Todos los días estamos leyendo y oyendo que la vivienda se está convirtiendo en algo no asequible para muchas personas. Ni en régimen de alquiler ni como compra. Y la explicación es bien simple. El salario mínimo es de 1.184 euros brutos y con eso no se puede comprar o alquilar una vivienda y comer al mismo tiempo. En una pareja que trabajen los dos, tienen que dedicar el sueldo de uno al alquiler o la hipoteca y vivir con el del otro. Pero ¿y si hay hijos? ¿Puede una familia con hijos pequeños vivir con el salario mínimo? ¿Y si es una familia monoparental? ¿Y una pareja de pensionistas con la pensión mínima o la no contributiva? ¿Y el que no tiene trabajo? ¿Y los inmigrantes?
El gobierno y algunas administraciones están tomando medidas, pero hasta el momento ninguna da resultado, pues el precio de la vivienda sigue subiendo y subiendo sin parar. Y seguirá mientras este asunto no se enfoque desde la ética personal.
La vivienda es un bien necesario, no es algo de lo que se pueda prescindir y, como bien necesario, es un derecho recogido en la Constitución. Por tanto, quienes cooperan a esa subida escandalosa están cometiendo un delito que debería penarse. Pero yo voy más allá. No solo están cometiendo un delito, sino que están actuando en contra de la moral, de la ética. Desde la ética, la vivienda no puede ser un negocio, no se puede especular con ella. Y eso hay que decirlo claro. Quizá se puede especular con una vivienda de vacaciones, pero no con la habitual de una ciudad, un barrio o un pueblo del cinturón desde donde se desplazan los que trabajan en la ciudad.
Así que ya va siendo hora de que levanten la voz los moralistas, filósofos y sociólogos y apelen a la conciencia personal. Empezando por la Iglesia, claro está. Sus moralistas tienen que decirnos que no es lícito ni es cristiano contribuir a que la vivienda se convierta en un lujo al alcance solo de los más pudientes. Y ya están tardando.


Suscribo punto por punto lo que dices. No se puede dejar en mano de los especuladores, fondos buitre y blanqueadores de capital, un tema tan sensible y necesario como la vivienda.
ResponderEliminarUn saludo.
Y cuando hablamos de especuladores no pensemos siempre en las grandes empresas o en los fondos inmobiliarios, pues es el país entero el que se ha lanzado a especular y está haciendo que el precio se dispare.
EliminarNo sé yo si la ética y el negocio inmobiliario pueden converger en algún punto porque los beneficios que se persiguen son distintos; o, mejor, opuestos.
ResponderEliminarPues hay que introducir la ética y no solo en esto, pues sin ella fracasamos como sociedad y como individuos. Que es lo que está ocurriendo.
EliminarEs crucial. Tendría que serlo. Pero parece que prima la ruindad y el ande yo caliente. Penoso.
ResponderEliminarHay que introducirla y tiene que salir de nosotros. Todo lo importante sale del pueblo, de abajo a arriba, nunca de arriba a abajo.
EliminarDesde luego impedir la actuación de fondos buitres especuladores es básico, pero las administraciones públicas (todas) no afrontan el problema, por ejemplo con una mayor construcción de vivienda pública protegida destinadas a los jóvenes, con medidas fiscales como desgravaciones a los propietarios que alquilen su casa a jóvenes dentro de determinados parámetros de limitación de precio y condiciones, reducción del IVA de primera vivienda para jóvenes por debajo de cierta edad, por ejemplo 35 años, y por supuesto control de precios, lo siento pero la ley de oferta/demanda no puede producir desfases como los actuales y control frente a la avalancha de pisos turísticos que los encarecen, etc. Aunque lo que realmente falta es voluntad tanto por la vía ética como por la vía de la empatía. Saludos.
ResponderEliminarA los jóvenes y a los que no son jóvenes, pues muchos salarios no alcanzan para pagar el alquiler ni la hipoteca y no todo el mundo tiene ya piso propio. Y no digamos nada de las pensiones... Al menos, los jóvenes tienen quizá el recurso de vivir con sus padres, pero ¿con quien vive un pensionista si le suben el alquiler hasta donde no le alcanza la pensión? En edades maduras hay muchas parejas en las que ella no trabajó y viven con solo una pensión. ¿Cómo sale de eso un alquiler alto?
EliminarBienvenido a esta casa
EliminarYo me he centrado en los jóvenes porque de ello depende su futuro, pero es aplicable a cualquier edad y condición. De hecho, de las propuestas que se me han ocurrido, algunas son aplicables a otros colectivos. Sean jóvenes o sean jubilados, el dinero público aquí, se destina a otros menesteres, a veces no muy lícitos. Y en el ámbito privado, ojo al tema de los pisos turísticos en el centro de las ciudades, eso reduce la oferta para alquilar. La cuenta es sencilla, o alquilo el piso por 800€ al mes o me saco 600€ a la semana si lo meto en Airbnb. Volvemos al dilema de la ética y de la empatía. Gracias por tu bienvenida.
EliminarMucho me temo que el desfase entre la oferta y la demanda de vivienda no se remedia construyendo bloques, pues en muchas ciudades ya no hay solares disponibles. Como ha dicho un economista de los que publican mucho en las redes, habría que construir pueblos enteros. Personalmente creo que el problema está en lo que tú apuntas de los pisos turísticos, pues me consta que en Madrid están cobrando 800€ por una semana en una habitación convertida en piso, y en Málaga hay pisos a 1.000€ semanales. Y no en la playa en plan vacaciones. Eso es lo que hay que controlar rápidamente, pues significa poner el precio del alquiler de una vivienda en 4.000€ y eso no hay forma de pagarlo con un sueldo o una pensión.
EliminarY pensemos también en los inmigrantes, que sé de algunos que están durmiendo en la calle. Ya existía hace tiempo lo de las "camas calientes", pero esto es aún peor.