Un reciente post de Una mirada... me ha hecho pensar en eso que tantas veces se dice de que tenemos los gobernantes que nos merecemos. Veréis por qué.
Hace años, cuando Jesús Gil era alcalde de Marbella, llegó a mi casa un vecino procedente de allí y un día, cuando yo mencioné a ese alcalde de forma despectiva, él me rectificó diciendo que era un buen alcalde. Yo le dije entonces que a lo que yo me refería era a que tenía a sus espaldas los 57 muertos de Los Ángeles de S. Rafael, pero él insistió: Sí, pero ha puesto Marbella de dulce. Al parecer, eso era lo único que importaba y si este vecino hubiera seguido allí, seguro que lo sigue votando. ¿Nos van a extrañar todos los “malayos” que llegaron luego? Mediante el voto, por supuesto.
Votaciones, que bonita palabra, según dicen es una forma de elegir entre varias opciones basado en la decisión de los votantes.
ResponderEliminarY yo me pregunto o los ciudadanos somos gilip... o los partidos políticos se las saben todas y antes de las elecciones nos enseñan un caramelo para retirarlo justo cuando ya han sido elegidos.
Estoy recordando todas las promesas que hizo el PP antes de las elecciones generales, (no les voté, tampoco lo hice al PSOE, aunque en realidad esto no viene al caso). El PP prometió el oro y el moro, no cumplió absolutamente ninguna de sus promesas, se pueden ver las hemerotecas de todos los periódicos, y sin embargo fue capaz de convencer a muchos de sus votantes para convencerles el porqué de no haber cumplido sus promesas, a día de hoy, el PP es la primera fuerza política en intención de voto de cara a las elecciones generales.
Según el Barómetro de la Sexta, el partido con mayor intención de voto en los próximos comicios generales es el PP con un 25,4% de los apoyos. Le siguen, empatados, PSOE y Podemos en torno a un 22% y Ciudadanos, que recoge el 15,2%. Encuesta fechada en mayo de este año. ¿Seguiremos votando a los gobernantes que nos merecemos? En diciembre lo podremos ver.
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Ya nos dijo Tierno Galvan que Las promesas electorales se hacen para no cumplirlas, pero yo creo que eso es lo de menos, ya que todos hacemos promesas -y nos hacemos promesas- que no cumplimos. A lo que yo me refiero es a que se vote a políticos que se sabe de antemano que son corruptos, pues eso es como ser cómplices de la corrupción.
EliminarCurioso el blog de reserva, pero le tienes que poner el reloj en hora porque va un pelín atrasado.
Eliminartremenda jodienda !!
ResponderEliminarsabe usted que fue indultado Gil por Jesús??
y que por aquello salió de la cárcel??, ¿¿quienes somos nosotras para juzgarlo ahora??
debieron dejarlo en la trena solo solo por lo que adeudaba a las putas
Gil encadenó un rosario de condenas e indultos, pero seguro que si hubiera querido volver de alcalde a Marbella lo consigue.
EliminarEl señor Gil entendió perfectamente el mecanismo del poder, este ama el dinero, y él se lo daba a espuertas.
EliminarAunque el poder judicial, lo menos corrompido en tiempos franquistas, actuase, si balanceaba el brazo del ministro de justicia con las suficientes pesetas, este dejaba caer el ladrillo del indulto y asunto resuelto en la balanza de la justicia.
Después en tiempos postfranquistas, que francamente en mucho se parecen, pues la figura del indulto sigue vigente, (gracias a Alfonso Guerra y su reforma del poder judicial) y en manos de varios ministros, el asunto con el señor Gil se siguió dando, balanzazo a balanzazo, así como otros de 3.000 a 7.000 según el año, de los que no hablamos.
Es urgente eliminar esa figura del "indulto" de nuestra democracia, muy urgente.
Habría que eliminar la figura del indulto, ¿pero quien lo hace? ¿Los que se han beneficiado de él? ¿Los que han beneficiado a los suyos? ¿Los que esperan beneficiarse y beneficiar cuando estén en el poder?
Eliminar...y lo peor no son sólo los malayos, gurtelianos y demás coleccionistas de cuentas bancarias sino los garciaalbiol y las marinelepen que presentan al distinto -y pobre, claro, amén de extranjero- cómo génesis de todas las desgracias presentes y futuras.
ResponderEliminarY todos esos elementos salidos de las urnas... Claro, que también a Hitler lo colocaron en su puesto los votantes. Cuando una persona así (si es que se le puede llamar persona) alcanza el poder de forma dictatorial, se entiende, pero que lo alcance por los votos es lo grave.
EliminarAhí está el meollo del asunto, en que no es necesario rascar mucho en la moral de la gente para que saque lo peor de sí misma, y eso lo saben muy bien estos recogedores de votos. Conocen la palabra, la frase mágica para convertir a su credo xenófobo a todo un ejército de personal de a pie.
