Hoy hace 122 años que murió Ángel Ganivet en Riga, en las frías aguas del río Dviná, y en marzo hizo 95 de que lo enterraran en esa tumba que veis ahí arriba y por la que se pasa nada más entrar al cementerio. Al cementerio de San José, en Granada.
Al morir mi abuelo paterno, allá por los años 50, llegó a mi casa su biblioteca con casi toda la obra de Ganivet y un par de libros sobre él. En uno de ellos, se habla de su fatalismo como origen remoto del suicidio, pero también de que poco antes le habían diagnosticado una parálisis progresiva y de que ese mismo día llegaba a Riga la mujer con quien había tenido dos hijos, una niña que había muerto con dos meses y Tristán, que acompañaba a su madre. Pero Ángel Ganivet no los esperó, se fue antes de verlos. ¿Por qué? Solo él lo supo.
De Ganivet tengo Cartas finlandesas y el Idearium español, aunque solo he leído el primero. Hace un tiempo, en una charla sobre los más desconocidos del Noventayocho a la que asistí, el ponente realizó un amplio recorrido, no por la obra, sino por la vida de Ganivet, de la que decía que era folletinesca y con tantas sombras que era imposible no sentirse atraído por el hombre que fue. Su pasión por Amalia; la hija muerta lejos a la que siempre llevó in mente; el acentuado pesimismo; sus declaradas intenciones suicidas años antes de su muerte; la ocultación de su amante y sus hijos; la hija póstuma atribuida a un tenor; su aparente suicidio jamás investigado... Es imposible adentrarse en Ganivet y no sentir el afán por saber todos esos aspectos que acompañaron (y tal vez nublaron) su existencia.
ResponderEliminarSí que es difícil de entender que en 33 años Ángel Ganivet escribiera tanto... y viviera tanto. Granada ha estado siempre con él en un dilema, pues por un lado lo ha considerado una figura notable, pero por otro ha rechazado su conservadurismo a ultranza, en el que le parecía un pecado el alumbrado público, que, según él, le quitaba belleza a la ciudad. O dejar de calentarse con un brasero, porque eso unía a la familia.
EliminarYo leí sus libros cuando llegaron a mi casa, pero no he vuelto a tocarlos hasta ahora, que le he dado un vistazo a algunos para escribir este post y sigo pensando lo que he pensado siempre de él: que fue un hombre muy inteligente, un genio, pero atormentado y psicológicamente tocado desde muy joven.
Esa mentalidad conservadora de Ganivet choca con las críticas soterradas que hace del subdesarrollo español en las "Cartas finlandesas", donde ciertas modernidades del país nórdico las ves casi imposibles dada la mentalidad española. Eso sí, que las niñas finlandesas estudien junto a los niños y que el gobierno fomente el estudio de las féminas, le parece al granadino una pérdida de tiempo porque la estructura mental de las mujeres no está hecha para conocimientos que vaya más allá de coser, bordar y llevar una casa.
EliminarY, sin embargo, se enamora de Marie Sophie Diakovsky, una mujer independiente y culta, una profesora.
EliminarSiempre me pareció misterioso que un hombre tan bien formado, con una obra profesional y creativa de verdadero peso específico no fuera capaz de vencer el posible pánico interior que le llevó a dar ese paso. Hay un algo de misterio que se llevó con él y que ni siquiera está en ninguna de sus tumbas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se especuló con que hubiera sido asesinado, pero se desechó la idea, porque se volvió a tirar cuando lo sacaron del agua la primera vez. Lo que me he preguntado en alguna ocasión es si esta segunda vez lo dejaron morir viendo que era su voluntad.
EliminarNunca sabremos que ideas cruzan por la cabeza de una persona que se suicida y además en este caso, pese a no conseguirlo a la primera, se les escapa y al final lo logra, es una pena ya que aparentemente era una persona muy bien formada.
ResponderEliminarLa mente es algo que engloba excesivos procesos, en muchos casos inherentes únicamente a una sola persona.
Si IDEAL te deja leer el artículo completo del enlace, verás que habla de que, poco antes del suicidio, en una carta escrita a su amigo Navarro Ledesma, Ganivet le confiesa que se siente «triste, endemoniado, aburrido, hastiado, malhumorado, abrumado, entontecido». De ahí al suicidio... hay un paso.
Eliminar-Senior Citizen- Si, lo había leído, pero es que con algún adjetivo distinto es como me siento yo ahora, triste, aburrido, hastiado, malhumorado, cascarrabias, irascible, iracundo, irritable...
EliminarPensaba haber ido a Broto, aunque hubiera sido solo un par de días, pero nos han abierto la ciudad, pero no nos dejan salir de la provincia,
Pues ya ves como terminó este, así que espabila y procura animarte.
EliminarComo soy más bruto que un arado no conocía de su existencia, y ahora me ilusiona saber más de su vida y de su obra. Gracias por traernoslo.
ResponderEliminarNo eres bruto, simplemente eres de Ciencias y has vivido fuera de nuestro país más tiempo que dentro.
EliminarTampoco yo lo conocía, gracias. En estos momentos comprendo su sentir en cuanto a Granada la bella. A mi también me gustaría que mi hermosa Argentina se hiciera grande y tomara un rumbo de progreso y tranquilidad. Iré a mirar su biografía. Gracias.
ResponderEliminarGanivet tiene muchas cosas interesantes y su vida es una auténtica novela. Gracias a ti por la visita.
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