8/3/21

Día de la Mujer




      Hace unos días, me encontré en la calle a una conocida de mi barrio, que es un poco más joven que yo. Nos saludamos, nos preguntamos por la salud y nos pusimos a hablar de lo que todos hablamos últimamente. Me llamó la atención entonces que hablaba en plural -encerrados, salimos poco, tenemos miedo- cuando se que vive sola. El marido murió hace unos años, no tuvieron hijos y tiene poca familia cercana. Tanto me extrañó que, incluso, hablara de nuestro piso, que le pregunté si tenía alguna acompañante o cuidadora y me contestó que no, que seguía con la misma chica que iba un día en semana a limpiarle el piso, que está bien todavía y no necesita más.

      Cuando nos separamos, me fui para mi casa pensando en ese extraño plural y llegué a la conclusión de que se debía a la costumbre de cuando vivía su marido y siempre hablaba así. Ella era una de esas mujeres casadas que no tienen una vida propia. Su vida es la de su marido, sus amistades las de su marido, sus salidas son con él, hasta la compra la hacen juntos. Y claro, hablan en plural. No hay un yo personal, no hay persona.

      Afortunadamente, ya vemos menos mujeres así. Ahora, aunque tengan pareja e hijos, tienen también sus propias amistades, salen con amigas, comen algunas veces con ellas y hasta puede ser que se permitan algún viajecito juntas en fin de semana. Y, como trabajan, también se reúnen con compañeras y compañeros para un cumpleaños o cualquier celebración. Tienen una vida propia, aficiones propias, que intentan compartir con su pareja, pero si no las comparte, las desarrollan por su cuenta. Tienen vida, su vida, personal e intransferible. Son personas. Seres humanos únicos, con su propia identidad.

      Hoy, Día de la Mujer, celebremos este cambio y deseemos que pronto no quede ninguna mujer hablando en plural, viviendo sin ser ella misma.

 

21 comentarios:

  1. El primer cambio que debe operar en todo proceso es el de las partes interesadas. Por muchas reclamaciones, manifestaciones, leyes, decretos... La vida en común es el camino de la vida, pero cada uno tiene sus peculiaridades y también debe tener su autonomía. Justos para vivir en amor y compaña, pero sin sometimientos.
    Un abrazo

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    1. Lo malo que estas mujeres (que sigue habiéndolas) no son conscientes de sometimiento ninguno, les parece "normal". Y, en realidad, no es sometimiento exactamente, sino pérdida de identidad.

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  2. Ha sido un largo recorrido el de las mujeres; un trayecto lleno de obstáculos, moralinas y prohibiciones. Pero también considero que cada una, en el hoy, elige su camino y su propia búsqueda de la felicidad. Quizás tu amiga se aferre a ese plural porque es lo único que la alienta a levantarse cada día, porque no ha conocido otra manera de vivir/sentir y su pequeña galaxia hogareña la colmó y no pudo o no quiso aventurarse en escudriñar en sus propios anhelos.

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    1. El problema de este tipo de mujeres, es que, cuando se quedan viudas, ya que es corriente que él muera antes que ella, se encuentran como en tierra de nadie, sin saber que hacer con su vida ni como sacarla adelante. Si tienen hijos y nietos es distinto, se dedican a ejercer de abuela y les hacen ese favor, pero cuando no los hay es lo malo.

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  3. La pena de todo esto es que haya que dedicarle un día a la mujer, y no porque no se lo merezca ni mucho menos, simplemente por que todavía no exista igualdad en ambos sexos.

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    1. Lo que hay que pensar es que lo contrario de la igualdad es la desigualdad, no la diferencia, pues muchas veces se confunde.

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  4. Vamos avanzando, pero demasiado despacio, especialmente en muchos lugares del planeta, donde las mujeres no pueden hablar ni en plural ni en singular. Afortunadamente, cada vez somos más los que luchamos por la igualdad de derechos, de oportunidades, los que pensamos en sumar fuerzas en vez de dividir. Ojalá que el año próximo estemos mejor, y el siguiente...

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    1. Yo creo que la mayor lucha está entre las mismas mujeres, pues no hay cosa peor que el machismo femenino.

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    2. La lucha contra el machismo, con manifestaciones en la calle, no enseña nada a los niños (hombres de mañana). Es en el hogar donde debe darse la lucha, porque es en el hacer cotidiano donde las madres forman (muchas veces sin tener clara conciencia de ello) a los futuros machistas.

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    3. Tienes mucha razón. Yo he visto hace años casas donde, al terminar de comer, se levantaban a recoger la madre y las hijas, mientras el padre y los hijos permanecían sentados o se iban a sus asuntos.