EliminarYo veo tan culpable -o más- a quien se deja convertir que al que convierte.
EliminarLo peor no es que hubiera quien lo defendía en aquel momento, con cincuenta y tantos muertos ya a sus espaldas. Lo peor es que, a pesar del saqueo que hizo en Marbella, hay quien lo siguen defendiendo aún....
ResponderEliminarTenemos lo que merecemos.
Saludos.
Y reciben con aplausos a los de esa foto cuando salen de la cárcel con permiso y dicen "pobrecito Cachuli lo que han hecho con él"...
EliminarSe encuentra siempre como culpable al político, y no hay duda de que los es, pero ¿no lo es igualmente el votante que lo sube y lo mantiene en el puesto a pesar de saber como actúa?
ResponderEliminarYo creo que en el fondo de muchas personas lo que hay es envidia y admiración por quien sabe enriquecerse aunque sea robando. Lo que se dice tantas veces: que estamos en una crisis de valores más grave que la económica.
Eliminarle hago una precisión.
EliminarEra exxxperto en NO PAGAR, no en robar, en todas las compraventas que hacía, clausuleaba con galimatías de futuro, y luego se atenía a ellas para no pagar dejando pasar el tiempo en tribunales, cuando al final el tribunal dictaba sentencia, la sociedad compradora ya había desaparecido.
Una vez me pidieron que asesorara el clausulado de una compraventa, al enterarme de que el comprador se trataba de una sociedad del Gil, le dije que le ofreciera una suculenta rebaja del 5% pero que claúsula en pendiente con avales y tal y tal... ni una, y que entonces le vería la cara lobo, efectivamente al lobo se le pusieron verdes las uvas y ya no quería comprar.
En Marbella también aprendió a robar, que eso se aprende pronto... En las fiestas de la jet set se daban cursos intensivos por entonces.
EliminarAl fin y al cabo, a nadie le importa lo de los demás: si nos deja el pueblo bien, nos sonríe palmeándonos los lomos y pone cuatro columpios en el barrio, ¿para que vamos a revolver en el pasado? Confiamos en la justicia, y ya ha respondido o responderá ante ella... Juzgarlos no es asunto nuestro.
ResponderEliminarEsto es por lo menos lo que nos recuerdan a todas horas.
Yo acepto que nos equivoquemos al votar en las elecciones generales, pero en las locales y en ciudades pequeñas donde nos conocemos todos, si se vota a alguien corrupto se vota a conciencia. Pero, claro, es lo que tú dices: ¿que me importa a mí si roba al Ayuntamiento? Como yo también procuro escaquearme de los impuestos, no puedo decir que me roba a mí.
EliminarDe hecho, estoy seguro que cuanto más pequeña sea la administración, más miedo o reparo tenemos a verter alguna crítica sobre ella. Me explico: por no hablar de la Kaiser Merkel y su Europa, siento menos presión criticando a las Administraciones Estatales, autonómicas o provinciales, para los cuales soy una partícula del mar en el que navegan, que al gobierno local o ayuntamiento. Aquí me pueden conocer más y yo también a ellos, y el modo de devolverme el "favor constructivo" puede ser más inmediato y directo. !Imagínese usted lo que es ya hacerlo en una comunidad de vecinos!
ResponderEliminarSalud!
Pero una cosa es la crítica, para la que algunas veces hay que estar dotado de cierta dosis de heroísmo, y otra el voto, que en las urnas se supone que es secreto. (No en la comunidad de vecinos, pero eso ya es otra historia para no dormir)
Eliminar...pero ta,bién ocurre, en las localidades pequeñas, que resulta más sencillo descabezar al munícipe que produce hartazgo o que èl mismo, sabiéndolo, termine por variar su "política" local para evitar ser defenestrado. En los pueblos el voto secreto es relativo, pues suelen conocerse las adscripciones personales y, en la mayoría de las ocasiones, cinco o seis votos pueden suponer ganar o perder el sillón de alcalde/alcaldesa.
EliminarEn una ciudad como la mía no se llega a eso, pero sí se saben cosas de los políticos que no se publican en la prensa, porque siempre hay un amigo de un amigo que tiene un primo, etc. etc....
EliminarNo sé si tenemos los políticos que nos merecemos, entendiendo ese ¨nos¨ como la mayoría de la ciudadanía, pero sí creo que los políticos representan a sus votantes, puesto que salen de una educación concreta y medran gracias a un ambiente concreto. Los políticos ingleses son como sus gentes, al igual que los franceses, españoles y demás.
ResponderEliminarAlguien dijo que la televisión era la verdadera cultura democrática y que lo malo era lo que quería la mayoría. Pues eso mismo podemos aplicar a los políticos.
En eso te doy la razón, en que, como hemos dicho muchas veces hablando de la corrupción, el político no viene de otro planeta, sino que sale de una sociedad y es como esa sociedad. Lo que me plantea qué fue antes, el huevo o la gallina.
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