Muchas veces he leído y oído hablar de que España es poco competitiva a causa de su baja productividad, pero nunca he sabido muy bien que significa eso en el terreno práctico. Sin embargo, y a raíz de mi verano de obras, ya lo entiendo perfectamente: Baja productividad es que encargues una mampara de ducha y te la coloquen mes y medio después porque en agosto cierran las fábricas.
¿Qué pasaría si se establecieran aquí empresas que trajeran esa mampara desde países que no se paralizan en agosto?
No pongo en duda que el trabajador tenga derecho a sus vacaciones y que para la empresa quizá sea más funcional que todos las tomen a la vez, pero me pregunto si esa costumbre se corresponde con el momento que vivimos o si procede de estos años pasados de burbuja inmobiliaria, en que la demanda superaba a la oferta y se sabía que la producción estaba vendida por mucho que se maltratara al comprador.
Creo que se debería de tener en cuenta la situación del momento incluso para programar las vacaciones del personal de las empresas, que no es que se vayan a quedar sin ellas pues derecho tienen a disfrutarlas, pero acomodándolas de forma que la empresa no tenga que cerrar y por ello interrumpir el servicio a los clientes.
ResponderEliminarDe hecho, eso ocurría hasta no hace tantos años, pues en las empresas se turnaban en vacaciones para mantenerlas abiertas. Además, es un contrasentido que se paralice la producción justo en la época en que más obras hay.
EliminarTe voy a contar un caso totalmente real. Cuando arreglé mi casa pensando en traer a mi madre, contratamos a una casa especializada en reformas que se encargaba de agrupar y coordinar todos los gremios para que no tuviéramos ningún problema. Además de la cocina y uno de los baños, también cambiamos todas las puertas, ya que en los dos primeros casos teníamos que ampliarlas para que pudiera pasar una posible silla de ruedas. Como las tuvieron que hacer a medida y en el salón eran correderas, pero que se introducían dentro de los tabiques, las tuvieron que hacer a medida. Se empezó la obra y nos dijeron que la duración sería de un mes aproximadamente, nos fuimos a Broto unos días, cuando volvimos la cocina no estaba terminada, ya que faltaba algún detalle, pero con un infiernillo nos apañábamos y las puertas.... pobres de nosotros, la proveedora de maderas, de vacaciones y la que nos hacía las puertas las cogió un mes después. Total tres meses sin puertas en casa. Y el parquet para el final. Otra semana de vacaciones.
ResponderEliminarProductividad o alevosía?
Y se paran las obras porque no hay azulejos durante las fallas y pre-fallas de Valencia. Y, si me apuras, no puedes enterrar a un muerto en octubre porque no llega el mármol de Almería por la Virgen del Rosario…
EliminarQuizá más, o tanto, como la baja productividad es la falta de miras y la incapacidad de ponernos de acuerdo... ¿Renunciar al divino mes de agosto como escenario de vacaciones? !Si es ahí donde está todo el mundo! ¿como ponerse de acuerdo para repartirse las vacaciones a lo largo de diferentes meses?
ResponderEliminarPara mi, que es algo de eso...
Salud!
Pero la falta de miras en los que dirigen las empresas, que piensan que los clientes lo soportamos todo porque no nos queda otra. Ya verás cuando unos que yo me se salgan de los bazares y monten empresas, a donde van a ir estos empresarios con tan poca visión.
EliminarE incluso la bestia negra, es decir: la administración... Tengo entendido que en otros países que se dicen más avanzados, distribuyen los periodos vacacionales, de manera que no se detenga nada y, además, se reduzca el nivel de accidentes.
EliminarTambién aquí era así antes, pues incluso se daba en algunos servicios la injusticia de que las funcionarias casadas tenían preferencia sobre las solteras a la hora de elegir fechas, debido a que se suponía que dependían de las vacaciones de sus maridos y sus hijos, con lo que había solteras que irremediablemente se quedaban siempre para septiembre.
EliminarEsto mismo me pasó a mi y no era verano. Pero a una amiga le ocurrió exactamente lo mismo, solo que antes había devuelto la mampara un par de veces por mal hecha antes de agosto. Y al final se la pusieron en Octubre:-( Pienso que se tienen muchas ganas de trabajar.
