El pasado jueves me fui a ver una exposición que me interesaba, más que la exposición en sí, el sitio donde se exhibe: la Biblioteca Central de la UGR, albergada en el magnífico edificio del Hospital Real, donde se encuentra también el Rectorado.
La exposición está compuesta por los ejemplares antiguos de El Quijote que posee esta biblioteca y otros más modernos, pero curiosos, que han cedido distintas personas, entre ellas el que fue rector de esta Universidad, luego director de la Unesco y ahora fervoroso “podemita”: Federico Mayor Zaragoza.
Dejando aparte mi ocurrencia de ir al Hospital Real un 14 de abril y agradeciendo a la empresa de autobuses que me paseara por toda la ciudad por el mismo precio que un trayecto corto, gracias a la manifestación que cortaba el centro, a lo que voy es a que, a la salida de ver los Quijotes y tratar de hacer fotos a unos artesonados que se resistieron, me encontré en la puerta varios policías y la manifestación que se acercaba, pues, al parecer, su fin era exponer sus reivindicaciones sobre la enseñanza a una rectora que hacía rato estaba almorzando en su casa. Y, claro, les hice fotos también con el móvil. Ya las veis ahí arriba: los de la enseñanza y detrás algunos conmemorando el día.
Yo suelo vestir bastante informal, pero casualmente ese día iba muy “puesta” con una blazer negra y un foulard de gasa. ¿Y que pasó? Pues que los de la manifestación se me quedaron mirando y, aunque no me dijeron nada, vi en sus caras el desprecio hacia la señora “facha” que no comparte sus posturas y que ve su bandera como una curiosidad. Y me acordé de cuando, en las manifas de otros tiempos, cantábamos a los que se asomaban a vernos pasar desde sus casas:
Burgueses, cabrones,
bajad de los balcones.
¿Qué sabíamos de aquellas personas, aparte de que vivían en el centro y no se habían manifestado? ¿Que sabían los del jueves de mí? ¿No encasillamos a las personas demasiado pronto?
A la pregunta, Si,
ResponderEliminar...y no se decía así, (maldita bien educada)
se decía:
"burgueses cabrones, tocarnos los cojones"
Bien educada... pero, además, conocedora de mi anatomía. Que lo que no puede ser, no puede ser...
Eliminar(Juas y rejuas ) :-))
EliminarNo te digo...
EliminarEfectivamente, encasillamos a las personas con demasiada celeridad sobre todo si sospechamos que no piensan ni sienten como nosotros, aunque en el fondo no tengamos ni idea de lo que piensen ni lo que sientan.
ResponderEliminarY nos ocurre a todos, pues esta vez he sido yo la encasillada, pero entonces etiqueté yo con toda naturalidad.
EliminarCreo que nadie está capacitado para tirar la primera piedra.
EliminarPero esto me hizo reflexionar pasados tantos años. De hecho, no es la primera vez que lo pienso.
EliminarVeamos que leo entre líneas. Si estás pidiendo que se te lleve bocatas a la cárcel por hacer fotos en las manifestaciones, me tienes que decir de que los quieres si vegetales, de calamares, de jamón serrano?... ¡Ah! Y con limón (léase lima gorda) o sin el.
ResponderEliminarNá...Los policías estaban a mi espalda y me veían hacerlas. Te agradezco los bocatas, pero me los puedes mandar a mi casa y que el jamón sea de bellota.
EliminarUna persona con sentido común suele decir que es de uso común en los espíritus mediocres el denunciar en los demás los defectos que son propios. Así pasa que suelen lamentar se y quejarse de la importancia que dan algunos a la apariencia...
ResponderEliminarItem más, para demostrar que no son así, cuidan mucho algunos en ir descuidados...
En estos casos, una se acuerda de lo del hábito y el monje, pues yo soy la misma vestida de blazer que de chubasquero.
EliminarO conmigo o contra mí, y en caso de duda lo segundo. Una de las cosas que más valoro de Suiza es que no hay huelgas ni manifestaciones. Cuando vinieron los antisistema había más policías que ellos, y cuidadín que aquí no hay la permisividad de otros sitios.
ResponderEliminarEfectivamente, nada sabían de ti, pero eso poco les importa. Aún recuerdo los tiempos en los que había 2.000 manifestaciones al año en Madrid. Poco importaba que tuvieras que ir a trabajar, encima, para mantener a tanto gorrón.
Y no quiero seguir, que me conozco...
Hace poco, en otro blog, he contado que cuando murió el dictador me corté la coleta como manifestante, ya que las manifestaciones de entonces eran visto y no visto, llegaban los grises… y se acabó. Sin embargo, ahora pueden durar horas y una ciudad pequeña como la mía se colapsa totalmente cuando se corta el centro y las ambulancias tardan siete veces más en llegar a los hospitales, por lo que esas manifestaciones le pueden costar la vida a alguien y yo no quiero ser responsable de eso.
EliminarSí que tendemos a etiquetar por las apariencias, no es de extrañar, lo cual no es tan raro ya que vivimos en una sociedad donde impera más la imagen, la primera impresión, que otras facetas más profundas de los demás. Y también vivimos en una época donde todo se hace deprisa... así que no nos detenemos mucho en hacerlo con más tiempo.
ResponderEliminarPiensa que la manifestación podría haber sido de extrema derecha y que si tú hubieras ido vestida de otra manera... la policía probablemente "te habría disuelto", y te habrían confiscado el móvil...
Si llega a ser de ultra derecha, la del móvil se vuelve al Hospital Real y hasta es capaz de subir de nuevo los cuatro horripilantes tramos de la escalera buscando el amparo de don Alonso y su lanza en ristre.
EliminarNo creo que estemos encasillados, estamos inanes, silentes, sin coraje y sin lo que ponen las gallinas ( hace unos días vi una viñeta en la que unas gallinas se decían: Nos mandan pa España, allí hacen falta huevos)
ResponderEliminarEstamos cansados, hartos, aburridos... Hace años hablamos del "desencanto", pero esto es peor.
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