquellos que se lanzan a emprender un negocio, pues hay muchos que ponen buena voluntad pero pocos conocimientos y fracasan a causa de ello. En ese sentido, es de apreciar la labor que hace Secot.
EliminarY que lo digas, poner hoy un negocio es tremendamente arriesgado, por lo difícil del mercado y por las pocas ayudas que hay, así que es de agradecer que personas como tu colaboren con esas gentes que se arriesgan para poder salir adelante intentando hacer algo en lugar de sentarse y llorar sus calamidades. Les deseo mucha suerte.
ResponderEliminarMi colaboración es mínima también, pues se limita a comprar todo lo que puedo comerme, que no es mucho, y a hacerles publicidad entre los vecinos. Tienen un género bastante tradicional y natural, pero si hay quien prefiere seguir comprando pan "precocido" y cargado de conservantes, no puedo impedirlo.
EliminarNo creas que esa colaboración es tan mínima, el convertirte en clienta y en hacer publicidad vale mucho, el boca a boca sigue siendo una buena propaganda.
EliminarParece que, por el momento, les va bien, pues aunque en el local no caben más de dos clientes juntos, siempre hay alguien.
EliminarEn otros paises europeos hay prácticas prohibidas y el comerciante pequeño se puede ir contra las "gran superficie", o cadena de compra por bajadas de precio "temerarias" que llamamos aqui, pero aquí ni te toman la denuncia en lo mercantil, por lo que son "carne de cañon", a la que lo vean estirar el cuello fuera, lo van a arrasar, las cadenas y los super usan artículos de diario por debajo del coste para atraer a diario a esa clientela y ganarlo en otras cosas..., carne de cañon te pronostico, igual logra sobrevivir un tiempo gracias a su afabilidada y a su mabilidad pero....
ResponderEliminarNo creo que lo que estos vendan le afecte al supermercado, pues lo que para ellos es mucha venta en el super ni se nota.
EliminarCasualmente en barrio ocurre lo mismo y con varios super que venden pan. Pero en este caso son madre e hijo. Enternece verles como tu dices. Merecen salir adelante.
ResponderEliminarUn abrazo
Pienso que pueden sobrevivir porque el género que tienen es distinto, como más casero, sobre todo en la bollería, que es lo que más venden. Y en ese sentido, los veo que cada día traen más bollería, lo que demuestra que tienen cierto instinto comercial.
EliminarMe gustaría que salieran adelante, hoy los emprendedores en España lo tienen bastante difícil.
ResponderEliminarNo obstante te puedo ayudar, tu compras bollos y magdalenas para dos y yo pongo el chocolate bien calentico y que conste que todo esto no engorada, los que engordaríamos seríamos nosotros, pero con poner un tope a la báscula para que no marque mucho...
Que buena idea en un día tan fresquito como hoy... Pero para el chocolate, mejor un bollo de aceite
EliminarLo del pan, lo mal que se trata en este país, es algo que maravilla cuando te das cuenta de lo que se hace en otros lugares a los que España, según palabras de Raxoi, sirve de locomotora: me refiero a Francia, Alemania, Reino Unido, etc... Si a ello le añades el poco respeto que se tiene por el pequeño y humilde comerciante -y en ello tenemos culpa y mucha nosotros mismos-, obtendremos como resultado que ilusiones como esa tienen, por desgracia, los días contados.
ResponderEliminarSalud!
Confío en que no. En este barrio, a pesar de que hay supermercados de todas las cadenas, también se han sostenido negocios pequeños que si cerraron fue por jubilación o fallecimiento del dueño. Estos lo tienen más difícil porque hay muchas panaderías y una "croasantería", pero yo espero que salgan adelante y que, si se van de ahí, sea porque busquen otro local donde quepan siquiera tres clientes a la vez. O dos y un carro de compra...
EliminarEl pan es arte. O debería serlo. Y no muchas de esas piezas en serie con miga de chiclé y corteza imposible qie saben a cualquier cosa menos a pan horneado.
ResponderEliminarYo diría más bien que no saben a nada y hasta hacen echar de menos aquel pan del racionamiento de la posguerra, que ahora sería elmejor de los integrales.
EliminarEspaña necesita más gente así. Personas que emprendan con energía como ellos y otros que les apoyen como tú. El problema es que demasiados rehuyen el esfuerzo.
ResponderEliminarCuando tenga más confianza, quiero ir preguntándoles como han llegado hasta ahí, que han hecho antes y como se decidieron a instalarse en este barrio.
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