27/10/21

La Memoria Histórica de la Mujer

 



      La Diputación de Granada organiza anualmente las Jornadas de Memoria Histórica y Democrática, que este año están dedicadas a la mujer con motivo de cumplirse 90 años del voto femenino. Bajo el título MUJER Y MEMORIA HISTÓRICA (1931-1978), se está celebrando un ciclo de conferencias y está abierta en el Palacio Condes de Gabia la exposición MUJERES EN EL ESPACIO PÚBLICO. Una exposición interesante que, con documentos de distintas épocas, hace un recorrido por lo que fue la vida de la mujer durante ese periodo de tiempo.

Y ahí estoy yo. Junto a una feliz familia numerosa llena de niños y otra cuyos seis miembros fueron fusilados. Debajo de las mujeres de la Sección Femenina y al lado del Expediente de Responsabilidades Políticas de una mujer fusilada en Víznar en 1936. Todas en la misma vitrina, todas en la misma época, pero qué distinto destino, qué distinta situación. Yo con mi uniforme negro de cuello duro que me hacía rozaduras llegando el verano, con el “babi” blanco para defender la lana, poco lavable, de la tiza y las excursiones. Yo allí, con mis compañeras, en la excursión a Deifontes o en la terraza del colegio. Yo, con mis 14 y 15 años totalmente ajenos a la vida –y la muerte- de esa mujer del expediente.

 Agustina se llamaba. Agustina González López, la Zapatera.

 Más fotos aquí.


22 comentarios:

  1. Como dicen bien en el artículo que enlazas, se asiste en la actualidad a una cruzada contra la Memoria Histórica y la vindicación feminista, proclamas constantes con las que se llenan la boca determinados políticos y su cohorte de tertulianos y medios afines, a veces con una furia que sorprende, en un intento de desvirtuar una vez más el pasado y presentar el feminismo como una aberración extremista, vendiendo la idea de que la situación de la mujer en España nunca ha sido la que se viene denunciando. Todo ese ideario regresivo hace necesarias Exposiciones como la que reseñas, que reflejan una realidad reconocible que ha dejado un poso oscuro y persistente.

    Me parece muy buena idea presentar, también, esa galería de situaciones diversas donde convivían la aparente normalidad y el horror. Niñas como tú, que sonreían a la vida, y familias que lo habían perdido todo, incluso la vida, en unos años duros y dramáticos donde toda disidencia estaba penada y las mujeres volvían a tener el estatus de simples paridoras al servicio de la patria. Ese libro de economía doméstica que aparece en la imagen abunda en la retorcida idea de lo que se esperaba del sexo femenino, y no era baladí que en los centros escolares una de las asignaturas de las jovencitas fuera Enseñanzas del Hogar; tengo ahora, junto a mí, uno de esos libros, editado a principios de los sesenta, cuyo preámbulo comienza así: “El ama de casa es la primera en levantarse y la última en acostarse”, aseveración que, aun pareciendo inocua, no es sino el principio de una serie de normas que la todopoderosa Sección Femenina del Movimiento grabó en las mentes de las niñas y que hasta en el mismo DNI aparecía en forma de aquel sibilino S.L. (Sus labores).

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    1. Yo tuve mucha suerte de estudiar en ese centro de la Institución Teresiana. Seguramente mis padres lo eligieron por su proximidad, pero acertaron de pleno, ya que, con el paso del tiempo, pude comprobar que la educación que recibí ahí fue muy distinta a la que se impartía en otros centros privados y también públicos, en donde se cantaba el "Cara al sol" en el recreo y las clases estaban presididas por fotos de Franco y José Antonio.

      Creo que ya he contado como la hora de Costura (la de S.L) que establecía el plan de estudios, las teresianas siempre encontraban la forma de dedicarla a otra cosa, pues según ellas, no querían formar amas de casa, sino profesionales y, a poder ser, universitarias. Utilizaban un filtro muy riguroso a la hora de admitir una alumna procedente de otro colegio y a más de una le hicieron repetir curso aunque lo tuviera aprobado oficialmente. Y en la Reválida, el terrorífico Examen de Estado, podían presumir de estar a la cabeza de aprobados.

      Entonces no me daba cuenta, pero luego comprobé como la mentalidad de las teresianas era muy distinta. Algunas estaban cercanas a la Institución Libre de Enseñanza, otras habían frecuentado la Residencia de Estudiantes... En fin, que en esa época que bien describes, fueron una excepción, por lo que no me extraña que la comisaria de la exposición, Rosa María Capel, haya contado con ellas, a pesar de que el colegio desapareciera hace muchos años, quedando sólo el Colegio Mayor y, posteriormente, el Centro Cultural Dari.

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    2. Serían un islote porque, aun cuando sería injusto afirmar que todo el elenco religioso era de la cuerda fascista, la mayoría de los colegios/escuelas seguían las directrices oficiales sin ningún reparo, y ya ni te cuento en otros centros (prisiones, orfanatos...) donde actuaban con un rigor que podía denominarse con más precisión crueldad...

      Uy, la editorial Losada que se nombra en los comentarios del enlace... De esa editorial guardo, como un tesoro, un muy manoseado ejemplar del Romancero gitano de finales de los años cuarenta que alguien rescató de un trastero.

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    3. Pudo ser la diferencia entre lo que eran congregaciones religiosas, o sea, monjas, y la Institución Teresiana, que son seglares, pero también he pensado después que quizá estas profesoras mías se habían formado antes de la guerra y por eso tenían otra mentalidad.

