En bastante frecuente que en Granada llueva en Semana Santa, aunque no haya caído una gota en todo el invierno como ha ocurrido este año. Así como en el Corpus se tienen que mojar los toldos, también en Semana Santa es una tradición firmemente arraigada que las procesiones se mojen o no puedan salir de sus iglesias.
Ahora hay muchas cofradías y los días están completos, por lo que si una procesión no puede salir por la lluvia ya no sale hasta el año siguiente, pero antiguamente era frecuente que, al no poder salir en su día, se pasara a días posteriores. Y así un año ocurrió que la cofradía de la Santa Cena, que sale el Domingo de Ramos y que lleva un gran paso con Jesús alrededor de la mesa con los doce apóstoles, no pudo procesionar por la lluvia y la trasladaron al Viernes Santo, el mismo día de salida de la Virgen de la Soledad que acompaña al Santo Entierro. Y como aquí se le saca punta a todo, se cuenta que alguien cantó una saeta a la Virgen que decía así:
Ahora hay muchas cofradías y los días están completos, por lo que si una procesión no puede salir por la lluvia ya no sale hasta el año siguiente, pero antiguamente era frecuente que, al no poder salir en su día, se pasara a días posteriores. Y así un año ocurrió que la cofradía de la Santa Cena, que sale el Domingo de Ramos y que lleva un gran paso con Jesús alrededor de la mesa con los doce apóstoles, no pudo procesionar por la lluvia y la trasladaron al Viernes Santo, el mismo día de salida de la Virgen de la Soledad que acompaña al Santo Entierro. Y como aquí se le saca punta a todo, se cuenta que alguien cantó una saeta a la Virgen que decía así:
Virgen de la Soledad,
no llores ni tengas pena
que tu Hijo está cenando
cerca de la Plaza Nueva.
no llores ni tengas pena
que tu Hijo está cenando
cerca de la Plaza Nueva.
Es curiosa esa anécdota que cuentas, yo creí que si un día no podía salir alguna de las procesiones ya no lo hacían precisamente por eso que cuentas, que se rompe la secuencia de los acontecimientos que se celebran.
ResponderEliminarNo hay duda de que los granainos tienen ingenio, la saeta es muy ocurrente.
Iba a decir lo mismo que tú, Leodegundia.
ResponderEliminarAhora es así, pero no por romper la secuencia de los acontecimientos, sino porque cada cofradía tiene su día y su hora y si llueve todas querrían salir el día que no lloviera. De todas formas, creo que alguna vez se han hecho excepciones. Sobre las cofradías y sus costumbres no me hagáis mucho caso, ya que no soy cofrade ni estoy al tanto de muchas de sus cosas. Simplemente he contado una anécdota que me contaba mi padre y que siempre me hizo gracia.
ResponderEliminarEs una anécdota digna de conocerse por lo curiosa y por lo oportuna e imaginativa que es la saeta. Yo la conté hoy a la hora de la comida y les prestó mucho.
ResponderEliminarSupongo que es un poco irreverente, pero de una lógica aplastante.
EliminarSon innumerables las anécdotas sobre la Semana Santa. Una madrugada de hace ya algunos años, estando en la Puerta de Palos de la Catedral, presencié el encuentro de la Esperanza Macarena y la Esperanza de Triana aguardando en la madrugada que cesara la lluvia para emprender el regreso a sus templos.
ResponderEliminarLa Esperanza de ellas y la vuestra de que terminara la lluvia ¿no?
EliminarAunque coincido contigo que la saeta es un poco irreverente me ha causado mucha gracia.
ResponderEliminarTambién se puede considerar como la familiaridad con que el pueblo llano trata a las imágenes a las que le tiene devoción. No se si sabes que en algunas ciudades se le llama ¡guapa! a la Virgen cuando pasa, aunque en Granada no hay mucha costumbre de eso.
EliminarMe choca esa familiaridad que cuentas con lo solemne y "triste" de la commemoración.
ResponderEliminarComo digo, aquí no es costumbre, pero mira en Sevilla
EliminarEs que luego cuesta muy poco tener la imagen que tenemos de los sevillanos, tan pasionales y hasta exagerados.
EliminarAquí somos algo más comedidos, pero también se dan estas cosas de fervor popular que pueden resultar algo extrañas vistas desde fuera. Lo nuestro va más en la línea de esa saeta.
EliminarAqui también pasa lo mismo. No hay semana santa sin lloviznas. Y aunque quizá haya pasado algo igual a lo que cuentas, no conozco ninguna anécdota popular que lo registre.
ResponderEliminarSí tengo una anécdota personal: Refugiándonos de una de esas lluvias de jueves santo, coincidimos en un bar, una linda chica y yo allá por el '86.
Hoy estamos celebrando ese aniversario.
¡Felicidades! Mira que callado lo tenías... Yo también tengo un recuerdo parecido de un Jueves Santo, pero en mi caso no puedo celebrar aniversario.
EliminarMe ha encantado la saeta... bueno más que saeta, puntazo y buscando mas información, he encontrado esto, que una persona contesta a otra :
ResponderEliminar¿Y que me decís de los cuadros de la Santa Cena que, antiguamente, presidían todos los comedores?
Cenando cordero y bebiendo vino, "que da vida y alegra el corazón"...
El autor del comentario seguro que lo recuerda.
Jubi, ¿donde has encontrado eso que tanto me suena?
EliminarLo he encontrado aquí. El comentario es el Nº 8.
EliminarRecordaba que lo había dicho, pero no donde. Está visto que me repito con el paso de los años. Que pequeña es la Red...
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