Dos mujeres corriendo en la playa (La carrera) Pablo Picasso
La “conversación” mantenida con Una mirada en el post anterior sobre el trueque, el intercambio de servicios y habilidades, me ha hecho recordar los planes de futuro que hice en una ocasión y cómo la vida los deshizo sin remedio.
Tenía una amiga de mi misma edad, muy generosa y servicial, que siempre estaba dispuesta a hacerme favores, a lo que yo correspondía tratando de hacérselos a ella también y, como nuestras habilidades iban en distintos sentidos, nos complementábamos bien: yo le miraba sus “papeles”, le ayudaba en sus gestiones bancarias y administrativas, y ella se ofrecía siempre a echarme una mano cuando una tarea en la casa se ponía complicada o a traerme un dulce que le hubiera salido bien.
Y así, yo hacía planes para el futuro, para cuando fuéramos mayores (o más mayores de lo que ya éramos) Como ella físicamente estaba mucho mejor que yo, me ayudaría en el trabajo duro de la casa y, como yo estaba mentalmente mejor que ella, le gestionaría todos sus asuntos.
Pero se atravesó en nuestro camino el alemán y todo se fue al traste. ¿Para que hacer planes si la vida los hace por nosotros?
El futuro siempre acaba siendo impredecible, lo mismo se tuerce que se endereza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Más bien lo primero que lo segundo.
Eliminar(pon el enlace bien, corazón.)
ResponderEliminarhttp://el-macasar.blogspot.com.es/2011/06/nosotras-las-de-entonces.html
marditos alemanes....
Juraría que ayer funcionaba, pero ya está arreglado. Creo. Gracias por el aviso
EliminarYo muchas veces me pregunto si realmente somos los que decidimos nuestro futuro o si "algo o alguien" nos lo tienen preparado de antemano.
ResponderEliminarAlgunas veces confundimos lo que planeamos con lo que deseamos y de ahí viene la frustración. Cuando yo hacía esos planes, ya sospechaba que "el alemán" rondaba a mi amiga, pero prefería ignorarlo.
EliminarPor un comentario en tu último correo he venido por tu blog al que tengo abandonado como otras tantas cosas, bien sabes por que.
EliminarY lo hago para decirte que sin importar si ya nuestro destino está marcado uno debe hacer planes para el futuro, aún a nuestra edad. Si las cosas no se dan como planeábamos habrá que replantearlas y seguir adelante. ( mira si no a Roberto).
Es muy doloroso en el caso que planteas pero cuando nacemos sabemos que vamos a morir y no por eso dejamos de proyectarnos hacia el futuro,
Yo no creo que nuestro destino esté marcado, pues eso sería negar lo que el Nuevo Testamento llama “la libertad de los hijos de Dios”, pero, a estas alturas de la vida, una ya no hace planes que vayan más allá del próximo lunes. El resto son deseos…
EliminarYa lo dijo John Lennon, con su famosa frase sobre la vida y los planes. La vida siempre te va a sorprender, así que mejor que te destroce los planes a que pase a tu lado sin que te des cuenta. Algún plan saldrá, digo yo.
ResponderEliminarTienes razón en que, por mala que sea la vida, peor es no vivirla. Huir de ella para que no nos hiera.
EliminarPrueba (he lanzado un comentario y no se si se ha publicado)
ResponderEliminarY no está en spam
EliminarPues no. No se ha lanzado el comentario por lo visto. Yo y las máquinas...
ResponderEliminarLe comentaba que las ilusiones son como el aire que respiramos, necesarias para vivir... Debemos tenerlas para seguir adelante, y cuando perdemos una, buscamos otras. Si no, viviríamos en un paisaje sin horizontes...
Tú y Blogger… Mejor dicho, todos y Blogger, que tiene vida propia y decide cuando publica y cuando no, lo mismo que decide que tamaño de letra me coloca, independientemente de la que yo elija.
EliminarPero llega un momento en que el aire empieza a ser escaso, como una EPOC del espíritu….
EliminarSólo queda hacer otros planes, y ella necesita ahora más ayuda que nunca, aunque no se le pueda dar más que una sonrisa comprensiva.
ResponderEliminar(segundo intento)
Ella ya no necesita nada y los que la quisimos tenemos solo su recuerdo, preferiblemente el de antes de la enfermedad.
EliminarMaldita enfermedad.
ResponderEliminarNo pudimos ver el cuadro en el museo de Picasso en París, estaba cerrado.
No sabía que había tantos problemas con ese museo.
EliminarSiempre quedan los recuerdos del Antes, consuelo maldito al que los humanos nos aferramos cuando el Ahora se vacía de las presencias con las que el corazón contaba... Yo he perdido este verano, de sopetón, a uno de esos compañeros del alma con quien tanto compartía. Marchó de vacaciones al Sur y allí se quedaron sus planes, con apenas cincuenta años recién cumplidos, dejándonos una dolorosa ausencia que cuesta asumir porque él siempre estaba allí, luchando, sonriendo, llorando, animando,, planeando...
ResponderEliminarDe tu amiga, como del mío, quedan retenidos instantes privilegiados que la memoria vela, aunque el futuro trazado sea el opuesto al que se soñó conjuntamente. Por eso, además de ese prodigio que es el recuerdo, la mejor aventura vital es la del Presente.
Lo malo es que, a cierta edad, ya son más las ausencias que las presencias. Como decía mi padre cuando subía al cementerio: Tengo más amigos aquí que abajo...
EliminarRespecto a los problemillas de Blogger, en mi relación con esta bitácora tuya me sucede, desde el principio, algo curioso: Escribo el comentario en el casillero, lo copio, le doy a enviar y no se refleja... Así que lo vuelvo a copiar y entonces sí, ahí queda.
ResponderEliminarBlogger hace todo tipo de cosas incomprensibles. Por ejemplo, si yo comento en mi propio blog sin haber entrado con contraseña, tampoco me lo publica a pesar de pedírmela. Me la pide, la meto, pero el comentario desaparece, así que ya he optado también por copiarlo o por no comentar sin estar antes "dentro".
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