ResponderEliminarO sea, que además de lentos, malos en su trabajo. La mía, la menos, parece que está bien.
EliminarLa producción de bienes, en este caso tu mampara, se programa teniendo en cuenta estadísticas de ventas. Las vacaciones no son un evento sorpresivo por lo que no pueden ser la causa de faltantes de stock. Generalmente los faltantes están más ligados a temores a la hora de invertir de los fabricantes y a la especulación financiera.
ResponderEliminarTú sabes de esto mucho más que yo, pero ¿que ocurre si el pedido llega cuando la fábrica está cerrada y si, al reiniciarse la actividad, se han acumulado todos los del mes de más obras domiciliarias? Lo dicho: mes y medio. Porque también al instalador de aquí se le ha acumulado el trabajo. No es falta de stock, que puede estar el almacén lleno, pero de allí no empieza a moverse hasta el 1 de septiembre. Y el problema es que te engañan, pues no te explican esto cuando la encargas, sino que te van dando largas de semana en semana hasta que pasa el mes.
EliminarEs muy simple: Tu cuentas con once meses de trabajo y uno de vacaciones. Sabes que vendes 1000 mamparas por año, entonces debes fabricar 91 mamparas por mes (91 x 11 = 1001). Lo que habitualmente sucede en un mundo regulado por la actividad financiera y no la productiva, es que el fabricante no fabrica las 91 mamparas necesarias y destina buena parte del dinero que debería destinar para hacerlas a la especulación financiera: plazo fijo, acciones, monedas extranjeras, etc. que pueden dejarle un rendimiento mayor al que le deja el precio de venta de las mamparas. A eso le llaman "diversificación de la inversión" y el costo de esta acción se diluye haciendo esperar al cliente.
ResponderEliminarNo lo dudo, pero también ocurre que el cliente espera no porque no se hayan fabricado suficientes mamparas, sino porque la mampara es a medida del plato de ducha, que tampoco se mide hasta que la obra no está casi terminada y que cuando parte el pedido… también ha cerrado la fábrica de platos de ducha.
EliminarTal y como está el patio laboral dudo mucho que el personal de a pie elija el momento vacacional, así que sería interesante conocer los criterios empresariales. Claro que la clave ya la han ido dando algunos mandamases de la cosa, para quienes lo ideal sería tener a trabajadores y trabajadoras en semiesclavitud...
ResponderEliminarImagino que cada gremio/empresa tiene sus normas al respecto; conozco gente que tienen parte de sus vacaciones en octubre y hasta en noviembre. O que les van dando una semana por aquí y otra dos meses después.
Los criterios empresariales deben pasar por irse todos a la vez y en todas las empresas, pues cuando quise buscar otros instaladores, me dijeron que sería igual, que ninguno podría pedir nada a empresas cerradas. Y, de hecho, así fue con una puerta de entrada: también para septiembre como los malos estudiantes.
EliminarPues no sabe usted como me molesta a mí, que trabajo en un ramo que no para nunca, ni por obras, y que me he comido las uvas estando de guardia. El día que necesitaba una pieza del coche y me dijeron que para septiembre me subía por las paredes.
ResponderEliminarSin llegar a lo de las uvas, que en estas profesiones de las que hablamos no es necesario, yo creo que se podría volver a la época en que se hacían turnos de vacaciones en todas las empresas, pues, además, ¿como se las arreglan en otros países que no cierran?
EliminarComparto tu queja. El día que decubramos que se vive mejor siendo más eficientes nos preguntaremos cómo pudimos pasar tanto tiempo con servicios tercermundistas, pero me temo que eso nunca llegará a suceder.
ResponderEliminarEl ciudadano protesta, pero, yo el primero, no de una forma formal, por lo que cae en saco rot. Seguro que los obreros de la mampara se quejan de otras cosas sin ser conscientes de que ellos son parte del problema. En Espña la culpa siempre es de otro.
Yo insisto en que no me parece culpa del obrero o empleado, sino de los que llevan la empresa, pues el problema está en el origen del producto, no en el instalador inmediato. Yo no he tenido problemas para encontrar "artistas" -con sus peculiares formas de trabajar- en agosto, pero lo que ha fallado es el suministro que llega de fábrica.
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