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    4. Además, es muy importante destacar la pésima costumbre que tienen muchas madres de sexualizar a sus hijas a muy temprana edad, formando futuros objetos sexuales. En especial detesto costumbres tales como eso de "celebrar los 15" de las niñas, antigua costumbre de exponer a las hijas en el mercado. También encuentro que es de machismo extremo eso de que en los matrimonios los padres (hombres) "entreguen" sus hijas al novio (otro hombre). ¿Entregan? ¿un traspaso de un dueño a otro dueño?

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    5. Afortunadamente, esas celebraciones y ceremonias se están perdiendo o se han perdido del todo, pues aquí lo que se celebraba era lo que se llamaba la "puesta de largo", que solía ser sobre los 18 años y que yo no la tuve ni ninguna de mis amigas, pues solo lo hacían las familias de la alta burguesía... o los "nuevos ricos" que querían emularlas. En cuanto a la "entrega" de la hija en el matrimonio, es una costumbre que creo se sigue (o seguía) en Cataluña, pero aquí la ceremonia es distinta y, además, eso no está en el rito sacramental y dudo que esté en la ceremonia civil. Lo más parecido a eso que hay es la colocación del anillo, que lo hace primero el hombre y después la mujer, pero supongo que el orden se puede invertir.

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  5. Os leo y me quedo ojiplático... La educación no es tarea solo de las madres sino de madres/padres al unísono y esos entresijos prenupciales son de una ranciez que no se puede aplicar a la mayoría, que se arrejunta y/o se casa sin semejante parafernalia. ¿Que haya reductos donde se den? Seguramente. Pero serán tan excepcionales que en absoluto se pueden contar como usos y costumbres actuales; en los distintos entornos por donde me muevo son inexistentes.

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    1. Excepcionales serán en España, pero hay paises enteros en que esas costumbres siguen y persiguen...

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    2. Tienes razón; me estaba circunscribiendo a un solo país y a la mayor parte de Europa cuando es cierto que no se dan las mismas circunstancias en otros territorios, donde el sexismo forma parte de la vida cotidiana.

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    3. En Argentina, por ejemplo, se sigue celebrando esa fiesta de los 15 años.

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  6. Pues no te extrañes tanto, Una mirada..., pues tienes más cerca Cataluña, donde hace unos años (no se en este momento) en las bodas "por la Iglesia", la novia entraba en el templo del brazo del padre, el novio esperaba en el altar y allí el padre "entregaba" su hija al novio, que ocupaba su lugar al lado de la novia, mientras el padre se retiraba discretamente una vez cumplida su función. Parece una simple costumbre, pero tiene el significado que dice Jenofonte. Lo curioso es que en EEUU lo hacen así, tanto en bodas religiosas como en esos espectáculos que ellos montan en "bodódromos", con damas de honor vestidas de color rosa y toneladas de flores. Aquí, sin embargo, la costumbre es que la novia entra en el templo del brazo del padre o padrino, que puede muy bien ser otra persona, y el novio acompaña a la madrina, sea quien sea. Luego, en el altar, están los cuatro, los novios en el centro y a los lados padrino y madrina.

    Y aunque te parezca mentira y aunque tantas parejas se "arrejunten" sin ceremonias previas, hay veces que, después de varios años y algún hijo... o dos, les apetece un bodorrio como el de algún amigo/a y se lo montan. En mi familia ya van dos casos y conozco muchos más. ¿Atavismos? No lo se, pero ocurre...

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    1. En mi caso, nosotros comunicamos a los respectivos progenitores nuestra decisión de casarnos. Un buen día entramos al Registro Civil, firmamos los respectivos papeles y salimos casados. Esa fue toda la ceremonia... LA familia de mi esposa siempre me consideró un pájaro raro...

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    2. Aquí, durante la dictadura de Franco, no hubo matrimonio civil, solo el de la Iglesia, que era válido civilmente también, y a los que no eran creyentes no les quedaba otra que pasar por ello. Lo que era un desastre desde todos los puntos de vista, pues a la hora de declarar nulo un matrimonio sacramental era facilísimo, ya que lo habían contraído obligados.

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    3. También me casé por la Iglesia (para tranquilizar a mi madre) pero también fue simple, entramos a la iglesia y en presencia de los testigos (mis padres), el cura nos casó. Éramos cinco en la iglesia, sin misa, sin fiesta, y aquí estamos, pasados ya 48 años...

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    4. ... y hay quien monta una boda-espectáculo, pero luego su unión dura lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks, como decía Sabina.

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