      Y respecto a ese libro de Losada, yo lo tengo también y creo que fue lo primero que leí de García Lorca, antes de que mi padre me regalara las obras completas.

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    4. Salvo el Romancero..., el resto de publicaciones de García Lorca las tengo de la Colección Austral, que también la creó Losada en Argentina, cuando era franquicia de Espasa Calpe antes de independizarse dada la adscripción al franquismo de la editorial matriz española; aunque los libros que yo tengo ya vienen editados en España, cuando el veto a García Lorca formaba parte de la historia.

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  2. A todos los niveles las mujeres han sido ninguneadas, olvidadas, menospreciadas.
    Escritoras que usaron nombres de hombres para alcanzar el éxito
    Mary Anne Evans — George Eliot. ...
    Nelle Harper Lee — Harper Lee. ...
    Alice Bradley Sheldon — James Tiptree Jr. ...
    Las hermanas Brontë ...
    Aurore Dupin — George Sand. ...
    Karen Blixen — Isak Dinesen. ...
    Christina Lynch y Meg Howrey — Magnus Flyte. ...
    Violet Paget — Vernon Lee...

    En arquitectura, sus trabajos fueron firmados por hombres o han desaparecido, les negaron sus pensiones y fueron despreciadas en las obras.

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    1. A esos nombres puedes añadir el de María Lejárraga, que aparece varias veces en la exposición, pues escribió muchas de las obras de su marido, Martínez Sierra, y otras las firmó con los apellidos de él, renunciando a los suyos.

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    2. Cuado he leído el comentario de Jubilado, también he pensado en María Lejárraga y en la extraordinaria biografía que escribió de ella Antonina Rodrigo.

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    3. Es que es el ejemplo más cercano que tenemos, al menos en Granada.

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    4. Añado que aquí hay muchas huellas de ella por su amistad con Falla.

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  3. Leo, de nuevo, la última línea de tu escrito y, como ya estoy advertido, capto ese guiño al que te referías. Pero si no me avisas, me hubiera pasado desapercibido. Hsta voy a releer La zapatera prodigiosa.

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    1. Que conste que lo he dicho para que nadie me acuse de una copia descarada...

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    2. Haaaaaalaaaa!!!! Pues si cada vez que utilizamos un giro o una expresión nos dijeran que copiamos, no podríamos escribir ni palabra. COPIAR es lo que me han hecho a mí en tres o cuatro webs, que han repetido de principio a fin entradas completas de mi bitácora y se han atribuido la autoría.

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    3. Yo no he tenido ese "honor", pero sí me copiaron una vez desde mi propia ciudad y una persona a la que me encontraba en actos culturales. Pero lo que peor me sentó no fue la copia, sino el maltrato a un buen poema de un buen amigo fallecido.

      https://el-macasar.blogspot.com/2009/04/copypaste.html?m=1

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    4. Advierto que, en esa entrada, la mayoría de los enlaces ya no llevan a ninguna parte. El tiempo, que todo lo borra...

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    5. Hay gete que funciona con el lo veo, lo copio y sanseacabó sin atender a una mínima regla de cortesía que es nombrar o enlazar el lugar donde lo ha encontrado. Todos y todas utilizamos fuentes alguna vez para nuestros textos, pero cuando se toma la fuente sin adecuarla a nuestra forma de expresarnos no hacemos sino menospreciar el trabajo ajeno.

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    6. Fíjate si parece normal copiar, que en una ocasión que utilicé una foto de IDEAL mencionando el autor ...¡comentó para darme las gracias! Me beneficio de su trabajo y, encima, me da las gracias. Me dejó de piedra...

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  4. Que exposición mas interesante- Lástima que ya se haya cerrado. Debe de ser un honor para ti aparecer en ella con el babi del colegio.

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    1. Un honor y una vergüenza por lo que digo en la entrada. Parece mentira que viviéramos tan ajenas a lo que había pasado no hacía tantos años. Y es que yo creo que las personas mayores que lo habían vivido, intentaban olvidarlo y no hablaban de ello.

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    2. Ha dicho el presidente de la Diputación que va a pasear la exposición por la provincia, así que a lo mejor la puedes ver en algún pueblo. Por lo pronto, a mí no me han dicho nada de que vaya a recoger las fotos...

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  5. Eres parte de la historia. Parte viva, que es lo mejor que se puede ser... no sólo por ti y los que te quieren, sino porque nos la puedes contar en primera persona. Y no es lo mismo a que te le cuenten "filtrada"....

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    1. A esta distancia, el testimonio que yo puedo dar de aquella época es, principalmente, un testimonio de silencio, del silencio que imperaba sobre lo que ocurrió y lo que ocurría, que nos hizo estar ajenas a muchas cosas. Yo jugué de niña al lado de la Huerta de San Vicente, sin saber que allí pasó García Lorca sus últimas vacaciones y allí detuvieron a su cuñado, el alcalde Fernández Montesinos, para llevarlo a la tapia del cementerio y, años más tarde, bailaba los sábados en la casa de los Rosales, ignorando que allí detuvieron a Lorca para asesinarlo en Víznar. Es más, no me extrañaría que ni siquiera el miembro de esa familia que nos cedía su salón para esas fiestas de los sábados estuviera al tanto de la historia.

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